Los destinos del salario medio

Salario en Cuba

El salario medio en Cuba ascendió a 471 pesos cubanos durante el 2013. En la tasa de cambio vigente, equivale a 18,84 USD. El número se mantiene en la tendencia al leve crecimiento del promedio salarial del país, calculado por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) y publicado en un informe anual.

Sin embargo, el reporte oficial solo menciona lo devengado en pesos cubanos por los trabajadores de empresas o entidades presupuestadas. OnCuba comprobó en septiembre de 2013 que los pagos extra en pesos convertibles no son incluidos en este cálculo, una ausencia que limita las mediciones sobre la media del salario.

El verdadero salario medio de Cuba sería una de las cifras económicas que se aclararía después de la eliminación de la dualidad monetaria.

El cálculo estadístico tampoco incluye al sector cuentapropista, que reúne al 6 por ciento de la fuerza laboral del país y donde los sueldos, como norma, son más altos que en el sector estatal.

El Estado cubano compensa los bajos salarios por medio de grandes subsidios a la electricidad, los alimentos y otros servicios. En 2011, el vicepresidente del gobierno Marino Murillo explicó que el gobierno vendía al año, a través de la “canasta familiar normada”, mercancías por valores de mil millones de dólares, pero solo recaudaba 126 millones de dólares, debido a los precios subvencionados.

En junio de 2014, el propio Murillo comentó también que la familia cubana promedio paga 36 pesos cubanos mensuales por la electricidad, cuando al Estado le cuesta 220 pesos cubanos producirla.

La eliminación de los subsidios y el aumento de los salarios son dos de los engranajes irremediablemente conectados en la actualización del modelo económico cubano.

Ni un peso más

“A cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo” es un principio socialista incluido en la Constitución de 1976, como parte del ideal distributivo que predica ese sistema, imperante en Cuba desde principios de los años sesenta.

Pero en la economía de “a cada cual según su trabajo, a cada cual según su picardía”, según la canción del popular Dúo Buena Fe, el tema del salario es de discusión nacional, más aún después del aumento que recibió el 6 por ciento de la fuerza laboral de la Isla.

Los 440 mil empleados de la Salud Pública representan una cantidad casi similar a la del número de cuentapropistas. Pero el número de emprendedores privados lleva años girando en ese punto, mientras que las filas de los trabajadores de los servicios médicos aumentan progresivamente. En las facultades de Medicina estudian más de 37 mil jóvenes que en unos años serán doctores.

El presidente cubano Raúl Castro ha explicado que el salario no subiría sin un respaldo en bienes y servicios, ante la amenaza de una espiral inflacionaria acompañada por un aumento de la deuda externa. Castro no vaticina un desastre económico. Más bien, intenta evitar por segunda vez una experiencia que manejó cuando asumió la presidencia.

“En 2005 se aplicó una reforma salarial para ajustar los salarios de acuerdo con la calificación, los títulos y los conocimientos de los trabajadores que dependen del presupuesto de Estado, sobre todo en los sectores de salud y educación. Poco después se estableció un incremento de las pensiones (…) Además, el salario mínimo se elevó de 100 a 225 pesos” escribió en 2008 el economista cubano Omar Everleny.

“Estas medidas contribuyeron a aliviar la situación económica de una gran parte de los trabajadores cuyo salario depende del presupuesto, así como de los jubilados o pensionados”, añadió.

Más allá de los beneficios, Everleny señalaba que “el incremento de la liquidez monetaria sin una respuesta productiva adecuada y el aumento de las importaciones de bienes de consumo han provocado una nueva suba de precios, evidenciada en el índice de inflación de los últimos años”.

Entonces, el especialista ofreció dos soluciones en favor del poder adquisitivo del trabajador cubano: “Para incrementar el salario real es necesaria una mayor oferta de productos en pesos –la moneda en la cual se perciben los salarios– o una revaluación de esa moneda para acercarla al peso convertible”. Los destinos están ubicados, pero, aparentemente, las rutas no están todavía trazadas.

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