Daños por inundaciones en Santa Clara

Foto: Yariel Valdés

Foto: Yariel Valdés

Por estos días la ciudad de Santa Clara amanece y anochece anegada en agua. Desde el viernes 16 de octubre las lluvias no cesan y ya son varias las familias afectadas por la situación.

Añejas viviendas no soportan más los aguaceros y comienzan a ceder. El alcantarillado no puede evacuar el cúmulo de precipitaciones y el agua corre por doquier; en algunos casos con ribetes dramáticos, como los vividos por los vecinos del callejón de La Palma en las últimas horas.

Raúl Milián Alfonso pasa las noches en vela. Desde el pasado domingo, sentado en el portal de su casa, vigila el cauce del río Bélico, un pequeño hilo de agua en tiempos normales, que se encabrita cuando llegan las lluvias. Así pasó hace unos días.

“Fue un aluvión”, confiesa el hombre señalando las afectaciones a su vivienda. “Estuvimos toda la noche sacando el agua. Se nos mojó todo, perdimos colchones, televisor, hasta se nos cayó la meseta”, detalla.

Raúl Milián Alfonso, uno de los afectados. Foto: Yariel Valdés
Raúl Milián Alfonso, uno de los afectados. Foto: Yariel Valdés

Elida Machado Escobar es otra de las damnificadas. Por tercera ocasión que le sucede algo así. “Yo me encontraba en la cama y al explotar el piso fue como una bomba, el agua subió a las paredes, me desbarató la cama, me destruyó la conexión telefónica. No me quedó nada, los colchones tuve que botarlos para el río”.

El colchón de Elida no es el único que yace en las márgenes del Bélico. En las calles de La Palma aún quedan restos de la mugre que trajo el río. Y junto a él, los por qué de la situación.

Foto: Yariel Valdés
Foto: Yariel Valdés

El propio Raúl Milián, quien además es el presidente del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) en el barrio, declara que no estaba lloviendo realmente como para que el río creciera de la forma en que lo hizo. “Nosotros constantemente estamos observando la corriente cuando el tiempo está malo porque no vivimos, no dormimos, no estamos tranquilos hasta que todo cesa”.

Como Milián, otros vecinos creen que la avalancha sobrevino tras ser abiertas las compuertas del embalse Los Lácteos, corriente arriba. Pero las autoridades locales han desmentido categóricamente esa idea, en declaraciones al canal provincial, Tele Cubanacán: “No hubo apertura ninguna, simplemente estuvo lloviendo sostenidamente por unas horas y eso provocó la estampida”, declaró José Cristóbal Pérez, especialista principal de la delegación territorial de Recursos Hidráulicos.

“Los bomberos aparecieron de manera inmediata. La calle se llenó de jefes. Nos dieron una merienda, desayuno al día siguiente. Y ahora nos repartieron colchones, calderos, sábanas, todo gratuito, pero no han aparecido más”, dice Milián. “El pueblo necesita que se le abrace”, insiste.

Foto: Yariel Valdés
Foto: Yariel Valdés

Otros han visto en la asistencia inmediata algunas esperanzas para solucionar sus problemas más acuciantes. Teddy Jacomino Brazar, custodio en la sede del gobierno provincial, confía en poder salir de aquel lugar con ayuda estatal. “Yo no quiero seguir aquí porque esto me va a caer en la cabeza. Sé de los inconvenientes y he visto aquí varios dirigentes enmaraña’os con este problema. ¿Tú crees que al gobierno le conviene que cada vez que crezca el río tenga que repartir colchones? ¿Cuánto vale esto? Y hay que tener cuidado porque hay gente descará que dice vivir cerca del río y no viven nada por aquí. Es para coger un colchón”, argumenta.

Ensombrecidos sus rostros por el desastre individual, los habitantes de La Palma, en Santa Clara, esperan que en los próximos días acabe la angustia. Sin embargo, el Centro Meteorológico Provincial anuncia que las lluvias y chubascos continuarán, con una tendencia a una mejoría gradual.

Es el anuncio de un invierno probablemente cargado de precipitaciones y que con cada nubarrón sumará preocupaciones a los habitantes de zonas riesgosas, como las franjas urbanas en las orillas de ríos, y también en viviendas antiguas o con afectaciones constructivas, como una gran parte del fondo habitacional existente en el país. Según los datos públicos disponibles más recientes, el 39 por ciento de las viviendas en el país estaba en regular o mal estado. Lluvias continuas o un aluvión pueden hacer el resto del trabajo.

Teddy Jacomino Brazar y su esposa aspiran a poder algún día abandonar esta zona de riesgo. Foto: Yariel Valdés
Teddy Jacomino Brazar y su esposa aspiran a poder algún día abandonar esta zona de riesgo. Foto: Yariel Valdés
Elida muestra la ayuda gubernamental que recibió por la afectación. Foto: Yariel Valdés
Elida muestra la ayuda gubernamental que recibió por la afectación. Foto: Yariel Valdés
El estado constructivo de las viviendas contribuye a que en tiempos de lluvias aumenten los derrumbes. Foto: Yariel Valdés.
El estado constructivo de las viviendas contribuye a que en tiempos de lluvias aumenten los derrumbes. Foto: Yariel Valdés.
Foto: Yariel Valdés
Foto: Yariel Valdés
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