Mariel en pausa

Zona Especial de Desarrollo Mariel, en Artemisa, Cuba, durante su inauguración el 27 de enero de 2014. Foto: Adalberto Roque / AFP.

Zona Especial de Desarrollo Mariel, en Artemisa, Cuba, durante su inauguración el 27 de enero de 2014. Foto: Adalberto Roque / AFP.

La terminación del proyecto de Mariel queda detenida hasta nuevo aviso debido a la congelación del pago en cuotas de préstamos concedidos por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) –el banco de Fomento de Brasil– a la empresa constructora Odebrecht, a cargo de las obras en el puerto cubano.

La empresa brasileña se verá imposibilitada de honrar sus compromisos y negocios vigentes en más veinte países debido a la decisión del Banco de revisar exhaustivamente sus operaciones. El origen de la decisión es la denuncia efectuada contra su presidente, Marcelo Odebrecht, al ex presidente Luis Inacio Lula da Silva, y a otras nueve personas por supuestos hechos de corrupción y blanqueo de capitales en el marco del caso Petrobras.

BNDES ha dado a conocer la lista de las empresas que serán sometidas a la revisión minuciosa de los proyectos que están siendo financiados, y se reservó la potestad de terminarlos unilateralmente si considera que existen irregularidades en ellos.

En relación con Cuba, BNDES había financiado las exportaciones de unas 400 empresas brasileñas, lideradas por Odebrecht, por un valor equivalente al 70 por ciento del monto total para la realización del proyecto de la Zona Especial de Desarrollo. Estas fueron realizadas en sociedad con la cubana Quality. Estos acuerdos fueron alcanzados en el marco de las favorables relaciones políticas existentes entre ambos gobiernos, y el ánimo de Brasil de convertirse en el principal socio de la Isla en la región.

El proyecto exigió inversiones de 957 millones de dólares, de los cuales 682 millones fueron financiados por Brasil y el resto aportado por Cuba. Para aprobación del crédito, el BNDES acordó con el gobierno cubano que de los 957 millones necesarios, hubiera en Brasil compra de bienes y servicios comprobadamente brasileños por valor, al menos, de 802 millones de dólares.

Las obras realizadas incluyeron la modernización del Puerto de Mariel, una Terminal Internacional de Contenedores, el drenado del Canal de Entrada y de la Cuenca de Manobras, la construcción de 700 metros de muelle para la Terminal de Contenedores, un centro de carga, patios, redes de abastecimiento de agua y tratamiento de residuos y toda la infraestructura para el suministro de energía eléctrica.

La creación de la nueva terminal, con capacidad para mover un millón de contenedores (TEU) por año, exigió la mejora de la estructura logística destinada al puerto. Para ello, se construyeron 11 km de carreteras y líneas ferroviarias de conexión con el puerto.

Según su página web, los negocios de Odebretch en Cuba incluían no solo el Proyecto del Mariel, sino también la administración del central azucarero 5 de Septiembre y la reforma y ampliación del Aeropuerto de La Habana, pero este último proyecto fue otorgado a Francia como parte de los más recientes acuerdos entre Cuba y el país galo.

No obstante, el préstamo de 150 millones para expandir y modernizar el Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana, la ampliación del aeropuerto de Santa Clara y la compra de equipos para las terminales de Holguín, Cayo Coco y Cayo Largo se había firmado en agosto pasado con un plazo de 180 meses y un interés anual del 7 por ciento.

Ante esta situación de incertidumbre, no ha existido hasta el momento ninguna declaración por la parte cubana sobre la posibilidad de que las operaciones pendientes (de las que tampoco existe información precisa) en la Zona de Desarrollo pasen a otras empresas extranjeras interesadas en ellas, o si Cuba decidirá mantener los compromisos asumidos con Odebrecht.

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