Desentrañando la suspensión de depósitos de dólares en efectivo en los bancos cubanos

Análisis del Catedrático Emérito de Economía cubano sobre la reciente medida.

Foto: Los Angeles Times

La medida y sus causas

El 10 de junio, El Banco Central de Cuba (BCC) suspendió “temporalmente”, a partir del 21 de junio, los depósitos en billetes de dólares estadounidenses en los bancos cubanos, se mantiene la posibilidad de hacer depósitos en otras monedas libremente convertibles (MLC) como euros, libras esterlinas, dólares canadienses, etc. La explicación oficial de la medida son las sanciones o multas multimillonarias impuestas por el gobierno de los EE.UU. a bancos internacionales con los que Cuba trata de hacer transacciones, agravadas por más de 240 sanciones impuestas bajo Trump y que continúan hoy. “Desde 2005, un total de 35 bancos extranjeros cerraron sus operaciones con Cuba (…) 24 de ellos a partir de la administración de Trump, y 12 de ellos fueron penalizados (…) solo en 2020 se cuentan más de 190 acciones de unos 95 bancos extranjeros contra la banca cubana”. Por ello, se alega, es cada vez más difícil para Cuba depositar dólares en dichos bancos o hacer transacciones, por lo que los dólares son virtualmente inútiles.

No está prohibido el depósito en dólares desde el exterior en forma electrónica a las tarjetas magnéticas para comprar en las tiendas en MLC. También se pueden enviar remesas en dólares a cuentas ya abiertas en esa moneda a través de tres bancos cubanos: Metropolitano, Popular de Ahorro, y Crédito y Comercio. Las personas que tienen ya depositados dólares en los bancos podrán transferirlos a las tarjetas magnéticas para comprar en las tiendas en divisas. Podrían también usarse para la compra de viviendas, pero la compraventa fue suspendida justo el 11 de junio, se dice que de forma temporal por el aumento de nuevos casos de COVID-19. En todos los casos (depósitos bancarios en dólares, tarjetas magnéticas, etc.) no se pueden extraer dólares porque se alega que no hay suficiente liquidez, pero se pueden sacar en CUP (cuyo valor se ha deteriorado substancialmente, ver después). Los euros y otras MLC que se depositen en los bancos cubanos, tampoco se pueden extraer, salvo en CUP.

¿Hay un excedente o un déficit de dólares en Cuba?

Los cubanos que necesiten comprar alimentos, medicinas y otros bienes esenciales tendrían que haber depositado ya sus dólares, de lo contrario no podrán comprarlos. El resultado de esto es que el gobierno recibirá un aluvión de dólares que le dará un respiro temporal frente a sus obligaciones externas. Funcionarios del Banco Central han negado que esto sea cierto, sugiriendo que hay un excedente de dólares en Cuba. Sin embargo, esto se contradice con regulaciones y declaraciones oficiales previas: los que tengan cuentas bancarias en dólares no pueden extraerlos y reciben CUP debido a la falta de liquidez; las casas de cambio (CADECA) no venden dólares por CUP, por la misma aducida razón; en mayo se suspendió el canje de dólares en los aeropuertos por la escasez de aquellos; Cuba no hizo el segundo pago en dólares al Club de París en 2019 porque carecía de esa divisa; el inventario en las tiendas que venden en MLC (con ganancias de más de 200% sobre el precio original) ha mermado considerablemente por la reducción en las importaciones de dichas mercancías por falta de dólares, contrario al ilusorio excedente.1

Por el contrario, la explicación de que Cuba necesita dólares se respalda porque la medida generará el aluvión de dólares que se deben haber depositado en los bancos antes del plazo, y se mantiene el envío de dólares a las tarjetas magnéticas o a los tres bancos cubanos lo cual—de seguir el racionamiento oficial—aumentaría el excedente que se dice existe. Además, en junio de 2020, debido a la caída del turismo y del ingreso correspondiente por la pandemia, el gobierno suprimió el gravamen del 10% al dólar como incentivo para incrementar las remesas. Hace una semana, el Club de París en negociaciones con el diputado primer ministro Ricardo Cabrisas, prorrogó el pago de la deuda cubana, basado en los argumentos de que Cuba sufría penurias sin precedentes debido al reforzamiento del embargo o “bloqueo” estadounidense por Trump, COVID-19 y su impacto en el turismo, y 524 huracanes desde 2000. Ni Cabrisas ni el Club han revelado los detalles del acuerdo, pero sabemos que no se condonó la deuda como solicitaba Cuba y es probable que la prórroga no sea muy larga—puesto que La Habana la hubiese anunciado como un triunfo—y que sea de unos pocos meses. De ser esto cierto, el gobierno cubano necesitará dólares para pagar dicha deuda porque el Club no aceptará otra posposición y el default agravaría aún más la crisis económica que sufre Cuba, la peor desde 19931. Además, se adeudan miles de millones de dólares a acreedores externos por suministros esenciales, hay escasísimo crédito externo, y es fundamental pagar esa deuda o se pararán por completo dichos suministros.

Impacto en el valor del dólar y del euro

Lo lógico es que el valor del dólar decline con rapidez, por varias razones: la gente quiere deshacerse de los dólares y cambiarlos por euros para asegurar su valor de compra en el futuro de ahí que, al crecer el flujo de dólares en el mercado negro y disminuir su demanda, mermará su valor. Debido a las restricciones del gobierno hay poco que se puede hacer con el dólar, salvo viajar al extranjero para comprar mercancías con dólares, entrarla y revenderla a fin de lograr una ganancia, pero la mercancía puede ser confiscada en el aeropuerto, además muy pocos viajan debido a la pandemia. Por el contrario, el euro debería encarecerse por efecto de la expansión de su demanda y la escasa oferta existente tanto en las arcas del gobierno como en el mercado negro: Hay escaso circulante interno de esta moneda por la desaparición virtual de los turistas europeos por más de un año —los pocos que van, compran paquetes en sus países de origen, emplean tarjetas de crédito en Cuba y gastan poquísimos euros. También los euros son escasos porque Cuba importa mucho más de lo que exporta a Europa y porque, hasta ahora, pocas remesas se reciben en euros.

No todos los economistas están de acuerdo con el razonamiento anterior, por ejemplo, Pedro Monreal ha vaticinado que los dólares no van a evaporarse. Julio Carranza presagia que habrá compradores de dólares que quieran aprovechar su bajo valor con el fin de sacarlos clandestinamente del país y venderlos en el extranjero con una copiosa ganancia o atesorarlos para el futuro como una garantía frente a la devaluación del CUP. Pavel Vidal cree que habrá menos dólares en el mercado informal para vender pues mucha gente los depositará en los bancos. El 3 de junio y el 28 de septiembre de 2020, el gobierno de Trump puso en la lista “negra” a las agencias cubanas manejadas por militares que recibían remesas de los EE.UU. Fincimex y American International Services respectivamente; el 27 de noviembre prohibió a la Western Union el envío de las remesas a esas dos agencias cubanas, y el 1 de enero de 2021 agregó a la lista el Banco Financiero Internacional cubano. A pesar de que el gobierno cubano creó hace seis meses una agencia civil, Red S.A, que puede legalmente recibir las remesas, no aprovechó esta vía para recibirlas y dictó la medida de marras. Además, las “mulas” que llevaban dinero en efectivo han menguado también por las restricciones a los viajes impuestos por COVID-19: los vuelos estadounidenses a Cuba se han reducido a dos o tres por semana y van casi vacíos, porque los visitantes tienen que observar una cuarentena de 10 días, alojados en hoteles que el gobierno escoge, pagando por el alojamiento y alimentos, y sin poder salir para reunirse con sus familiares.

Las tendencias recientes confirman la devaluación del dólar. Desde la unificación monetaria el 1 de enero hasta que se aprobó la medida el 10 de junio, el dólar en el mercado negro había aumentado de 24 a 70 CUP (2,9 veces el cambio oficial de 24 CUP); El Toque ha reportado que ha caído a alrededor de 60 CUP (2,5 veces el cambio oficial). El euro se está cambiando a 82 CUP frente al cambio oficial de 29,2 CUP (2,8 veces el cambio oficial) y esto solo a una semana de anunciarse la medida2. Para cambiar un dólar por un euro en el mercado negro hay que pagar 26 CUP más.

Beneficiados y perjudicados

La medida tendrá principalmente beneficios para el gobierno cubano, en su mayoría a cortísimo plazo (el aluvión de depósitos en dólares por once días, algo que ha sido negado por La Habana), pero también a mediano plazo (lo que gane con las comisiones de cambio en el futuro) y quizás a largo plazo (evadir o disminuir las sanciones del gobierno de los EE.UU. a las transacciones cubanas con bancos extranjeros). La medida ha dado aún mayor dominio al gobierno sobre los dólares porque: recogerá parte de los billetes atesorados por la población; controlará más las remesas a través de su mayor envío por medios electrónicos, y reducirá el envío de dólares por mulas ya que habrá muy poco en qué gastarlos. Por otra parte, también creará algún problema. La desconfianza de la población crecerá pues en 2019 se restauró parcialmente el uso del dólar para la compra en las tiendas de divisas; recuérdese que el dólar se hizo moneda de curso legal en 1995 para eliminarlo en 2004. Carranza3 ha predicho que el gobierno tendrá que pasar toda la economía del dólar al euro, con las dificultades contables y operativas consiguientes—peor aún ¿cómo lo hará respecto a otras MLC? Además, según Carranza la medida no detendrá la inflación galopante (que se estima entre 500% y 900% este año), ni tampoco la devaluación del CUP pues solo la cambiará del dólar al euro.

Los cubanos en la Isla son los más perjudicados porque tendrán que usar una moneda más cara (el euro) para comprar bienes y servicios; y los más afectados será el aproximadamente 35% de la población que no recibe remesas en dólares y menos aún en euros, que tendrá que comprar una moneda más cara con su CUP para acceder a los productos que se comercializan en MLC. Los cubanoamericanos que utilizan mulas o intermediarios en EE.UU. para que sus remesas lleguen directamente a los familiares y amigos en la Isla (los cuales pueden elegir comprar bienes o servicios en el mercado negro), en vez de enviar dólares a las tarjetas magnéticas que se limitan a las tiendas en divisa, tendrán que comprar euros y pagar $1,20 por cada uno, además de una comisión de cambio al banco en EE.UU. La pregunta es si el gobierno mantendrá las tarjetas magnéticas en dólares o, en vista a los frecuentes vaivenes de política previos, las cambiará a euros; en el primer caso los portadores de euros tendrían que depositarlos en los bancos si quieren comprar en las tiendas MLC y la tasa de cambio la impondrá el gobierno (Vidal, 2021).

Por último, los inversionistas extranjeros tendrán más obstáculos para repatriar sus ganancias en dólares.

¿Cuánto tiempo se aplicará la medida?

La Habana expresa que la duración de la suspensión de los depósitos en dólares “dependerá de la eliminación de las restricciones [de los EE.UU.] que impiden el normal funcionamiento de los procedimientos de exportaciones de la moneda estadounidense”. O sea, hasta que el gobierno de los EE.UU. elimine las sanciones a bancos internacionales por hacer operaciones con Cuba.  Funcionarios del BCC han dicho que la medida no se tomó antes porque estaban haciendo gestiones para resolver el problema. Léase: los intentos diplomáticos con la administración de Biden que hasta ahora no han tenido efecto. No hay que descartar que la medida intente ejercer presión sobre Biden para que suavice o elimine las restricciones.

 

REFERENCIAS

1 Mesa-Lago, Carmelo (2021), La unificación monetaria y cambiaria en Cuba: Normas, efectos, obstáculos y perspectivas, Madrid, Instituto Elcano de Asuntos Internacionales, Documento de Trabajo 2/2021, febrero.

2 Citado en: Cantó, Lorena (2021), “El euro, principal candidato a ocupar el trono de dólar en Cuba”, EFE, 12 junio. / Monreal, Pedro (2021), “Una interesante iniciativa para medir la tasa de cambio informal en Cuba”, Facebook, La Habana, 18 junio.

3 Carranza, Julio (2021), “El contrapunteo monetario…”, Facebook, 10 junio.

 

Nota:

Agradezco clarificaciones muy útiles enviadas por Julio Carranza y Emilio Morales para este artículo.

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