Cuba: ministro de Cultura se reúne con jóvenes artistas

En el encuentro, sin embargo, no participaron la mayoría de los representantes de quienes se concentraron frente al Ministerio de Cultura el pasado 27 de noviembre.

Encuentro del ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso y otras autoridades del sector, con jóvenes artistas y escritores en la sede del Mincult, el 5 de diciembre de 2020. Foto: @CubaCultura / Twitter.

Encuentro del ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso y otras autoridades del sector, con jóvenes artistas y escritores en la sede del Mincult, el 5 de diciembre de 2020. Foto: @CubaCultura / Twitter.

La reunión, presidida por Alpidio Alonso, ministro de Cultura, se extendió por más de seis horas. El encuentro da repuesta, según el Ministerio de Cultura (Mincult), a uno de los acuerdos pactados entre el viceministro Fernando Rojas y los voceros de los concentrados en la jornada del 27 de noviembre (27-N), que era justamente encontrarse a posteriori con el ministro para debatir sobre sus demandas y preocupaciones.

Sin embargo, ya el propio Mincult había dejado claro que no se sentaría a dialogar con todos los voceros del 27-N, en particular con los que asegura son financiados desde los Estados Unidos –tras recibir un correo a nombre del grupo con nuevas demandas que consideró imposiciones y ultimátum “absurdos e inaceptables”–, aunque dejaba la puerta abierta al diálogo con quienes “no han comprometido su obra con los enemigos de la nación”.

Ese diálogo –que ya había sido adelantado por Rojas en conferencia de prensa el viernes en la tarde, aunque sin dar detalles de su fecha y participantes– tuvo lugar apenas una jornada después de la respuesta oficial al correo del 27-N, en la propia sede del Mincult y con la presencia no solo del ministro sino también del propio viceministro y los presidentes de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), Luis Morlote; de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), Rafael González; y de Casa de las Américas, Abel Prieto.

Entre los jóvenes artistas presentes –cuya cifra no ha sido precisada oficialmente, como tampoco el canal utilizado para su convocatoria– estuvieron algunos de los concentrados el 27-N, entre ellos el actor Reinier Díaz, quien formó parte de la treintena de personas que se reunió con el viceministro aquella noche, aunque la mayor parte de los que participaron en esa primera reunión no estuvieron ahora entre los participantes.

“Acaban de romper toda posibilidad de diálogo”, afirma nota del Mincult

Precisamente Díaz, en declaraciones citadas por medios de prensa estatales –únicos que tuvieron acceso al encuentro– llamó a dejar a un lado las acusaciones de “mercenarios“ a quienes se concentraron frente al Mincult, divulgadas en medios y en las redes sociales porque “la mayoría de los que estuvieron allí no fueron pagados sino que respondían a otras inquietudes“.

“Nosotros vinimos a los canales pertinentes, quizás no de la forma más adecuada porque vinimos en masa, pero era un momento de crisis y de una respuesta inmediata. Lo que sí estamos de acuerdo es en que el diálogo es la manera para generar cualquier solución“, dijo Díaz, al tiempo que el realizador de videoclips Joseph Ros atribuyó el uso generalizado de la etiqueta de “mercenarios“ a “algunas torpezas informativas que han amplificado el mensaje”.

Por su parte, el crítico de arte Maikel Rodríguez, opinó que lo ocurrido el 27 de noviembre, “trasciende al Movimiento San Isidro” y “tiene que ver con heridas que tenemos hace mucho tiempo y que tienen que acabar de sanar”, aunque puntualizó que “el arte ajeno de las leyes es campo de la anarquía” y “el artista es un sujeto social y tiene que responder a leyes sociales“.

El fotógrafo Gabriel Guerra Bianchini, en declaraciones citadas por Juventud Rebelde, celebró que el diálogo se haya realizado en un ambiente de respeto, con “opiniones de todos los colores“, aunque reconoció que “faltan otras voces“ y consideró como “fundamental“ que haya una continuidad y el debate desemboque en “acciones reales, palpables“.

“Lo que ha ocurrido son cuestiones sociales complejas que hay que saberlas manejar con transparencia, con inteligencia; es esencial que exista una comunicación constante y que la información fluya para que la gente pueda sacar sus propias conclusiones de lo que se está viviendo“, apuntó Guerra Bianchini, quien afirmó que “el diálogo siempre será mi primera opción ante cualquier problema, pero tiene que haber una respuesta real“.

El músico Christopher Simpson reclamó la sistematicidad de encuentros como el de ayer y deseó que “se organicen con carácter proactivo y no reactivo como suele pasar, como modo de generar un diálogo en verdad fructífero y que ayude a construir la nación cubana justo como la soñamos: con todos y para el bien de todos, para que reine la paz y la unión“.

La también músico Sandra Ivette Berriel estimó “vital“ que los jóvenes artistas se sientan “realmente dueños de Cuba y responsables con lo que en materia artística se difunde“, así como “sentir que somos parte, que nuestro criterio cuenta; sentirnos dueños de lo que vivimos cada día y ser capaces de proponer acciones, ideas, proyectos nuevos, sin temor a expresar nuestros deseos de que todo sea siempre mejor, de que Cuba sea siempre mejor“.

El periodista y escritor José Ernesto Nováez reflexionó que “los retos de la cultura de hace diez años no son los que tiene la cultura hoy, y la institucionalidad ha sido a veces lenta, morosa, a la hora de responder, de asimilar e incorporar estos temas y estos debates“ y dijo defender el diálogo “siempre dentro de los principios de una Cuba soberana y socialista“.

Nováez consideró que la reunión de este sábado con las autoridades culturales fue “un encuentro que les está permitiendo a los líderes de las organizaciones artísticas y de instituciones intercambiar con sus artistas para entender a cabalidad la importancia de rearticular los diálogos por nuevos caminos, que le den cabida a estos otros discursos, a estas preocupaciones que son fisuras que van quedando en el cuerpo cultural de la nación y que hay que sanar de alguna manera“.

En tanto, las autoridades culturales cubanas insistieron en que el intercambio con los artistas y escritores ha sido “una práctica“ de la política cultural cubana, y en que no incumplieron los acuerdos de la primera reunión del 27-N, como denuncian representantes de los congregados ese día, no presentes en el encuentro de este sábado. Además, reafirmaron que continuarán los diálogos y tienen la disposición para “hablar con quien sea y de lo que sea, siempre dentro del marco de respeto“, aunque siempre con la premisa “de que defender la cultura es defender la Revolución“.

“Cuba tiene que ser un parlamento dentro de una trinchera. (…) No podemos perder la capacidad de ser ese parlamento, aún en condiciones de trinchera”, dijo el ministro Alpidio Alonso. Mientras, Abel Prieto aseguró que “se nos coló la contrarrevolución en el tejido de la cultura” y “se nos mezcló una cosa con la otra y en una coyuntura realmente perversa”.

“Es un momento de peligro para este país, de mucho peligro. Las cosas que nos separan debemos echarlas a un lado. Tiene que haber siempre una respuesta inteligente y humana, y de rechazo al anexionismo”, recalcó el presidente de Casa de las Américas.

Mientras, voceros de los congregados el 27-N, algunos de ellos miembros o afines al Movimiento San Isidro y otros no, lamentaron la respuesta del Mincult a sus últimas demandas e hicieron un llamado al entendimiento y la comunicación que incluyó la publicación de un grupo de demandas y criterios sobre la situación actual.

Exigimos el derecho a tener derechos. No somos enemigos sino cubanos que pensamos distinto y soñamos una Cuba mejor que legar a nuestros hijos, con todos y para el bien de todos“, expresa la declaración, en la que también señalan que sus demandas trascienden la libertad creativa; se trata de nuestro derecho a existir y expresarnos libremente“ y siguen apostando por “un diálogo de reconciliación que pueda saldar nuestras diferencias.

Si bien la creación es vocación y responde a una libertad que le es intrínseca, sabemos que más que artistas e intelectuales somos ciudadanos con derechos. Por tanto, afirmamos que sin libertad política no puede existir libertad artística“, aseguran los firmantes iniciales –entre los cuales no están algunos de los reunidos con Fernando Rojas el 27-N–, quienes invitaron a suscribir su declaración “a quienes deseen“ a través de plataformas digitales.

Varios de ellos han denunciado a través de las redes sociales ser víctimas de hostigamiento policial en los últimos días, a contrapelo de lo acordado con el el viceministro, e incluso que no les permitieron salir de sus casas mientras se desarrollaba la reunión de ayer del ministro Alpidio Alonso con jóvenes artistas y escritores cubanos, algo a lo que no han hecho referencia los medios oficiales ni ha trascendido si se abordó este asunto de manera explícita en el encuentro del sábado.

Los sucesos de la última semana han provocado una ola de reacciones dentro y fuera de Cuba, tanto de apoyo como de rechazo a las posturas y declaraciones de cada parte. Al respecto se han pronunciado lo mismo los protagonistas de los hechos, como artistas e intelectuales de diversas manifestaciones y tendencias, organizaciones oficiales –como la Uneac y la Upec– y opositoras, periodistas, entidades y personas de variadas posiciones en los medios y las redes sociales, así como políticos y diplomáticos, en particular de EE.UU., lo que ha sido denunciado por el gobierno cubano como una campaña de descrédito financiada desde el exterior y la puesta en marcha de un “golpe blando“ que persigue provocar un estallido social en Cuba, en momentos en que la Isla atraviesa una difícil situación económica y se acerca el fin de la administración Trump.

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