Economía cubana cerrará 2021 con un crecimiento “moderado”, según ministro

Así lo informó este jueves el titular de Economía y Planificación Alejandro Gil, quien, no obstante reconoció que sería un crecimiento menor del planificado para el año --sobre el 6 %-- y que el mismo parte de la caída de alrededor del 11 % del PIB en 2020.

Vendedor particular de pan y galletas en La Habana, Cuba. Foto: Otmaro Rodríguez.

Vendedor particular de pan y galletas en La Habana, Cuba. Foto: Otmaro Rodríguez.

La economía cubana cerrará el 2021 con un crecimiento “moderado”, en torno al 2 %, según las actuales previsiones del gobierno de la Isla.

Así lo informó este jueves el titular de Economía y Planificación Alejandro Gil, quien, no obstante reconoció que sería un crecimiento menor del planificado para el año –sobre el 6 %– y que el mismo parte de la caída de alrededor del 11 % del PIB en 2020. Ello, dijo, significaría en la práctica “crecer sobre el decrecimiento”, por lo que aún el país estaría lejos de los niveles alcanzados en 2019, antes de la llegada de la pandemia. 

En conferencia de prensa, Gil señaló que el nuevo pronóstico coincide con el estimado de la Comisión Económica para América Latina y el Cariba (CEPAL), de un 2,2 % de crecimiento para la Isla al cierre del año, y comentó que el mismo marca el inicio de una “recuperación gradual”, que debe mantenerse el próximo año gracias al control del escenario epidemiológico que se ha ido alcanzando con el avance de la vacunación.

El también viceprimer ministro aseguró que la Isla atraviesa una “situación excepcional”, en la que, junto a la pandemia, también influyen las afectaciones provocadas por el embargo de EE.UU., una combinación que ha impactado negativamente en la economía y, de manera particular, en la falta de liquidez y sectores como el electroenergético, el agroalimentario y el turístico. 

No obstante, se mostró “optimista” en que “poco a poco” el país pueda ir recuperando los niveles de producción y oferta, debido a la reapertura paulatina de un grupo de servicios, de los vuelos y la actividad turística internacional, y a un conjunto de medidas de “alto impacto” tomadas por el gobierno para “diversificar el tejido productivo”, como la ampliación del trabajo por cuenta propia, la aprobación de las Mipymes, y las nuevas normas establecidas para las empresas estatales y la agricultura.

Alejandro Gil afirmó que desde enero, cuando entró en vigor el ordenamiento monetario, se han generado en la Isla unos 200 mil nuevos empleos –de los que el 35 % han sido ocupados por jóvenes y cerca de 3 mil corresponden a las nuevas Mipymes– y que, a pesar de las “tensiones” económicas se ha garantizado la canasta básica y un limitado nivel de oferta a la población. 

Sin embargo, admitió la existencia de una elevada inflación, superior a la prevista como parte de la llamada “Tarea Ordenamiento” –y de la que dijo no tener aún un dato concreto–, cuyo enfrentamiento es una de las “tareas fundamentales” del gobierno cubano en la actualidad.

Al respecto, apuntó que, más allá de medidas antinflacionarias ya aplicadas y otras que podrían tomarse, la solución estriba en incrementar la oferta –hacia lo que, dijo, han estado dirigidas las medidas más recientes– y que mientras ello no se logre resultará “muy difícil” establecer un control efectivo de este fenómeno. Además, hizo un llamado a “la responsabilidad social” y a la ética de los ciudadanos y los actores económicos para que contribuyan con el empeño de las autoridades en esta dirección.

La inflación: una espada de Damocles

El titular de Economía también precisó como prioridades gubernamentales la sostenibilidad del sistema electroenergético nacional y la atención a las comunidades y personas vulnerables, dos esferas que estuvieron entre los detonantes de las protestas del pasado mes de julio y sobre las que los medios de prensa oficiales reportan diariamente, en particular de las acciones emprendidas por el gobierno.

En tal sentido, Gil aseveró que el enfoque de su gobierno no es aplicar medidas neoliberales sino construir “una economía más dinámica e inclusiva”, en la que “no se puede dejar a nadie atrás”.

Cuba atraviesa su peor crisis desde el llamado “Período Especial”, en la década de 1990. Los efectos de la pandemia y las sanciones estadounidenses –arreciadas durante la administración Trump y sostenidas por el gobierno de Biden–, así como ineficiencias internas, se ha traducido en una mayor escasez de productos básicos, como alimentos y medicinas, y en frecuentes cortes de electricidad y otras dificultades que golpean la vida cotidiana de los cubanos y han aumentado el descontento social. 

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