Díaz-Canel llega a Rusia en busca de apoyo a la apertura de Cuba

Antes, en París, invitó a la directora general de la Unesco a visitar La Habana

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, durante la ceremonia de bienvenida a su llegada al Aeropuerto Internacional de Moscú-Vnúkovo, el 1 de noviembre de 2018. Foto: Sergei Chirikov / EFE.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, durante la ceremonia de bienvenida a su llegada al Aeropuerto Internacional de Moscú-Vnúkovo, el 1 de noviembre de 2018. Foto: Sergei Chirikov / EFE.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, llegó este jueves a Rusia en su primera visita a ese país, un viaje en el que puede lograr el apoyo político y económico del Kremlin al proceso de reforma económica y apertura de la Isla ante el estancamiento del deshielo con Estados Unidos.

Díaz-Canel, que antes de partir a Moscú consideró de “excelente” el estado de las relaciones bilaterales, será recibido mañana por el presidente ruso, Vladímir Putin, con el que ya se reunió hace dos años cuando el cubano ocupaba el cargo de vicepresidente.

Durante su visita, el mandatario cubano espera cerrar “importantes” acuerdos comerciales y de inversión, además de contratos militares, algunos de los cuales ya fueron sellados esta semana en La Habana y cuyo objetivo es contribuir a modernizar la infraestructura de la Isla.

Tras el traumático divorcio provocado por la caída de la URSS, el expresidente Raúl Castro, puso las bases de la actual asociación estratégica entre Moscú y La Habana al visitar Rusia en 2009, un cuarto de siglo después del histórico viaje de su hermano Fidel a la URSS en pleno fragor reformista de la “perestroika” (1986).

“Díaz-Canel forma parte de la generación de dirigentes cubanos que no tuvo nada que ver con la Revolución. Son gente tecnológica, pragmática y no ideológica. Es un político moderno que apoya una economía mixta”, comentó a la agencia Efe Nikolái Leónov, antiguo subdirector del KGB y amigo de Raúl Castro.

El nuevo presidente llega a Moscú justo cuando las relaciones entre Cuba y EE.UU. se encuentran en su peor momento desde el esperanzador deshielo lanzado por el anterior presidente estadounidense, Barack Obama, proceso que fue respaldado por el Kremlin.

Rusia, que ve a Cuba como aliado estratégico en América Latina, ha pedido insistentemente en los últimos años el levantamiento del embargo de Washington contra la Isla.

Más respaldo ruso para la economía y el desarrollo militar de Cuba

Moscú tiene previsto instalar en Cuba una estación receptora de datos de satélites tras el cierre en 2001 de la base de espionaje electrónico de Lourdes, pero aunque algún diputado ruso ha sugerido una posible despliegue de armamento, Díaz-Canel ya descartó a su llegada al poder una presencia militar extranjera en la Isla.

Cuba no quiere volver a ser un satélite del gigante euroasiático, sino convertirse en un socio comercial de Rusia, cuyas inversiones son fundamentales para el desarrollo de la economía nacional, especialmente en el plano energético y de transportes.

“Rusia puede ayudar y lo hará en la medida de lo posible, pero no como la URSS. Además, la situación económica en la isla es complicada, aunque no tanto como en la década de 1990”, declaró a Efe Vladímir Davidov, experto del Instituto de América Latina de Rusia.

Las relaciones políticas son ahora estrechas pero, aunque el volumen comercial creció un 17 por ciento el pasado año, los 300 millones de dólares de intercambios están lejos de los más de mil millones de países como España o Canadá.

Por este motivo, la delegación cubana espera que la visita de Díaz-Canel sirva para poner en marcha los acuerdos suscritos esta semana en La Habana por la comisión intergubernamental y que ascienden a 260 millones de dólares.

Se trata de la modernización de tres unidades eléctricas por 100 millones de dólares, la segunda fase de la modernización de una planta metalúrgica por 60 millones de dólares y la entrega de vagones de tren por más de 100 millones de dólares.

Junto a la inauguración de la planta de ensamblaje de camiones GAZ y URAL, existen otros 16 proyectos en preparación, a lo que se suma el interés de Cuba en incrementar las exportaciones de su industria médico-farmacéutica y de biotecnología.

Además, La Habana tiene esperanzas de que Rusia ejerza de proveedor energético, ahora que Venezuela ha reducido notablemente sus suministros de hidrocarburos, un papel que Putin podría aceptar gustosamente, de acuerdo con Davidov.

Según informó el Kremlin, la cooperación militar también figurará “activamente” en la agenda y, por lo que ha adelantado la prensa, Rusia podría conceder a Cuba un crédito de 50 millones de dólares para la compra de aviones, helicópteros y blindados.

Invitación a directora de la Unesco

Antes de partir hacia Moscú, Díaz-Canel se entrevistó en París con la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, con quien acordó reforzar sus buenas relaciones y la invitó a la francesa a visitar La Habana el próximo año, cuando se celebra el quinto centenario de la fundación de esa capital.

En la escala que realizó en la capital francesa camino de su gira por varios países, el presidente visitó la sede de la organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Fue el primer encuentro entre ambos, después de que en mayo pasado Azoulay recibiera al canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, señaló la organización en un comunicado.

“Nos alegramos del renovado apoyo a la Unesco expresado hoy por el presidente de Cuba, que ha subrayado la importancia de nuestras contribuciones intelectuales en los ámbitos de la cultura, la educación y las ciencias en un mundo inestable”, indicó Azoulay.

La directora general señaló que la cooperación con Cuba “supone una señal de confianza en la organización”.

Díaz-Canel, por su parte, invitó a Azoulay a visitar La Habana a lo largo del año próximo, cuando se celebrarán los cinco siglos de la fundación de la ciudad, cuyo casco histórico figura en la lista del patrimonio de la Unesco desde 1982.

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay (d), da la bienvenida al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, antes de la reunión que celebraron en la sede de la organización en París, Francia, el 1 de noviembre de 2018. Foto: Etienne Laurent / EFE.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay (d), da la bienvenida al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, antes de la reunión que celebraron en la sede de la organización en París, Francia, el 1 de noviembre de 2018. Foto: Etienne Laurent / EFE.

La agencia de la ONU recordó que Cuba tiene nueve sitios inscritos en esa lista, tres colecciones documentales en el Registro Memoria del Mundo y tres elementos inscritos en la lista del patrimonio inmaterial.

Desde 1994, la Unesco y Cuba patrocinan el Premio Internacional Unesco-José Martí, que recompensa una contribución extraordinaria a la unidad y la integración de los países de América Latina y el Caribe y a la preservación de sus tradiciones culturales e históricas de acuerdo con los valores del político, escritor y prócer cubano.

Además, Cuba cuenta con 12 cátedras Unesco y en junio pasado acogió una escuela de verano del Programa sobre la Gestión de las Transformaciones Sociales (MOST). TAmbién alberga en su territorio seis reservas de biosfera de la Red Mundial de la Unesco.

Con anterioridad, Díaz-Canel se entrevistó en París con el primer ministro, Edouard Philippe, en la escala que efectuó de camino a Rusia, desde donde tiene previsto también visitar China, Vietnam, Corea el Norte y Laos.

EFE / OnCuba

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