Cuba sin “apagones” planificados para el verano

No obstante,  “pueden ocurrir averías como consecuencias de tormentas eléctricas o eventos climatológicos", de acuerdo con la Unión Eléctrica cubana.

Trabajos de rehabilitación eléctrica en el municipio de Regla, en La Habana, tras el tornado del 28 de enero de 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.

Trabajos de rehabilitación eléctrica en el municipio de Regla, en La Habana, tras el tornado del 28 de enero de 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.

La Unión Eléctrica (UNE) de Cuba aseguró que no tiene cortes de energía eléctrica –los llamados “apagones”– planificados para la temporada veraniega, a pesar de la difícil situación económica que atraviesa la Isla.

Elaine Moreno, directora general de Uso Racional de Energía de la UNE, dijo en un reporte televisivo, citado por el sitio oficial Cubadebate, que aunque el verano es la etapa del año con los mayores consumos de electricidad del país, “la infraestructura nacional se ha preparado para responder con niveles superiores de generación”.

No obstante, la directiva dejó abierta la puerta a cortes por alguna rotura o eventualidad propia de esta época del año.

“Pueden ocurrir averías como consecuencias de tormentas eléctricas o eventos climatológicos, pero no por falta de electricidad”, matizó.

Durante las vacaciones escolares del verano, entre julio y agosto, Cuba destina unas 400 mil toneladas de combustible para la generación eléctrica, de acuerdo con el reporte televisivo. Se trata de una cifra superior al resto del año, debido al incremento del consumo en estos meses.

Aunque oficialmente todavía no ha iniciado la etapa veraniega, ya se han registrado dos récords de generación los pasados 5 y 10 de junio, con 4 % por encima de lo planificado, según las autoridades de la UNE.

“Los consumos tienen a crecer durante todo el día, a partir de la concurrencia de muchos equipos conectados a la red”, explicó Moreno, quien exhortó a la población “a no hacer un uso irracional de la energía” y a que “contribuya al ahorro”.

Además, acotó que “se ha diseñado un programa de trabajo para monitorear todos los consumos”, por lo que “debemos ser eficientes en el uso de la energía”.

Según datos oficiales, el 56 % del consumo eléctrico en Cuba se concentra en el aérea residencial, mientras el área productiva, tanto del sector estatal como el privado, concentra el 44% de la demanda.

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Cuba presenta un complejo escenario económico, como resultado de las sanciones de EE.UU., la ineficiencia interna y la crisis de su aliado Venezuela, que ha venido reduciendo los envíos de combustible a la Isla.

Ante este panorama, las autoridades cubanas intentan suplir el déficit con otros proveedores, como Rusia y Argelia, y apuestan a mediano y largo plazo por un incremento de la explotación de la energía renovable.

Al cierre de 2018, Cuba tenía instalados 5,881 MW de generación eléctrica y contaba con un sistema único electrificado al 100%.

Según las previsiones gubernamentales de entonces, para 2019 se esperaba un incremento del 3,2% tanto de la generación de energía como el consumo con respecto al estimado del pasado año.

El mayor crecimiento estaba previsto en el sector residencial, con un 4,7% por encima, aunque el consumo total de los portadores energéticos se mantendría sobre los 8,4 millones de toneladas de combustible de 2018.

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