A las puertas cerradas de El Trigal

Foto: Mónica Rivero

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Yerandy Díaz regresó ayer a su casa con la noticia de que había perdido repentinamente su empleo como carretillero del mercado mayorista El Trigal. Así lo supieron él y otros cientos de empleados a través de la nota distribuida en la tarde del jueves por inspectores de la Administración Provincial de La Habana, sin mayor ceremonia, “sin una firma ni un cuño”, dirigida “a todos los interesados”. La emisión estelar del Noticiero Nacional haría luego un reportaje comunicándolo.

“…a partir del viernes 13 de mayo se paralizan temporalmente las operaciones de comercialización mayorista de productos agrícolas en el mercado El Trigal”, reza el primero de los tres párrafos de la nota emitida por el gobierno provincial.

Quienes suministraban hasta hoy el mercado, a partir de ahora “podrán comercializar sus mercancías en cualquier instalación de la red de la capital”; pero “en ningún caso podrán convertirse en puntos de abasto para las carretillas”.

Foto: Mónica Rivero
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Además, la cooperativa no agropecuaria que gestionaba El Trigal ha sido extinguida. “Se nos comunicó que a partir del lunes 16, tenemos 21 días para concluir nuestro proceso de liquidación”, dijo a OnCuba Carlos Sablón, su –ahora– ex presidente y quien declara que tampoco tuvo adelanto de esta resolución.

“No responder a los principios con que fue creada (…), delitos, situaciones de ilegalidad que se han dado y no tener la capacidad para controlarlo y poder constituir un mecanismo para facilitar que a menores precios llegaran los productos a la población…” conforman «el grupo de irregularidades» que el Vicepresidente del Gobierno Provincial de La Habana, Luis Carlos Góngora esgrimió en su intervención televisiva.

A propósito de los delitos, Sablón asegura que en cualquier lugar pueden producirse estos fenómenos y que la cooperativa que dirigió hasta ayer los “combatió hasta donde fue posible”.

Foto: Mónica Rivero
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Los objetivos para los que fue creado el mercado fueron: aliviar la demanda de productos que trae consigo el nuevo modelo de la economía cubana, los altos precios en los que se cotizan los productos agropecuarios así como eliminar las trabas en la comercialización agrícola. Además del incumplimiento de estos, Sablón comenta que se les critica “una falta de autonomía”, que él desestima alegando que siempre fue una entidad autosuficiente, que no necesitó préstamos y “año tras año incrementó el cumplimiento de los planes de servicios”.

En cuanto a la situación de los trabajadores que han resultado “disponibles”, aseguró que los socios de la cooperativa recibirán ofertas de trabajo en la Empresa Provincial del Mercado Agropecuario y que el resto del personal “tendrá que esperar”.

“Se plantea que volverá a abrir en algún momento, aunque no sabemos cuándo ni cómo”, explicó.

«De pronto y ya»

Foto: Mónica Rivero
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Al mediodía de este viernes unos 60 ex empleados escapaban del sol implacable parándose bajo el único árbol próximo a las rejas cerradas de la entrada principal del mercado, por donde hasta ayer desfilaban “hasta 200 camiones en un día”.

“Estamos aquí reunidos para decirle algo a alguien que nos escuche porque no tenemos a dónde recurrir. Vinimos a saber y aquí estamos sin nadie que nos dé una explicación. Esto es una falta de respeto», concluyó uno de ellos, secundado por la aprobación del resto que también había permanecido horas en el lugar.

“¿Nadie pensó en todas las consecuencias, en todos los que de pronto estamos desempleados? No tenemos información. Dicen que todo se va a saber el lunes. Lo único que me hace falta es que no me saque en la foto», comentó un trabajador pidiendo discreción.

Estos empleados pagan una licencia de 200 pesos al mes especialmente creada hace un año aproximadamente para ejercer funciones dentro de El Trigal. Además tributan a la seguridad social cada trimestre y alquilan las carretillas con que trasladan la mercancía por un costo de 60 pesos diarios. La especificidad de su licencia los invalida para seguir ejerciendo el mismo trabajo en otro lugar. Fueron abruptamente desempleados.

Foto: Mónica Rivero
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«Lo que más nos molesta es que fue una decisión que se tomó de pronto, y ya, no pasa nada” comenta más de uno a propósito de haber sido informados apenas horas antes del cierre.

A escasos metros aguardaban –sin saber bien qué– productores y dueños de camiones que habían salido de provincias distantes como Santiago de Cuba y no estaban a tiempo de retroceder, y otros que insistieron en llegar a El Trigal para encontrar alguna posibilidad de vender, por remota que fuera. Camioneros sin sus camiones, que antes hicieron largas filas a la entrada y ahora estaban escondidos en el monte. “Los metimos en la manigua porque tememos que nos sometan a hacer una venta forzosa o nos decomisen algo”, comenta uno de ellos.

“Para mí habrá más ilegalidad ahora”, dice explicando las desventajas de la medida. “Si usted tiene un camión y es comercializador mayorista y viene de Ciego de Ávila cargada de piña, y en el transcurso de la madrugada no logra venderlo, no se va a llevar todo eso de vuelta: se va a parar en cualquier esquina a vender, y eso no está permitido. Además, está el tema de los asaltos. Horario establecido para la comercialización: de 8 de la noche a 6 de la mañana. Esa es la hora de los bandidos. Porque aquí era de día, todo estaba visible. ¿Dónde están los pensadores? ¿Dónde están los que tienen que prever las cosas?»

Foto: Mónica Rivero
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“La madrugada de La Habana para nosotros los guajiros es complicada” insiste Serguei Rodríguez, comprador y vendedor mayorista de Villa Clara, quien además se queja de que ahora deberá invertir más en combustible y de que no conoce cuáles son los puntos a los que puede llegar y vender. “Estamos totalmente desinformados”.

Alberto, campesino de una finca de frutales y cultivos varios en Mayabeque, explica que es una necesidad para los productores que se garantice la comercialización de su mercancía. “El problema más grave con la empresa de acopio es el retraso en el pago; mientras que aquí uno veía el dinero en efectivo. Tenemos que pagar tierra, pagar trabajadores y no puedes decirles que les vas a pagar en 3 o 4 meses”.

Foto: Mónica Rivero
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“Nuestro objeto social era facilitar la comercialización y las condiciones para ello estaban creadas”, remarca el depuesto presidente de la cooperativa, Carlos Sablón. “Lo que se señala no era un problema de la cooperativa. El Trigal cierra porque la política diseñada no funcionó, debido a razones objetivas y subjetivas también: había un grupo de personas que no quería que funcionara”.

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Leonardo Reyes, Jefe de área del agromercado de 19 y B, en el Vedado, piensa que «se tomará alguna medida, pero no sabemos ahora mismo. La verdad es que puede que los precios bajen, porque al venir el camión hasta aquí hay menos intermediarios”. Por su parte el administrador del mismo mercado, Julián Sánchez, dice que “el mecanismo del mayoreo tenía la ventaja de concentrar la mercancía en un lugar específico; pero consideramos que es más cómodo y hay más flexibilidad de precios con el camión llegando directamente aquí”.

No es tan optimista la valoración de los productores reunidos a la entrada del mercado cerrado. «Entendemos que se hagan reajustes para evitar que intermediarios exploten al campesino y exploten al consumidor; pero la estrategia debe ser diferente. Esta no es la solución al problema, al contrario, traerá complicaciones. Y estos días será mucha la mercancía que se va a echar a perder».

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En 2013 después de varios meses de discusión, se anunciaba la apertura de El Trigal, primer mercado mayorista de productos agropecuarios en Cuba. En diciembre pasado el presidente Raúl Castro prometió ante la Asamblea Nacional revisar las causas del alza de precios en los productos agrícolas. Poco tiempo después hubo un notable desabastecimiento en los mercados de La Habana, incluyendo El Trigal. A mediados de abril, el Informe Central al 7mo. Congreso del Partido Comunista volvía sobre el tema refiriéndose a «la reaparición del fenómeno de la especulación y el acaparamiento en beneficio de unos pocos y en detrimento de la mayoría de la población». Por último, a principios de este mes se toparon los precios a productos agropecuarios de alta demanda. El «cierre temporal» de El Trigal representa el más reciente paso de esta marcha.

https://www.youtube.com/watch?v=rRJVZArbqAQ

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