El Gobierno cubano emitió este martes una declaración de rechazo por el atraque entre el 5 y el 8 de julio de un submarino de propulsión nuclear estadounidense en la base naval que ese país mantiene en la bahía de Guantánamo desde hace 121 años.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de la isla calificó la presencia del submarino como una “escalada provocadora de los Estados Unidos, cuyos motivos políticos o estratégicos se desconocen”, a través de un texto publicado en su sitio web.
https://twitter.com/CubaMINREX/status/1678715610761510912?s=20
La declaración también destaca que la base militar “carece de importancia estratégica o militar para los Estados Unidos” y señala que hasta el momento “no ha habido información” del gobierno estadounidense relacionada con los “motivos políticos o estratégicos” del submarino.
“La presencia allí de un submarino nuclear en estos momentos obliga a cuestionar cuál es la razón militar del hecho en esta región pacífica del mundo, contra qué objetivo se dirige y qué propósito estratégico persigue”, apuntó la Cancillería cubana en su comunicado.
El texto enfatiza el rechazo a “la presencia militar estadounidense en Cuba y la demanda de que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado en la provincia de Guantánamo”, en referencia a los 117 kilómetros cuadrados que actualmente ocupa la instalación militar.
A su vez, valora como un “peligro” la “presencia y circulación de submarinos nucleares de las fuerzas armadas de los Estados Unidos en la cercana región del Caribe”.
El MINREX recuerda que Estados Unidos mantiene en funcionamiento la base naval “en contra de la voluntad del pueblo cubano” y considera esa decisión como un “rezago colonial de la ilegítima ocupación militar de nuestro país iniciada en 1898”, luego de la intervención de Estados Unidos en la guerra de independencia de Cuba contra España.
En la declaración se expone que la permanencia de la base naval en el extremo oriental de la isla “sólo responde al objetivo político de tratar de ultrajar los derechos soberanos de Cuba”.
La Cancillería cubana destacó que la instalación militar ha sido utilizada en las últimas décadas como “centro de detención, tortura y violación sistemática de los derechos humanos de decenas de ciudadanos de diversos países”.
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La base alberga desde enero de 2002 una prisión en la que han sido recluidos prisioneros provenientes de Afganistán, donde permanecen hasta la actualidad personas acusadas en su mayoría de terrorismo, aunque algunas nunca han sido juzgadas.
El Gobierno cubano la protesta por la estancia del submarino nuclear para reiterar el “rechazo a la presencia militar estadounidense en Cuba y la demanda de que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado en la provincia de Guantánamo”.