Detenidos por profanar bustos de Martí confiesan su autoría en la TV cubana

En un reportaje transmitido en el principal noticiero de la Isla, Panter Rodríguez y Yoel Prieto, quienes habían sido apresados por estos hechos, confirmaron su responsabilidad en las vandalizaciones, que consistieron en lanzar sangre de cerdo a los bustos y carteles políticos, y en las que también estuvieron involucradas otras personas dentro y fuera de Cuba.

Panter Rodríguez (i) y Yoel Prieto, quienes confesaron la autoría de profanciones a bustos de José Martí en La Habana, en un reportaje transmitido por la televisión estatal cubana. Foto: Cubadebate.

Panter Rodríguez (i) y Yoel Prieto, quienes confesaron la autoría de profanciones a bustos de José Martí en La Habana, en un reportaje transmitido por la televisión estatal cubana. Foto: Cubadebate.

Dos hombres detenidos por las recientes profanaciones a bustos del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y de carteles de propaganda política, confesaron su autoría de estos hechos en un reportaje transmitido la noche de este martes en la televisión estatal cubana.

En el reportaje, Panter Rodríguez Baró, de 44 años y Yoel Prieto Tamayo, de 29 años, quienes habían sido apresados como los presuntos profanadores, confirmaron su responsabilidad en las vandalizaciones, las que ganaron relevancia mediática y en la opinión pública dentro y fuera de la Isla, y que consistieron en lanzar sangre de cerdo a los bustos y carteles.

Frente a las cámaras, Rodríguez aseguró que “casi siempre” el lanzaba la sangre mientras Yoel “llevaba la mochila, o si no lo echaba él, igual, él era el que tiraba la foto y ponía el video”.

“Salí a caminar y a llenar de sangre a los bustos esos de Martí, en varios lugares del barrio, seguí caminando por todo Boyeros (la avenida), más o menos como por 13 o 15 lugares”, contó a quien lo interrogaba.

Por su parte, Prieto reconoció la autoría de los hechos, junto con “el compañero Panter”, y dijo que “el primer lugar donde hicimos eso fue en la escuela Antonio Maceo, que queda cerca ahí mismo del lugar de donde estábamos”.

La televisión cubana también mostró imágenes de cámaras de vigilancia en lugares donde ocurrieron las profanaciones, como en los alrededores de la revista Bohemia, donde se ven dos hombres que según las pruebas y testimonios policiales eran Rodríguez y Prieto, presuntos miembros de una organización opositora conocida como “Clandestinos”, en referencia a la conocida película homónima sobre la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista.

“Desde el punto de vista de la identificación de personas por sus rasgos exteriores, se aplicaron procedimientos que permitieron caracterizar las prendas de vestir y los objetos que estos utilizaron durante la comisión de los hechos delictivos, y a las personas, a partir de las mediciones realizadas de las imágenes obtenidas de las cámaras de videoprotección y establecer el modo de andar de estos, que es muy específico, muy representativo…”, explicó la teniente coronel Milagros Cabrera.

“En la acción práctica realizada en los registros, se lograron obtener objetos que guardaban relación con los elementos que fueron caracterizados en las acciones criminales”, así como “envases que contenían en su interior sangre de animal, en este caso porcina”, añadió.

De acuerdo con el reportaje, en las acciones también estuvieron involucrados Guillermo Mendoza, detenido por prestar su telefóno móvil para documentar las vandalizaciones, y Jorge Ernesto Pérez, primo de Panter Rodríguez, quien tramsitió las imágenes y el video a la opositora cubana radicada en Miami Ana Olema Hernández, la que, según el reporte televisivo, ha financiado estos hechos y a quien tanto Prieto como Panter mencionan en sus testimonios.

Hernández y su esposo realizaron envíos de “más de mil dólares para el pago de estas actividades, transferidos a través de la Western Union”, según dijo el teniente coronel Francisco Estrada, quien aseguró que “de ellos, 600 dólares fueron para el pago de los hechos denunciados, los que fueron recibidos por el propio Panter”.

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El reportaje aseveró igualmente que Leonel Fernando Cardoso Freire, cubano residente en Miami, es “el rostro público en el exterior, que publica en Facebook las acciones de una supuesta y mal llamada célula clandestina dentro de la Isla”, al tiempo que señaló a otros opositores al gobierno cubano radicados fuera de la Isla por su apoyo a las acciones del grupo Clandestinos.

La televisión estatal cubana afirmó que “el dinero recibido por los autores de este delito es una mínima porción de los 30 millones de dólares que el gobierno de Estados Unidos destinó para la subversión en Cuba el pasado año” y que lo sucedido se trata de una “sucia maniobra mediática, que intenta mostrar a Cuba en un ambiente convulso, inseguro y de violencia”.

Sin embargo, no hizo referencia a otros hechos de esta misma naturaleza ocurridos fuera de La Habana ni a sus presuntos autores, aunque aseguró que “las investigaciones continúan”.

El reporte afirmó que los estudios policiales también establecieron que Rodríguez y Prieto “fueron los autores de otros hechos en febrero de 2019, cuando fueron captados por una cámara en la zona de la Universidad de La Habana”, donde pintaron un letrero contra del voto por la nueva Constitución, un hecho “indicado y pagado por las mismas personas desde Estados Unidos”.

De igual forma, en el registro practicado en el garaje de Rodríguez “fueron ocupados objetos que contenían sustancias, que en este caso se logró establecer que eran drogas, y específicamente el contenido de las latas era de cocaína”, una sustancia que el detenido reconoció consumir, al igual que la marihuana.

El reportaje afirmó que los implicados en las profanaciones son “vulgares delincuentes de muy bajo nivel, que llegan al extremo de intentar mancillar la imagen de Martí”, que actúan como “instrumentos para justificar las sistemáticas políticas agresivas del gobierno de Estados Unidos contra Cuba” y que “serán juzgados de acuerdo con nuestras leyes”.

“Cabría reflexionar que si en una época pasada ocho estudiantes de Medicina fueron asesinados injustamente por un supuesto ultraje a la tumba de un prócer español, ¿qué merecen entonces estos serviles?”, dice el reporte hacia sus finales, para aclarar que, “para su suerte”, el gobierno cubano “respeta la vida y cree en el mejoramiento humano”.

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