Bancarización: Gobierno habla de “ligero avance”, la población mantiene quejas

Nuevamente directivos de entidades involucradas en el proceso ofrecieron explicaciones sobre el polémico programa defendido por el Gobierno, que arrastra persistentes dificultades en su implementación.

Una persona accede a Transfermóvil en su celular. Foto: Otmaro Rodríguez.

Una persona accede a Transfermóvil en su celular. Foto: Otmaro Rodríguez / Archivo.

El proceso de bancarización, llevado adelante por el gobierno cubano en medio de la crisis económica y la creciente inflación en el país, sigue siendo motivo de críticas y controversias. 

Las propias autoridades, aun cuando defienden a capa y espada su implementación, no pueden dejar de reconocer las persistentes dificultades y las consecuentes quejas de la población.

“Vemos un ligero avance, no el necesario. No estamos satisfechos aún y eso demuestra que tenemos que seguir trabajando en conjunto con todos los factores”, admitió Alberto Quiñones, vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC), al evaluar la digitalización de las operaciones financieras en la isla.

La institución lleva las riendas de la polémica medida, cuyo pistoletazo de salida fue dado en agosto pasado mediante una resolución del BCC que contenía las normas bancarias sobre límites para los cobros y pagos en efectivo en moneda nacional, su depósito, extracción y tenencia.

La normativa desató confusión, malestar y desconcierto en muchos cubanos ante la marcha forzada con que se inició por las autoridades financieras.

Las serias limitaciones en las extracciones de los dueños de negocios privados, entretanto, amenazó con paralizar las ventas y no pocos tacharon los topes impuestos a la extracción de efectivo como un “corralito financiero”.

El efectivo continuará existiendo

Al intervenir este viernes en el programa Mesa Redonda, Quiñones insistió en que “no se elimina el efectivo”, y que el propósito final es que el cliente elija la forma de pago, digital o en efectivo, pero que el país está obligado a “minimizar” su uso.

“Mientras sigamos utilizando el efectivo estamos haciendo un proceso que es muy ineficiente y que el país no puede sostener en la emisión de nuevos billetes”, argumentó.

El directivo aludió a lo oneroso de la impresión de dinero por el Estado, aquejado de una prolongada falta de liquidez y con un abultado déficit fiscal cercano a 20% del Producto Interno Bruto (PIB).   

De acuerdo con el vicepresidente del BCC, la expansión de las operaciones digitales disminuirá los engorrosos trámites en los bancos y cajeros electrónicos para obtener efectivo, donde las colas son diarias o los servicios interrumpidos por los constantes apagones o percances de conexión.  

“Si sumamos la gran demanda de efectivo que existe por que no utilizamos los canales de pago electrónicos, y si a eso le sumamos que el efectivo que sale de los bancos no retorna entonces el fenómeno es mayor, estamos acrecentando la problemática y eso no está derivado de la bancarización”, explicó.

Quiñones aseguró que en agosto pasado ya esos problemas existían y que de no haber acelerado el proceso de bancarización “el problema y la insatisfacción hoy fueran aún mayores”.

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Quejas y demandas

“Las insatisfacciones son muchas, cuando vemos una sucursal abarrotada, que también  tenemos problemas logísticos, con el  capital humano; pero vamos hacia el punto de buscar soluciones estratégicas y eficientes y que faciliten  la población optimizar sus tiempos”, manifestó.

En la propia página del sitio oficial Cubadebate que anunciaba el tema de la Mesa Redonda, numerosos usuarios se quejaron de violaciones, trabas y argumentos mendaces por los negocios no estatales para frustrar el uso de canales electrónicos de pago.

“Pregúntenle a los panelistas por el estado de los cajeros y qué se está haciendo para mantenerlos con efectivo y dando servicios”, posteó uno de los lectores.

Otro decretó que “es imposible que la bancarización pueda tener los resultados esperados, si la mayoría de las entidades pagan el salario a los trabajadores en efectivo y no se aceptan tarjetas personales para facilitar esta posibilidad”.

Igualmente, mostraron malestar ante los códigos QR expuestos en los diferentes puntos de ventas, los cuales “muestran que son cuentas personales y no las fiscales establecidas para este proceso, y nada pasa al respecto”.

“Y en el peor de los casos, le informan a uno que no hay pago por transferencia a pesar de tener el QR. Es desgastante tener que estar llamando al banco para denunciar. ¿Dónde están los inspectores?”, se preguntó otro irritado usuario.

Reacción institucional

Respondiendo indirectamente a tales críticas y cuestionamientos, la viceministra de Comercio Interior Inalvis Smith refirió que se han aplicado sanciones cuando son faltas reiterativas “y hay que  aplicar desde la multa hasta el cierre del establecimiento”.

Sin embargo, “el objetivo principal no es sancionar, ni cerrar el establecimiento, porque al final provocamos una afectación a la población”, explicó la funcionaria.  

La política ministerial —dijo— es “identificar las áreas de mayor comercialización y de manera integrada hacer una intervención en esa área, no solo para determinar las deficiencias, sino también para de conjunto con los actores, los desarrollares, la Onat, buscar soluciones y cerrar el área como área bancarizada”.

Hasta el presente, de acuerdo con las autoridades, existen 79 zonas bancarizadas en todo el país, que son circuitos donde el dinero en papel es el gran ausente y el cliente puede pagar bienes y servicios sin tener que sacar un billete de su cartera.

Las mayores zonas bancarizadas se reportan en La Habana y en Matanzas. En esta segunda, la mayoría se concentra en el municipio Cárdenas, apenas a unos 25  kilómetros por carretera de Varadero, el mayor y mundialmente conocido polo turístico de sol y playa del país.

Según la viceministra de Comercio Interior, en las últimas semanas se ha contabilizado un incremento de los comercios que tienen habilitados canales electrónicos de pago, sobre todo los mercados agropecuarios y las áreas de concentración de venta donde confluyen diferentes actores económicos, de manera particular los no estatales, los más remisos a incorporarse a la bancarización, según las autoridades.

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Sector estatal

Inalvis Smith puntualizó que el sector estatal del país está bancarizado en un 96 %, y se reportan más de 20 mil establecimientos con canales electrónicos, mientras solo se exoneran aquellos ubicados en zonas donde no hay conectividad.  

La autoridad ministerial informó que días atrás concluyó una inspección sobre el tema en La Habana, “donde se concentran las principales dificultades”, y que todas las semanas se hacen acciones de control por los grupos provinciales y municipales.

La línea telefónica para las quejas y denuncias es única y se trata del número 800 22 624, subrayó Smith.

Códigos QR automatizados

El Ministerio de Comunicaciones tiene a sus espaldas la responsabilidad de ofrecer las garantías tecnológicas al proceso de bancarización.

Por lo pronto, en más de un lustro ha logrado poner a punto dos pasarelas electrónicas de pago off line.

En un país con cerca de 8 millones de móviles, sobre una población de 11 millones de habitantes, EnZona cuenta con más de un millón de usuarios y Transfermóvil con 5 millones de cuentas.

La segunda pasarela realiza mensualmente más de 110 millones de operaciones y los saldos que mueve también son millonarios.

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Son estadísticas facilitadas por el tercer participante en la Mesa Redonda: Mario Hernández Pastrana, director general de Informática del Ministerio de Comunicaciones, quien compartió las quejas de los usuarios sobre el código QR.

Para la agilizar la contratación electrónica de ese módulo para almacenar información en una matriz de datos, el Ministerio de las Comunicaciones lanzó la pasada semana una nueva web de servicio de Transfermovil.

Se trata de www.transfermovil.etecsa.cu, en la que el cliente puede registrarse y hacer la contratación digital de su QR , el cual de manera automática lo valida con su cuenta fiscal.

“Esto ya eliminó el atraso que teníamos en la generación de los códigos QR”, dijo Hernández Pastrana y citó como uno de los errores más frecuentes la forma incorrecta de introducir la cuenta bancaria fiscal, por lo que la operación es rechazada por el sistema.

“Ya tenemos más de 95 mil QR generados en este sentido”, detalló el directivo y recomendó a los clientes que no son duchos en tales manejos acudir a sesiones de adiestramiento en los Joven Club o a consultar el manual de instrucción que pronto estará anclado a la página web.

Entre las prestaciones del QR (del inglés Quick Response Code) está el manejo remoto y en tiempo real de las operaciones financieras del negocio en cuestión, lo que permite al dueño un monitoreo de la marcha de las ventas y las utilidades en el presente de la acción.

Bonificación del 6%

El vicepresidente del BCC insistió en el incentivo que ofrece a los clientes el pago mediante pasarela electrónica.

Se trata de una bonificación o descuento del 6% del precio del producto, un costo que el banco asume para alentar la modernización del sistema, y que en cualquier caso es menor que el gasto que representa producir, trasladar, almacenar y custodiar una gran masa monetaria en papel.

“Las ideas que existen es ir avanzando en los pagos digitales e ir disminuyendo el efectivo, pero sin eliminarlo porque es una necesidad, incluso en las sociedades más avanzadas”, reconoció Quiñones.

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