Criptomonedas en Cuba: la fiebre del oro digital

El Licenciado en Economía Juan Alejandro Triana conversa sobre las realidades, oportunidades y riesgos del uso de la criptomoneda en Cuba.

Como en la época del viejo oeste estadounidense, una nueva fiebre del oro pasa de persona a persona en el mundo digital: el mercado de las criptomonedas.

Aunque no hay cifras oficiales que hayan contabilizado a los adeptos a dicha tendencia, algunos expertos se aventuran a estimar en cientos de miles los usuarios del dinero “cripto” en Cuba, sobre todo en la variante del Bitcoin.

Mientras tanto, y a pesar de que el uso de las criptomonedas en Cuba está muy asociado a la inversión en la polémica compañía Trust Investing —a la cual dedicaremos otra entrega de este programa—, también se utilizan cada vez más como medio de pago para servicios en internet, remesas o compras de productos online, a los cuales los cubanos no podrían acceder de otra manera.

Sobre qué son las criptomonedas y qué potencialidades tienen en Cuba, conversamos con Juan Alejandro Triana, Profesor del Centro Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana.

Análisis Económico: Criptomonedas en Cuba

¿Qué son las criptomonedas?

Las criptomonedas, como bien lo dice la palabra, son una moneda, dinero como tal, una mercancía. Se pueden considerar así en tanto son producidas por el ser humano; es decir, son producto del trabajo humano, del trabajo abstracto.

Definitivamente se trata de dinero, ya que cumplen con las tres funciones básicas de este recurso: sirven como medio de pago en el mundo en las transacciones entre personas. Sirven también como medio de valor, porque expresan el valor de ciertas mercancías a través de su precio. Y además de esto también sirven como medio de atesoramiento. Hay varias personas —compañías incluso— que denominan sus valores en criptomoneda.

En este caso te estoy hablando específicamente de la que más se usa internacionalmente, que es el Bitcoin, aunque no es la única, existen muchísimas criptomonedas, algunas más exitosas que otras. Está el Freecoin, el Litecoin, el Namecoin…es decir, hay hay varios tipos de criptomonedas, cientos de ellas. No obstante, el Bitcoin, creado por el año 2009, 2010, ha sido la criptomoneda de mayor uso y la de mayor fama. Incluso, recientemente compañías importantes como Tesla, relacionada con Elon Musk, ha invertido importantes sumas de dinero en Bitcoin y ya está permitiendo a sus usuarios, y al público en general, pagar con ella por sus productos. Es, como te decía, una mercancía y además una mercancía-dinero.

¿Pero cómo se crea, de dónde sale la criptomoneda?

El acceso a criptomoneda y la creación de criptomonedas, por ejemplo, en el caso del Bitcoin, es un proceso sumamente complejo, no en Cuba, sino en el mundo. Crear Bitcoins, o el proceso de minado de Bitcoin, como se le conoce comúnmente, es un proceso muy complejo que requiere de habilidades técnicas, de un nivel de educación bastante alto en el cifrado y en el arte de la criptografía; por lo tanto, crear la criptomoneda no es un proceso simple.

En Cuba, personas que tienen fondos denominados en divisas fuertes, de curso legal, en distintos países, acceden a la compra de Bitcoin para realizar distintas transacciones. Pero lo pueden hacer con el dinero en el banco. Si la persona, dentro o fuera de Cuba, tiene una cuenta en un banco reconocido internacionalmente, y en las denominadas divisas fuertes, puede utilizar los fondos que tiene en esas cuentas para comprar las criptomonedas que desee. En el caso de Cuba, con las tarjetas MLC denominadas en dólares u otras monedas libremente convertibles hay que recordar que se trata de cuentas domiciliadas en bancos cubanos. Esas instituciones financieras sufren el estigma de las sanciones económicas de los EE.UU. y no son reconocidos ni bien vistos en muchos sistemas financieros de varios países.

Personalmente no conozco a cubanos que hayan comprado criptomonedas usando las cuentas que tienen en bancos nacionales. No obstante, sí estoy al tanto del comercio que existe dentro de la Isla para el acceso a las criptomonedas con las tarjetas en Moneda Libremente Convertible (MLC) entre individuos.

¿Es legal el uso de criptomonedas?

Esa es una de las preguntas y también una de las más importantes barreras a las que las personas se enfrentan a la hora de decidir si utilizar o no el Bitcoin. ¿Qué sucede? Como te decía podemos afirmar que el Bitcoin es dinero porque cumple las tres funciones fundamentales del dinero que mencioné anteriormente. Al no estar centralizado por Bancos Centrales de los países, el Bitcoin carece de curso y representatividad legales en estos países. Ningún país hoy en el mundo, según mi conocimiento, utiliza el Bitcoin para sus transacciones  comerciales reales. ¿Qué sucede? Que entre los individuos sí se permite el uso del Bitcoin.

Este recurso tiene importantes ventajas ya que reduce los costos y tiempos de transacción y elimina la necesidad de intermediarios financieros. Es una relación comercial, que implica una transacción entre dos personas.

¿Cómo explicar a las personas lo que es o acercarlas al Bitcoin? Sencillamente orientándolas sobre cómo está referenciado al valor de este recurso en dólares americanos. Es decir, hoy en día la cotización en bolsa por un Bitcoin es muy alta, ronda los 50-55 mil dólares por 1 Bitcoin en el mercado de valores. Normalmente las personas no poseen Bitcoins sino que, cuando le preguntas ¿te puedo pagar en Bitcoin? o ¿cuánto me cuesta en Bitcoin? lo que responden es: 50, 60, 100, 200 dólares en Bitcoin.

Para esto existen diferentes mecanismos. Hay pasarelas de pago bien establecidasy seguras. Existen también monederos o billeteras especiales donde se puede guardar este tipo de criptomoneda para utilizarlas en el momento en que sea necesario. A medida que varios países han decidido regular aspectos relacionados con el Bitcoin, así como varias personas o compañías lo usan, éste va ganando un poco más, digamos, de seriedad, de reconocimiento. 

También hay una especie de rechazo por parte de las personas que no tienen un amplio conocimiento sobre el tema, porque se trata de una moneda que se presta para las llamadas “estafas financieras” y es muy volátil. Además, es una moneda extremadamente joven. Todo esto también genera cierta inseguridad entre las personas.

¿Cuáles serían las desventajas de esta nueva modalidad de dinero?

Las principales desventajas que yo pudiera ver en la utilización de la criptomoneda es que necesita de una conectividad. Necesariamente debes estar conectado a internet para poder utilizarla. Como te decía antes, la alta volatilidad de su cotización en el mercado bursátil también hace que las personas las rechacen. 

El Bitcoin es muy sensible a la especulación. Hay algunos aspectos que consideran el valor o el crecimiento del valor del Bitcoin a partir de, principalmente, procesos especulativos. Esto definitivamente hace que las personas se sientan recelosas a la hora de de utilizarlo. Y está también el hecho de que la moneda no existe físicamente; no existe una autoridad reconocida que pueda regular el movimiento de esta criptomoneda y esto implica un conjunto de desventajas para su utilización.

A pesar de tener 11 años de utilización, solo en los últimos cinco o seis años se ha visto una mayor velocidad en la evolución y utilización del Bitcoin. Habrá que ver cuál es el desenvolvimiento de la misma en el mediano plazo. Sin ser un fanático ni mucho menos a las criptomonedas, sí creo que son una forma de dinero, una mercancía-dinero que va a ser utilizada cada vez con mayor frecuencia. Cuando los gobiernos decidan regular más ampliamente su utilización, se le otorgará una mayor credibilidad ante el público general. 

¿Cómo es el uso de las criptomonedas en Cuba?

Definitivamente el caso de Cuba es en extremo particular. Las criptomonedas no sólo se utilian en los países llamados desarrollados, aunque sí existe un uso bastante extendido en este tipo de países. Incluso, los países llamados subdesarrollados las han visto como un mecanismo para acceder a determinados fondos con distintos fines, de manera más segura, más rápida.

En el caso particular de Cuba, el hecho de que seamos un país bloqueado por los Estados Unidos entorpece todo tipo de comercio de Cuba con el resto del mundo. Hasta la fecha, el gobierno cubano aún no ha regulado nada respecto al uso de las criptomonedas.

Otros como Venezuela sí las han regulado e incluso potenciado su uso. Países como Rusia y Estados Unidos, o muchos de la Unión Europea, han comenzado a regular no solamente la utilización de las criptomonedas, sino algunos aspectos relacionados a ellas, como la generación de ganancias, riquezas y el pago de impuestos sobre esa riqueza, que proviene de la utilización del comercio con criptomonedas.

En Cuba eso aún no existe. No obstante, la criptomoneda ya llegó y no es algo reciente. No hay cifras oficiales al respecto, pero algunos expertos establecen que existen más de 50 mil usuarios de criptomoneda en el país, otros sostienen que habría más de 80 y hasta 100 mil usuarios de criptomonedas en Cuba. En realidad, no existen registros oficiales y personalmente no conozco una forma exacta de capturar ese dato. Pero sí creo que hay un uso bastante extendido, sobre todo en los centros de las ciudades. Incluso, aunque no esté regulado el uso de la criptomoneda en el país —tampoco está regulado en los Estados Unidos, por ejemplo— los individuos sí las utilizan para sus transacciones y para determinadas relaciones comerciales. No sólo se utiliza para el intercambio de mercancías como tal, es decir, para la venta de algún tipo de producto y su pago en Bitcoin, sino que también se emplea para el envío de remesas desde el extranjero hacia Cuba y para el envío de dinero desde Cuba hacia el extranjero.

Esta es un arma de doble filo, pues aunque no esté regulado ni transparentado por ninguna institución, significa una ventaja ante las más de 200 regulaciones o sanciones impuestas por la administración de Donald Trump a Cuba en los últimos 4 años, que incluyen restricciones al envío de remesas a Cuba. En este contexto, muchos cubanos dentro y fuera de Cuba se han puesto de acuerdo para utilizar esta herramienta para recibir dinero, incluso para comprar productos dentro de Cuba.

Hay personas en el extranjero que tienen acceso a criptomoneda y compran productos para sus familiares dentro de Cuba pagando con ella. De esta manera, sí pudiera considerarse como una ventaja. Sin embargo, el mercado financiero cubano como tal aún no está lo suficientemente desarrollado para acogerlas. 

Los cubanos, que en general tienen muy buen nivel de educación, han encontrado en el uso de las criptomonedas una cierta manera esquivar los efectos de las sanciones y buscar alternativas para el comercio, para resolver situaciones cotidianas del país.

¿Qué podría hacer el gobierno cubano para impulsar la criptoeconomía y beneficiarse de su uso?

En primer lugar se debe potenciar el desarrollo de un mercado y de instituciones financieras, mucho más rápidos, profundos y modernos que los que existen hoy. Eso no depende, desgraciadamente, de la voluntad del Estado cubano, aunque mucho sí se puede hacer al respecto.

Además se debería permitir el acceso de instituciones y bancos internacionales de una manera más expedita, incluso de algún tipo de banca privada o institución financiera no bancaria, de manera más general, dentro del país. Pero el acceso al fenómeno del Bitcoin y a fondos de inversión basados en criptomonedas no depende solamente del país, sino de cómo Cuba es vista en los mercados internacionales financieros.

Definitivamente ahí tenemos el impacto muy negativo de las sanciones estadounidenses, que afectan la imagen de Cuba, no solo por problemas propios que ha presentado el país desde el punto de vista financiero, sino por el trato injusto que se le ha dado a raíz de estas sanciones, y por la privación del acceso al libre comercio en el mercado financiero internacional.

Pudiéramos también aprovechar el fenómeno de las criptomonedas para convertirnos en un país revolucionario y emprendedor, y comenzar a regular y legislar respecto a la utilización del Bitcoin, no solo para no quedarnos rezagados en cuanto a lo que está haciendo la región de América Latina y el Caribe, sino también como forma de respuesta al desarrollo y la aceptación que ha tenido el Bitcoin en Cuba en los últimos cinco años.

Yo creo que deberíamos ser más proactivos desde el punto de vista legislativo, como han hecho otros países como Japón, Rusia, u organismos regionales como la Unión Europea. Así estaríamos más preparados desde el punto de vista jurídico para cuando se decida —si es que se decide— la utilización del Bitcoin para realizar transacciones oficiales o para un uso más generalizado dentro de la población. Todo esto depende de la proactividad del Estado cubano y de sus prioridades en los planes de desarrollo a corto y mediano plazo.

No obstante, hay que ser optimista, porque, en definitiva, el fenómeno de la criptomoneda va a formar parte del futuro sin duda alguna, no solo de los mercados financieros y de la economía internacional, sino también de Cuba, en cierto punto.

 

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