Díaz-Canel llama a “la paciencia y la comprensión” para recuperación tras el tornado

El mandatario aseguró que, aunque será necesario trabajar "intensamente durante meses", se van "a levantar obras más hermosas donde el tornado dejó destrozos"

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel (2-i), en una intervención televisiva sobre la recuperación tras el intenso tornado sufrido días atrás por La Habana, el 6 de febrero de 2019. Foto: @PresidenciaCuba / Twitter.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel (2-i), en una intervención televisiva sobre la recuperación tras el intenso tornado sufrido días atrás por La Habana, el 6 de febrero de 2019. Foto: @PresidenciaCuba / Twitter.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, llamó a “la paciencia y la comprensión de la población”, a diez días del intenso tornado que azotó La Habana, “porque el daño fue grande y no se pueden recuperar en un día ni dos”.

“Vamos a estar trabajando intensamente durante meses”, aseveró.

En una intervención televisada este miércoles, en el programa Mesa Redonda, el mandatario afirmó que tras el fenómeno meteorológico se han vivido “jornadas intensas de trabajo, disciplina, de solidaridad y cooperación”, en las que “ha existido un llamado permanente a la sensibilidad de los funcionarios” para evitar molestias excesivas a los damnificados, “que en ocasiones la población nos plantea”.

También confirmó que a pesar de los daños visibles en la ciudad, “el 500 aniversario de La Habana va, porque se trabaja para eso” y “todo lo que se haga” para la recuperación “también será como parte de la celebración”. Se van “a levantar obras más hermosas donde el tornado dejó destrozos”, aseguró.

Tríptico del dolor ajeno

Sobre la respuesta de su gobierno –del que un grupo de ministros participó en la transmisión– dijo que no estaba “desprevenido”, pero que no se podía “anticipar, adivinar, ni predecir que se podría formar un evento de esta magnitud” –del tipo EF4 en una escala de 5–, y resaltó la “respuesta inmediata” de los dirigentes, rescatistas, fuerzas del orden, y los propios pobladores “que desde el primer momento estuvo ayudando a las personas que estaban en una situación compleja”.

Explicó que la estrategia seguida fue “salvar vidas, evitar nuevas víctimas, cuantificar daños, comenzar a restablecer servicios básicos, atender a los damnificados, planificar y organizar, dar prioridad a los más vulnerables con sensibilidad y eficacia, tramitar sus necesidades e informar al pueblo”.

Comentó que de lo sucedido “se han sacado un grupo de experiencias que se podrán incorporar en los planes de prevención de desastres” y agradeció la solidaridad  y ayuda recibida de otros gobiernos y organizaciones internacionales, así como de instituciones y empresas extranjeras radicadas en Cuba.

“No debemos desconocer a nadie en su esfuerzo y en su entrega”, dijo, aunque no mencionó de manera explícita las muchas iniciativas privadas que se han articulado dentro y fuera de la Isla –por artistas, organizaciones y personas en general– para la recolección y entrega de ayuda a los damnificados.

Regresar

Díaz-Canel defendió la celebración de la “Marcha de las Antorchas” en La Habana, en homenaje al natalicio de José Martí, a la que llamó “un gesto tan unitario y tan martiano” y que ha recibido críticas por realizarse un día después del tornado.

“A nadie le puede quedar duda que la marcha encendió más los ánimos dispuestos a trabajar en la recuperación”, dijo y acusó a “los enemigos” de tratar “de desunir, de confundir a la población, de sembrar desidia y mentira” en las redes sociales.

Además, afirmó que el expresidente y todavía Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, y su segundo en la organización partidista, José Ramón Machado Ventura, quienes no han participado en las reuniones diarias del Consejo de Ministros luego del tornado, ni han sido vistos en los sitios afectados, “han estado pendientes y atentos a todo cuanto acontece”.

Según los datos oficiales más recientes, dados a conocer este miércoles, el tornado del pasado 27 de enero sufrido por varios municipios habaneros dejó seis fallecidos, 195 heridos, y más de 5 mil viviendas dañadas, de ellas más de 500 con derrumbes totales y más de 700 con derrumbes parciales.

Casi 10 mil personas tuvieron que dejar sus hogares, la mayoría hacia casas de familiares y una cantidad menor hacia albergues estatales. Más de 900 familias habían recibido ya los materiales necesarios para la reconstrucción de su casa, y 289 se consideraban ya “casos resueltos”.

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