Un bosque ¿de piedra?

Foto: Ronald Suárez Rivas

Foto: Ronald Suárez Rivas

Tiene las formaciones calizas más pintorescas de Cuba y marca el final occidental de la gran Sierra de los Órganos. Los científicos lo bautizaron hace tiempo como el Bosque de Piedra de Isabel Rubio y desde 1996 lo declararon Monumento Nacional.

La mayoría de los habitantes de la zona, sin embargo, ignoran sus atributos, y lo conocen simplemente, como “la cantera”.

Sus peñones milenarios, conforman centenares de “minimogotes” que a veces no llegan a sobrepasar los 10 metros de altura.

De ellos, afincándose a la roca, brotan unas 3700 especies de la flora.

El científico Antonio Núñez Jiménez, considerado el cuarto descubridor de Cuba, y uno de los que más abogó por la conservación del lugar, señaló que en la literatura geográfica universal se le denomina bosque de piedra a las zonas como esta, conformadas por curiosas formaciones geológicas.

Dijo además que sus 136 hectáreas, ubicadas a ambas márgenes del río Cuyaguateje, muy cerca del poblado de Isabel Rubio, constituyen “uno de los paisajes más interesantes” de la Isla.

Así lo hizo constar en la resolución que lo declaró Monumento Nacional, no sin antes advertir que ya por aquel entonces, en algunos lugares se habían destruido sus raras morfologías, para utilizar las rocas en la elaboración de pintura.

Veinte años después, la belleza de sus formaciones jurásicas continúa impresionando al visitante. Pero también lo hacen los hornos que en algunos sitios del territorio, siguen utilizando las piedras calizas, para hacer un tipo de pintura que aquí se conoce como marmolina.

A pesar de que las leyes lo protegen, no han conseguido evitar que producto del descontrol y la codicia, el Bosque de Piedra de Isabel Rubio sea hoy un monumento en peligro.

 

Salir de la versión móvil