La agricultura cubana y las PYME

Se avizora el protagonismo de las PYME en las transformaciones impulsadas por el sector agropecuario cubano.

Foto: Fernando Medina (Archivo).

Preámbulo

El sector agropecuario cubano ha iniciado un importante proceso de transformaciones osadas y profundas, en el que se avizora el protagonismo de las PYME (pequeñas y medianas empresas).

Agricultura cubana: transformaciones que apremian

Ante este escenario de importante participación la cooperativa posee el 44% de la tierra agrícola, mientras que la forma productiva usufructuaria y la privada concentran alrededor del 20 % y el 3% de este recurso, respectivamente. En estas dos últimas formas es donde radican las posibilidades de clasificación de las PYME de producción agrícola. No obstante, vale aclarar que el usufructuario suele estar vinculado, en la mayoría de los casos, a las formas cooperativas existentes.

Concepto y características generales de las PYME

Las PYME suelen desempeñar un papel importante en la economía de un país, debido a que participan en la generación de empleos y contribuyen a incrementar la oferta de productos y servicios, motivando aportes, en su conjunto no poco significativos, al Producto Interno Bruto (PIB).

En realidad, las PYME suelen comprender, además de las pequeñas y medianas, a micro empresas operadas por una persona natural o jurídica bajo alguna forma de organización. Por lo general están compuestas por profesionales con suficiente competencias y calificación para desempeñarse en las áreas de finanzas, mercadeo, producción y servicios tecnológicos, o cualquier otra área económica-productiva.

Debido a su tamaño, objetivo, capacidad y necesidad de competir, las PYME también suelen necesitar cierto apoyo y protección del Estado, a través del otorgamiento de créditos o financiamientos, así como de ayudas en la gestión, innovación y desarrollo tecnológico.

Este tipo de estructuras empresariales encierran, además, ventajas y desventajas. Algunas de las ventajas son:

Respecto a las desventajas, se pueden enumerar las siguientes:

Clasificación o identificación de las PYME

No existe un concepto o definición única de las PYME, ya que la clasificación de micro, pequeñas o medianas empresas se corresponde a la economía y a las particularidades de cada país, aunque existen consideraciones generales al respecto. 

Las PYME se caracterizan por promover la innovación trabajando con la lógica, los intereses y la cultura. Se encuentran atentas al comportamiento del mercado y a los pequeños espacios o nichos no cubiertos, que suelen manifestarse en el ámbito de la economía.

Dentro los aspectos que suelen caracterizarlas se encuentran:

Un criterio para su clasificación puede ser el número de trabajadores que las integran; también el monto de las operaciones en efectivo, ya sea por las ventas o ingresos, magnitud de las utilidades, es decir, existe diversidad de variantes. Sin dudas, este pudiera constituir un criterio a considerar para la clasificación de las PYME en la economía cubana y la agricultura.

Fuente: Elaboración del autor.

Impulsar o no las PYME. Incentivos

Existen diversidad de criterios para fomentar o no las PYME. En ocasiones, los gobiernos, buscando potenciar el crecimiento, sitúan en un segundo plano a las PYME. Lo más usual consiste en concentrar el apoyo en las grandes empresas. Esto se debe a que estas tienen un mayor peso en el PIB y a que resulta más complejo ayudar a varias entidades. Es decir, apoyando a las más grandes los recursos se concentran.  

Otros consideran que apoyar a las PYME podría ser la manera de generar un punto de arranque a la salida de las recesiones económicas.

En realidad, las PYME pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo económico de un país; pueden realizar y lograr un aporte importante del capital en su constitución, sin tener que acudir al financiamiento total por parte del Estado (gobierno); así como también en la generación de empleo, en el incremento de la oferta de bienes y servicios, en el fomento de la competencia. Con ello: impulsar el desarrollo de la economía y mejorar la distribución del capital bajo las premisas del emprendimiento. De igual forma, las PYME poseen necesidades específicas, que corresponde al Estado (gobierno) atender, ya que necesitan cierta protección e incentivos que les permitan competir con las grandes empresas. Respecto a ello se puede hacer mención a líneas de crédito con condiciones especiales, beneficios impositivos, entre otras.

Las PYME agrícolas

En el sector agropecuario cubano resulta apropiado iniciar el análisis por la composición de las diversas formas o bases productivas existentes y este examen debe estar apoyado en dos indicadores fundamentales: 1) hectárea por cooperativa y 2) hectárea por miembro integrante, que a su vez posibiliten medir su comportamiento en las CCS (Cooperativa Crédito y Servicios), CPA (Cooperativa Producción Agropecuaria) y en el sector privado.

En realidad, el segundo indicador antes mencionado posibilita medir (ver el siguiente cuadro), al tiempo en que ejemplifica que cada miembro de las CCS es el menor poseedor de las hectáreas promedio; le sigue la forma productiva privada, y así sucesivamente, hasta llegar a las CPA.

Entidades y cooperativas en el Sector Agropecuario Fuente: Elaboración del autor. Disponible en “El Cooperativismo en la Economía Cubana”, Editorial Temas 2021.

En el caso agrícola cubano, tomando como referencia el indicador de las hectáreas promedio por productor, de forma preliminar se puede considerar que las CCS y las formas productivas privadas, clasifican como pequeñas empresas; mientras que el Usufructuario y las CPA como medianas empresas. Debe tenerse presente que las CCS y las CPA funcionan bajo las formas de producción cooperativas, y no se consideran propiamente PYME.

Ahora bien, ¿dónde pudieran existir espacios para el desarrollo de las formas productivas PYME en el sector agropecuario? Evidentemente, en las producciones de servicio, de apoyo, y de productos propiamente. Entiéndase: en la producción de biofertilizantes, bioproductos de control de plaga y enfermedades, servicios de mantenimientos y reparación de equipamiento, maquinaria, implementos, equipos de riego, transporte, introducción y asistencia técnica para la FER (Fuentes de Energía Renovable), entre otros.

De igual forma, podrían desarrollarse en las actividades de apoyo logístico, particularmente en la transportación, comunicación, servicio de laboratorios, automatización, robótica y organización de las redes productivas, etc. Estas futuras PYME, pueden brindar servicios a las UBPC (Unidades Básicas de Producción Cooperativa, que ocupan el 23 % de la tierra agrícola1) y a las empresas estatales. También los servicios jurídicos, trámites, contabilidad y auditoría podrían formar parte de las actividades de las PYME en apoyo al sector agropecuario.

Sin dudas, las PYME radicarán en los territorios (municipios), y harán gestión de promoción y venta en la solución de los problemas productivos propios del territorio. Como PYME, tendrán cuenta bancaria, personalidad jurídica propia y cumplirán las obligaciones fiscales establecidas. 

 

Notas:

1 Producen  6, 3 y 17 %  de la producción de origen vegetal, cárnicos (peso en pie) y leche, respectivamente, de la producción total de 2019. 

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