Solo una licencia para trabajo privado en Cuba

Los cubanos podrán tener una sola licencia para el trabajo privado. Foto: Alejandro Ernesto / EFE.

Los cubanos podrán tener una sola licencia para el trabajo privado. Foto: Alejandro Ernesto / EFE.

“Hoy se puede tener más de una y se podrá tener una sola”, dijo este jueves sobre las licencias para el trabajo privado el vicepresidente cubano Marino Murillo.
Murillo, al frente de las reformas económicas del gobierno de Raúl Castro, comentó en el Parlamento que la medida forma parte de una nueva política para el trabajo no estatal aprobada por el Consejo de Ministros.
“No quiere decir que se retrocede en el reconocimiento de fórmulas no estatales dentro del modelo económico cubano –dijo– pero ha habido indisciplinas, ha habido corrupción, y ha habido desviaciones de la idea original.”
Como resultado, a partir de la entrada en vigor de la nueva política –cuya fecha Murillo no precisó– cada cubano sólo podrá tener una licencia para el trabajo privado.
El vicepresidente adelantó que “se está trabajando muy rápido en la elaboración de las normas jurídicas para que tenga expresión en regulaciones todo lo nuevo que se está aprobando”.


De acuerdo con Murillo, se han revisado y reducido de 201 a 122 las actividades del trabajo privado (por cuenta propia) autorizadas en la Isla, algunas de las cuales se han unificado por su afinidad.
Puso como ejemplo las actividades de peluquera, barbero, manicure y otras similares, que ahora se agruparán en la categoría de servicios de belleza.
Dijo que fue aprobada una nueva licencia para operar bares, “hasta hoy camuflada bajo las licencias de actividades gastronómicas”, cuyos horarios de servicio serán establecidos por las autoridades municipales. También se va a autorizar que los arrendadores brinden sus servicios a las personas jurídicas, algo no permitido en la actualidad.
En agosto, el gobierno cubano suspendió temporalmente la entrega de nuevas licencias a un grupo de actividades de trabajo privado, entre ellas las del arrendamiento de viviendas y habitaciones; los servicios gastronómicos en cafeterías y restaurantes (paladares); la gestión de permutas y compraventa de casas y la reparación de equipos electrónicos.
Entonces se informó que no se volverían a autorizar de manera definitiva la venta mayorista, minorista y ambulatoria (carretilleros) de productos agropecuarios la venta de discos y el trabajo como operador de equipos de recreación (para los equipos rústicos), como parte de “un proceso sistemático de revisión y perfeccionamiento, encaminado a corregir deficiencias”.

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Cooperativas: solo en sus provincias

La política aprobada por el Consejo de Ministros también incluye nuevas regulaciones para las cooperativas no agropecuarias, entre ellas que solo podrán operar dentro de sus provincias de origen.
Además, se regulará la distribución de ingresos entre sus socios, de modo que no exista una gran brecha salarial. Para ello se estableció que el salario máximo solo podrá ser hasta tres veces mayor que el mínimo.
Esto evitará, dijo Murillo, que las cooperativas autónomas se comporten como pequeñas empresas privadas.
El vicepresidente cubano aclaró que no se limitarán los ingresos de la cooperativa, sino su distribución.
“Si la cooperativa tiene mucho ingreso, y puede repartir un nivel de ingreso alto, no se limita; lo que sí se dice es que entre el que menos gana y el que más gana no puede haber una diferencia más grande de tres veces”, comentó.
De acuerdo con Murillo, “todo esto que se está normando ahora” se debe a la detección por la Contraloría General de la República de “desviaciones”, como cooperativas en las “que el que menos ganaba, ganaba 3,000 pesos, y el presidente 37,000 pesos, catorce veces más”.
También cooperativas “que vivían del trabajo contratado y no del trabajo de los socios”, lo que “viola un principio del cooperativismo”.
“Eso no se puede permitir”, afirmó.

Las cooperativas, sí… pero no


Murillo dijo que por el momento no se crearán nuevas cooperativas no agropecuarias más allá de las 429 constituidas, las que funcionan de forma experimental. En la cifra se incluyen cinco nuevas que se dedicarán a la pesca.
Comentó que la nueva política también regulará cuántos socios y cuántos trabajadores pueden tener las cooperativas y adelantó que “en la medida en que estén hechas las normas jurídicas se irá publicando por la prensa cada uno de los principios con sus normas”.
También dijo que no se podrán ser socio de más de una cooperativa.
Las cooperativas no agropecuarias fueron autorizadas en 2012 como modalidad «experimental» de trabajo por cuenta propia, y en su mayoría se concentran en los sectores de la gastronomía, la construcción y el transporte.
Del más de medio millón de cubanos que se han acogido al empleo no estatal, más de 12,000 son socios de cooperativas de este tipo.

Mercado mayorista: primeros pasos

Uno de los reclamos de los trabajadores privados en Cuba es la creación de un mercado mayorista que facilite sus producciones y servicios.
Murillo aseguró que para el caso de la gastronomía, actualmente se trabaja en la creación de un mercado para ofrecer productos de alta demanda como el arroz y la harina de trigo. Dijo que aunque no cree que el tema «se resolverá el año que viene», sí se «darán los primeros pasos».
Comentó en que las cooperativas no agropecuarias reciben «determinado nivel de abastecimiento mayorista», pues compran algunos productos con un descuento del 20 por ciento sobre los precios minoristas. También lo tienen algunos trabajadores por cuenta propia, como los agentes de telecomunicaciones –24,000 hasta la fecha y ahora se autorizará crecer en 10,000 más–, que compran las tarjetas a Etecsa con un descuento del 10 por ciento, «por tanto las personas no se quejan de la calidad del servicios ni del sobreprecio».
Además, el vicepresidente explicó que se pondrá en marcha un experimento con los socios de cooperativas de transporte de La Habana, los «tendrán acceso a precios del mercado mayorista en el combustible y a una cantidad racional de piezas de repuesto».

¿Y las tierras?

Marino Murillo recordó que en agosto de 2017, el Consejo de Ministros aprobó extender la vigencia del usufructo de 10 a 20 años prorrogables.
“Usted puede estar mientras que use la tierra para lo cual se le arrendó, indeterminadamente en el tiempo usando esa tierra”, afirmó.
Murillo dijo que en la Isla “hay personas que han pedido tierra en usufructo y la han puesto a producir muy eficientemente y hay otras que no”, y comentó que en Cuba, donde hay 6,3 millones de hectáreas de tierra cultivable, “nadie tiene derecho (…) a tener un pedazo de tierra que no la haga producir, porque eso, por otro lado, nos genera más importación de alimentos”.
Para garantizar esto, el vicepresidente cubano explicó que se comenzará a aplicar el impuesto sobre tierras ociosas, en las provincias de Pinar del Río y Cienfuegos, así como en otros municipios que creen las condiciones, a partir de lo establecido en la Ley del Presupuesto del Estado para 2018.

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“Empezar a cobrar ese impuesto está asociado a que el que tiene la tierra la tiene que hacer producir, sea quien sea, persona estatal, cooperativa o usufructuario, eso es parejo para todos”, aseguró.
EFE / OnCuba

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