Cuba: polvo del Sahara no será peligroso en la superficie

El polvo, que llegó a la región del Caribe combinado con dióxido de azufre y cenizas provenientes del volcán Cumbre Vieja, de las Islas Canarias, presenta sus mayores concentraciones entre unos 5 y 7 kilómetros de altura, de acuerdo con una publicación del sitio web Red Cubana de la Ciencia.

Foto: Otmaro Rodríguez / Archivo.

Foto: Otmaro Rodríguez / Archivo.

La nube de polvo del Sahara que comenzó a afectar el territorio cubano este lunes no representa un peligro en superficie, aclararon  científicos de la Isla.

El polvo, que llegó a la región del Caribe combinado con dióxido de azufre y cenizas provenientes del volcán Cumbre Vieja, de las Islas Canarias, presenta sus mayores concentraciones entre unos 5 y 7 kilómetros de altura, de acuerdo con una publicación del sitio web Red Cubana de la Ciencia.

Por tal motivo, “no existe peligro en la superficie”, según precisan los especialistas, los que, no obstante, recomiendan portegerse a las personas alérgicas y con otros padecimientos respiratorios, “ya que suelen ser más vulnerables a este fenómeno”.

“No hay por qué alarmarse, solo protegerse”, aconseja la publicación, que incluye gráficos sobre la llegada del polvo sahariano a la región caribeña y, en particular, a Cuba.

La nube de polvo comenzaría a afectar a Cuba desde este lunes, de acuerdo con modelos de pronósticos analizados por el Departamento de Radiación Solar y Óptica Atmosférica del Centro Meteorológico Provincial de Camagüey.

Según la fuente, los efectos del polvo desértico mezclado con dióxido de azufre (SO2) empezarían a percibir en la tarde de ayer en la parte oriental de la Isla, y este martes se extenderían al resto del territorio nacional. 

De acuerdo con modelaciones del Servicio de Monitoreo Atmosférico del Programa Copernicus (CAMS), de la Unión Europea, las mayores concentraciones de SO2 sobre Cuba, se registraran a partir del nivel de 850 hPa (1500 msnm).

La presencia del polvo del Sahara es usual en la Isla entre los meses de junio y agosto. Su influencia dificulta la formación de ciclones tropicales, pero aumenta la sensación de calor e intensifica la sequía, uno de los principales problemas climáticos con los que han tenido que lidiar los cubanos en los últimos años.

En ocasiones anteriores, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) ha advertido sobre posibles incidencias de las partículas de polvo, principalmente en personas alérgicas y en las que padecen enfermedades respiratorias y de la piel.

Ante ese tipo de fenómenos, las autoridades sanitarias cubanas han sugerido utilizar nasobucos para protegerse de esas fuentes contaminantes, así como cuidar las fuentes de almacenamiento de agua y beber abundante líquido para evitar la deshidratación.

 
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