Siete inventos alcohólicos cubanos

Mojito ¿con Chispae´tren?

Mojito ¿con Chispae´tren?

Los empinadores del codo han saboreado el nombre de Cuba a través de firmas prestigiosas como Bacardí y Havana Club. Multitudes han cogido su mareíto con creaciones cocteleras de la Isla como el Daiquirí, el Cuba Libre y el Mojito. ¡Qué rico sabe Cuba para el mundo! Pero Cuba en Cuba se degusta diferente. “Metralla” beben las mayorías que sueñan con bajar, aunque sea una vez al año, una botella de añejo.

El cubano, inventor nato, ha asegurado el trago desde los mambises hasta hoy. Amantes del alcohol famosos nos sobran en el arte, la industria, el transporte, la política…

Para guarachear en el dominó, para celebrar en familia, para ahogar las penas, para ganarse los frijoles… Los motivos para inventar son tan numerosos como los inventos mismos.

Chiva Prieta

Quizás una de las más inocentes y curiosas historias del apego por el alcohol sucede en el municipio de Vertientes, Camagüey. Allá juegan Las chivas, un equipo de fútbol cuyo nombre hace alegoría a una de las bebidas caseras más populares: chiva prieta.

Una chiva negra recostada a una botella de ron forma el escudo del “club”. Según cuentan los jóvenes futbolistas, organizados de manera espontánea para participar en una liga municipal ordenada por el INDER, ellos poseen una de las reservas más grandes del municipio del invento, creado a partir de la liga del ron Cuba Libre con refresco de cola. Es sostén al final de cada partido.

Chiva Blanca

Como variante refinada de la chiva prieta nació la chiva blanca, una mezcla de ron con limón que sabe de lo más bien, dicen sus defensores, aunque a muchos les pinte a remedio casero.

Termómetro

El juego de palabras está en la médula del humor criollo. Así que no es raro que por termómetro se llame a la afiebrada, diluida y nunca bien ponderada cerveza de termo.

Alcohol de 90

Los grados Gay-Lussac dan la concentración de alcohol contenida en una bebida. El químico y físico francés Louis Joseph Gay-Lussac, creador de esta medida, es mentado en todo el orbe, pues gracias a él se sabe que el sake contiene 20 grados, el tequila 55 y el vodka 40. Aquí el francés no se mienta, pero gracias a su inventiva se sabe que esas bebidas famosas son niños de teta ante el alcohol de 90, por mucho, una de las bebidas más populares de Cuba.

En Japón, Rusia y México hay un frío que encarar, pero aquí a puro pecho se toma el alcohol de 90, suerte de versión criolla del whisky escocés, el único de renombre que con sus 94.8 grados supera a este volcán cubano que sale de los centrales azucareros y se usa en la industria farmacéutica o como materia prima para elaborar ron.

Sebaita o Sapito

Es la versión suave del alcohol de 90, pues se rebaja con agua.

Gualfarina o Guarfarina… depende

Hay dos tipos. Una sale de la destilación de la miel de purga y la otra de la fermentación, con heces o carbón vegetal, del alcohol vendido por el Estado como parte de la canasta familiar. Luego de matar el sabor a combustible se destila y ya está. ¡Puro rayo encendido!

Azuquín, Chispa´etren

Azuquín, chispa´etren, hueso de tigre, carambuco, mafuco, espérame-en-el-suelo… Los nombres cambian en toda la Isla, pero todos designan a la misma bebida, que tuvo su debut en los ´90. El más pinto aprendió a extraer el alcohol de la miel de purga fermentada o del azúcar. Todos supimos que “aquello” se dejaba en reposo unos días, se fermentaba con la escasa levadura o con las abundantes excretas y se envasaba donde fuera. Muchos buscaron refugio en el trago, y como la solidaridad no nos faltó nunca, surgieron incontables “buenos samaritanos”.

En la borrachera de miles ha estado el sustento de otros tantos. En Cuba, barrio adentro, se sube el codo con lo que hay a mano. Si es metralla, metralla se tomará.

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