Despertar ciudadano y gobierno en Twitter: un año de internet móvil en Cuba

"Fue como de pronto entrar a vivir en el mundo real", bromea Claudia, una de las miles de personas que comenzó a usar de inmediato el servicio, uno de los más esperados desde que el Gobierno abrió los primeros puntos de wifi público, unos tres años antes.

Una mujer usa su teléfono celular en La Habana. Foto: EFE/ Yander Zamora/Archivo.

Una mujer usa su teléfono celular en La Habana. Foto: EFE/ Yander Zamora/Archivo.

Responder whatsapps desde la cama y publicar fotos en un autobús era algo impensable para los cubanos hasta hace un año, cuando el país activó su red de internet móvil y dio el primer paso hacia una nueva realidad, marcada por un mayor acceso a la información pero lastrada aún por los altos precios.

«Fue como de pronto entrar a vivir en el mundo real», bromea Claudia, una de las miles de personas que comenzó a usar de inmediato el servicio, uno de los más esperados desde que el gobierno de la Isla abrió los primeros puntos de wifi público, unos tres años antes.

La joven ingeniera recuerda la llegada del 3G «casi como una euforia», reflejada en los más de 1,8 millones de usuarios que usaron datos móviles en los primeros 40 días desde la activación del servicio. Unos 45.000 nuevos clientes diarios como promedio.

Una joven mira su teléfono celular una zona Wifi en La Habana. Foto: EFE/ Yander Zamora
Una joven mira su teléfono celular una zona Wifi en La Habana. Foto: Yander Zamora / EFE.

Un hito caro para el bolsillo medio

Para la periodista y activista Glenda Boza, la llegada de internet móvil ha sido uno de los hitos del último año en la Isla, gobernada por el Partido Comunista de Cuba (PCC) y, hasta hace muy poco, uno de los países más desconectados del mundo.

«La ampliación del acceso a internet ha cambiado varias dinámicas en la vida de los cubanos: ha propiciado una mayor participación y denuncia ciudadana en las redes sociales, la ampliación de servicios y negocios privados, un mayor acceso a la información y ha facilitado inéditas movilizaciones ciudadanas convocadas desde las redes sociales», señaló a la agencia Efe.

Boza, quien vive y trabaja en la ciudad de Santa Clara, en el centro del país, ha logrado vencer la «fatalidad geográfica» de residir fuera de La Habana, epicentro de la vida cultural, política y económica del país, y es hoy una de las voces más activas en Twitter, donde acumula más de 3.800 seguidores.

Junto a Facebook y las aplicaciones de mensajería instantánea Whatsapp y Telegram, la red social de los tuits está entre las preferidas de los cubanos, que han aumentado considerablemente la presencia online, pero a un costo igualmente grande.

A pesar de la reciente subida de salarios en el sector público, el empleado estatal en Cuba cobra una media que no supera los 45 dólares. Los planes mensuales de datos que vende Etecsa –el único operador cubano, estatal– van desde los 5 CUC (peso convertible equivalente al dólar) hasta los 35 y 45 CUC en los paquetes más caros.

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Cuando comenzó el servicio hace un año, el salario promedio era aún más bajo y la calidad de la señal peor. Los tres ensayos previos a la activación de la red 3G provocaron congestión en los servicios de mensajería y voz.

La empresa estatal, que maneja las más de 5,7 millones de líneas móviles activas, aseguró que habían resuelto el problema. Un año después persiste la baja calidad de la señal en varias regiones del país, que ya activó el servicio 4G el pasado octubre en algunas ciudades.

La etiqueta #BajenLosPreciosDeInternet suma miles de tuits y publicaciones que piden a Etecsa que aplique tarifas planas y reduzca el valor de sus ofertas.

«El aumento del acceso a internet para los cubanos, que no significa que internet esté al alcance de todos, es un paso de avance para nuestra sociedad. Espero que lo que tenemos hoy sea solo el primer paso hacia un país más conectado», insiste el emprendedor Camilo Condis.

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Rápida evolución y gobierno en Twitter

Condis, uno de los tuiteros cubanos más prolíficos, considera que «la evolución ha sido rápida» aunque muchos todavía están «adaptándose a las dinámicas propias del internet».

«Hace poco más de un año muchos cubanos no habían usado Facebook, Instagram, Twitter, o Youtube, y ya hoy día se habla de ‘influencers’ cubanos, de ‘youtubers’ exitosos y ‘chicas Instagram’. Por otro lado, hemos ido encontrando comunidades que se unen por la vía digital en torno a intereses comunes», explica.

Los cubanos han aprendido a organizarse por causas como los derechos de los animales o la defensa de la comunidad LGTBI, en movimientos convertidos en «movilizaciones físicas», inéditas en un país que no permite las manifestaciones públicas.

La evolución digital de la sociedad cubana ha llegado hasta el Gobierno, liderado por el primer presidente cubano sin apellido Castro en más de 60 años: Miguel Díaz-Canel, un ingeniero de 59 años que también se convirtió en el primer mandatario de la Isla con cuenta en Twitter.

Tras asumir la jefatura del país en abril de 2018, Díaz-Canel insistió en que todos sus ministros aumentaran la presencia en redes sociales. Poco después se puso en marcha la web oficial de la Presidencia y se lanzó la aplicación de denuncia ciudadana «Bienestar».

Un grupo de estudiantes usa su teléfono celular en un parque de La Habana. EFE/ Yander Zamora
Un grupo de estudiantes usa su teléfono celular en un parque de La Habana. Foto: Yander Zamora / EFE.

La presión y denuncias en redes sociales sobre diversos sucesos –como la reciente muerte de una bebé tras ser vacunada– han influido en la agenda de los medios estatales y provocado prontas respuestas por parte del gobierno, poco dado a reacciones rápidas.

Para muchos, no obstante, la «esencia» permanece intacta. «Sigue siendo el mismo calco y copia de institución sorda que lo único que pone es la consigna del día», asegura Alejandro Ulloa, periodista de El Toque, uno de los principales medios alternativos cubanos.

Condis, por su parte, coincide en que en la práctica son escasos los dirigentes que interactúan realmente «y cuando lo hacen, es casi siempre para acusar de ‘mercenarios’ a quienes critican su gestión (…) Si el Gobierno no cambia su mentalidad cerrada, de nada servirá que tengan el internet a su alcance», sentencia.

Al surgir nuevas voces con fuerte presencia digital, y una prensa al margen de los medios estatales, han aumentado también las presiones sobre los llamados periodistas independientes que reportan a pie de calle, a quienes las autoridades en ocasiones impiden salir del país y hasta incluso, de sus hogares.

«El acceso a internet puede ser un descubrimiento de la Cuba diversa que existe y ya ha mostrado que puede ser una herramienta para conquistar derechos o al menos hacer presión para lograrlos o poner el asunto en discusión pública», destaca Glenda Boza.

La 4G y el futuro

Sobre el futuro de internet en Cuba, Boza menciona al comercio electrónico como un paso clave para que el país se ponga por fin a la par del resto del mundo. O al menos, se acerque.

«Creo que el desarrollo del comercio electrónico será vital para los cubanos, no solo en plataformas gubernamentales sino también en privadas», asevera en referencia a las vías que han encontrado los emprendedores cubanos para ampliar sus negocios.

La inventiva criolla ha llegado hasta la red y muchos «cuentapropistas» venden artículos y se promocionan vía WhatsApp, Telegram y Facebook.

Un grupo de mujeres usas sus teléfonos celular este viernes, en La Habana. Foto: EFE/ Yander Zamora
Un grupo de mujeres usas sus teléfonos celular este viernes, en La Habana. Foto: EFE/ Yander Zamora

Esta misma semana y después de fuertes críticas por el anuncio de sus planes mensuales más caros hasta el momento (35 CUC por 6,5 Gigabits y 45 CUC por 10 Gigabits de información), el monopolio estatal Etecsa anunció su paquete más barato hasta el momento: 400 megabits por 5 CUC.

La compañía también activó una bonificación especial que dobla la cantidad de datos y es exclusiva para los 310.000 usuarios de la 4G, un 13 % de los más de 2,2 millones de clientes que compraron datos el pasado noviembre, según cifras de la empresa.

Este incentivo a un mayor uso de la red 4G se debe a la necesidad de liberar la sobresaturada 3G, que soporta el servicio de voz y donde ocurre aún la mayor parte del tráfico de internet.

La asignatura pendiente para Etecsa es ahora ampliar la cobertura de la cuarta generación, presente solo en La Habana, la mayoría de las ciudades capitales de provincia y polos turísticos y económicos como Varadero y la Zona Especial de Mariel.

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