Topes de precios vigentes desde este lunes pueden ser “actualizados” y aplicados a otros productos

De acuerdo con una resolución del Ministerio de Finanzas y Precios, las autoridades cubanas "observarán periódicamente el comportamiento de los precios de importación" de las mercancías topadas "para determinar las actualizaciones que correspondan".

Precios en La Habana, el 4 de junio de 2024. Foto: Otmaro Rodríguez.

Un establecimiento privado en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez / Archivo.

Los topes de precios a seis productos básicos vigentes desde este lunes en Cuba pueden ser “actualizados” por las autoridades de la isla y también aplicados a otras mercancías. 

Así lo establece la resolución 225 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), según la cual esta propia entidad, “en coordinación” con los ministerios del Comercio Exterior e Interior está encargada de “observar periódicamente el comportamiento de los precios de importación” de las mercancías topadas “para determinar las actualizaciones que correspondan”.

La norma, publicada este propio lunes en la Gaceta Oficial, apunta igualmente que estos ministerios tienen la potestad de proponer la “inclusión de otras mercancías” en el listado de los productos con precios restringidos por el Gobierno.

Estas disposiciones mantienen la puerta abierta a cambios en los topes recién establecidos, los cuales afectan por el momento al pollo, el aceite vegetal —excepto el de oliva—, la salchicha o “perrito”, la leche en polvo, las pastas y el detergente, considerados por el MFP como “productos de alto impacto en la población”. 

De acuerdo con la resolución, desde este lunes el kilo de pollo puede ser comercializado por los diferentes actores económicos de la isla con un precio máximo de 680 pesos; el litro de aceite vegetal, 990 pesos; el kilo de salchicha, 1045 pesos; el kilo de leche en polvo, 1675 pesos; el kilo de pasta alimenticia, 835 pesos; y el kilo de detergente, 630 pesos.

La medida busca frenar la escalada de los precios de estas mercancías y, con ello, de la creciente inflación en el país, de acuerdo con las propias autoridades.

Recelos y críticas

Tras ser anunciado en reuniones locales con representantes del sector privado, el tope debía entrar en vigor la pasada semana, pero en ese momento fue frenado por las autoridades.

Entonces, el MFP argumentó que el frenazo se debió a “la necesidad de extender los debates” con el sector privado, que según publicaciones en redes y medios no oficiales reaccionó con recelo y preocupación a la restricción de los precios máximos de estos productos.

La entidad gubernamental dijo que en el análisis de la medida también se incorporó “el estado de opinión de la población”, aunque, luego de los precios topados divulgados antes y también este lunes, no pocos cubanos han lamentado que sean muy altos para sus debilitados salarios e, incluso, en algunos casos más altos que los precios actuales en algunos territorios.

Sobre este último caso, la norma advierte que “el establecimiento de los referidos precios minoristas máximos no implica ni justifica que se incrementen los precios de estos productos, en los casos en que al momento de entrada en vigor de la presente Resolución se estén comercializando a precios minoristas inferiores”.

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Sin embargo, no son pocos los que temen que los precios máximos fijados se establecerán como la constante en los negocios privados, los que, por otro lado, siguen cuestionando la influencia del mercado informal de divisas en los márgenes de sus operaciones comerciales y la incapacidad del Gobierno para controlar este mercado u ofrecer otra alternativa a los actores no estatales.

Un método “soviético”

Los cuestionamientos a la medida no llegan solo de comerciantes y compradores. También de expertos como el economista Pedro Monreal.

El reconocido especialista, quien analiza habitualmente en sus redes la situación actual de la economía cubana, consideró lo ahora dispuesto como un nuevo “episodio de la ‘contrarreforma’ burocrática cubana”, que “en vez de utilizar el mercado para flexibilizar “el plan”, entumecen el mercado con el plan”. 

Para Monreal, la disposición en vigor desde este lunes es “un craso error el empecinamiento con un ‘cálculo económico’ de naturaleza burocrática”, el cual “obliga a empresas privadas nacionales a adoptar el método soviético de formación de precios”.

“La eventual reforma de la empresa estatal en Cuba ignora la evidencia histórica de que a largo plazo no fue sustentable el “cálculo económico” de la planificación centralizada. Es un despropósito subir a la naciente empresa privada a ese carro perdedor”, reflexionó el economista.

El tope de precios al pollo, la leche en polvo y otros cuatro productos llega en momentos en que la isla atraviesa una severa crisis económica, agravada por los efectos de la pandemia, las sanciones de los Estados Unidos y las dificultades e ineficiencias internas.

En este escenario, caracterizado por el déficit de productos básicos, la inflación en alza y la baja producción nacional, el Gobierno ha implementado un grupo de medidas y reformas para intentar paliar la crisis y “reimpulsar la economía”. Estas medidas, sin embargo, no han logrado hasta el momento cumplir con sus objetivos y las expectativas de la población, según han reconocido las propias autoridades.

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