Frenazo al tope de los precios del pollo, la leche en polvo y otros productos del sector privado

La medida, que debía entrar en vigor este lunes, de acuerdo con fuentes oficiales y no oficiales, fue detenida por las autoridades. Al menos por el momento.

Precios en La Habana, el 4 de junio de 2024. Foto: Otmaro Rodríguez.

Precios de un puesto de venta privado en La Habana, en junio de 2024. Foto: Otmaro Rodríguez / Archivo.

Cuando parecía inminente un nuevo “tope” de precios a productos que comercializa el sector privado, como el pollo, la leche en polvo, el aceite y las pastas, las autoridades cubanas pusieron el freno a la medida. Al menos, por el momento.

El tope había sido anunciado por autoridades locales en reuniones sostenidas con mipymes y otras formas de gestión no estatal, y según varias publicaciones en redes y medios no oficiales, los límites podían variar según el municipio donde se aplicarían.

La noticia había sido adelantada por medios independientes e informada luego por gobiernos como el de la provincia de Pinar del Río, según el cual los precios para ese territorio habían sido “pactados” por las autoridades con representantes del sector privado.

Varias de estas fuentes, tanto oficiales como no oficiales, daban al lunes 1ro de julio como el día en que dicho tope entraría en vigor, algo que también informó la agencia española EFE citando a “dos fuentes conocedoras de las medidas”.

Sin embargo, llegó julio y la restricción no fue puesta en marcha.

Una publicación en Facebook este lunes de la Dirección de Inspección de Pinar del Río confirmó el frenazo a la medida. De acuerdo con la misma, las autoridades cubanas decidieron no implementar estos “precios minoristas máximos”, al tiempo que “mantienen los análisis e intercambio con las formas de gestión no estatal, hasta concertar precios”.

“Los municipios que publicaron los nuevos precios a partir de los análisis realizados con dichos actores, quedan sin efecto para su aplicación”, añade la nota, según la cual “la decisión está sujeta a estudios y aprobación para su adecuada puesta en vigor”.

Los productos y los precios de la discordia

Varias fuentes, entre ellas EFE, afirman que el tope ahora detenido se implementaría en seis productos: el pollo, el aceite, la salchicha, la leche en polvo, las pastas y el detergente.

No obstante, en algunos territorios este grupo parece haber sido mayor. La propia publicación ya citada de la Dirección de Inspección de Pinar del Río, aun cuando menciona explícitamente estos productos, añade también a “otros” que no refiere de manera explícita.

Por su parte, las autoridades del municipio habanera de Plaza habían decidido topar igualmente —según sus redes— productos agrícolas como la malanga, el ajo, el frijol, el pepino y el tomate.

En cuanto a los precios, aun cuando existían al parecer algunas variaciones entre territorios, en general se mantenían en un entorno cercano. 

Según tablas publicadas en redes, el kilo de pollo costaría como máximo sobre los 680 pesos, el litro de aceite vegetal, 990 pesos; el kilo de salchicha, 1045 pesos, el kilo de leche en polvo, 1675 pesos; el kilo de pasta alimenticia, 835 pesos; y el kilo de detergente, 630 pesos.

Estos precios, a juzgar por comentarios y reacciones en redes, no dejaron complacidos a muchos.

Mientras las mipymes y otros actores privados se han quejado por la restricción del margen de ganancias —no aplicada por igual al sector estatal— y las complicaciones derivadas de la inexistencia en la práctica de un mercado cambiario; la población tampoco se ha mostrado satisfecha con la oficialización de precios que siguen siendo muy altos para sus salarios.

¿Topar o no topar?

Aunque este lunes no entró en vigor este tope, sí lo hizo otro: el que fija un límite del 30 % a las ganancias derivadas de las compras que hace el sector estatal al no estatal.

La medida, anunciada previamente, fue confirmada recién durante una reunión en el Consejo de Ministros, en la que se anunció un nuevo grupo de medidas enmarcado en la voluntad gubernamental de “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.

Gobierno ajusta sus planes a una “economía de guerra” y anuncia una política “única” de precios

En ese encuentro, el Gobierno cubano anunció ajustes al plan económico y el presupuesto estatal de 2024 a las condiciones de “economía de guerra”, así como una política “única” de precios, como parte de las nuevas disposiciones para hacer frente a la severa crisis que atraviesa el país.

Al referirse a esa política de precios, Mildrey Granadillo de la Torre, viceministra primera de Economía, aseguró que la misma sería “inclusiva y en igualdad de condiciones para todos los sujetos de la economía, que incluye tanto al sector estatal como al no estatal”.

Sin embargo, en su intervención, al menos de acuerdo con la reseña del diario Granma, no se refirió explícitamente al posible tope que debía entrar en vigor este lunes y fue detenido.

En cualquier caso, como apuntó en X el economista Pedro Monreal, “si alguna lección evidente deja en Cuba la historia de los precios ‘topados’ es que no funcionan bien”.

“La ‘contención’ de precios que se logra en documentos oficiales se convierte en inflación ‘reprimida’ que coexiste con desabastecimiento y con precios de mercado negro”, consideró el experto, a partir de numerosas experiencias previas que no cumplieron con el propósito gubernamental por el que fueron establecidas.

Queda por ver entonces si el frenazo puesto ahora es temporal o definitivo, y, en caso de lo primero, cuándo se le dará luz verde al tope, cuáles serán los precios finales, y —lo principal— qué sucederá entonces con esos productos: si se mantendrán en los anaqueles de las mipymes o, como tantas otras veces, pasarán mayormente al oscuro y turbulento feudo del mercado negro.

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