El famoso interferón cubano Vs el coronavirus SARS-CoV-2

Muchos lectores estadounidenses nos han preguntado si el interferón producido por Cuba podría importarse a EEUU. La respuesta es que sí, podría.

El antiviral Interferón alfa 2B recombinante, un producto líder de la biotecnología de Cuba, utilizado en el tratamiento de pacientes de COVID-19. Foto: Otmaro Rodríguez.

El Interferón alfa 2B recombinante, un producto líder de la biotecnología de Cuba, utilizado en el tratamiento de pacientes de COVID-19. Foto: Otmaro Rodríguez.

A raíz del uso del interferón alfa-2b humano recombinante cubano como uno de los 30 medicamentos escogidos en China para contrarrestar la epidemia (Covid 19) causada por Coronavirus (SARS-CoV-2), muchos han escuchado la palabra interferón por primera vez.

Pero, ¿qué es el interferón (IFN) y cómo entender su posible función en el enfrentamiento de este virus?

La biología es muy compleja, los procesos celulares y moleculares necesitan muchos años de estudio para una “mediana comprensión”, en este artículo trataré de explicar la información básica de la manera más simple posible.

Algunos conceptos básicos

Virus: Son entidades microscópicas, compuestas por material genético (puede ser ADN o ARN) y otras moléculas. Los virus causan diferentes enfermedades al introducirse en el organismo. O sea, los virus no pueden vivir independientemente, necesitan de una célula de un hospedero para replicarse, entran a ella y ponen todo el mecanismo de esa célula en función de su replicación.

Patógeno: Es un ente biológico capaz de producir daño o enfermedad a un vegetal o un animal, incluyendo al ser humano, que sea susceptible a ello. El virus SARS-CoV-2, por ejemplo, es un patógeno para el ser humano.

Sistema inmunológico: El sistema inmunológico es como el ejército de protección. Es el sistema que combate todo lo que el organismo reconoce como “dañino” y tiene un aparato muy sofisticado, compuesto por células diversas que realizan diferentes funciones.

Inmunidad innata: Todos nacemos con una carga defensiva que funciona para diferentes tipos de amenazas, digamos que es la primera línea de defensa. A eso se le llama inmunidad innata (ya nacemos con ella), y tiene la capacidad de funcionar rápido, pero tiene el problema de no ser específica, y, por lo tanto, algunos patógenos logran pasar esa barrera.

Inmunidad adquirida: Es un mecanismo de acción que pone en marcha el organismo contra un patógeno específico. Esa segunda barrera es más eficiente, pero al tener que producirse, tarda más en comenzar a funcionar.

Interferones

Los interferones son un grupo de proteínas producidas de manera natural por células del sistema inmune, como respuesta a la infección por diferentes patógenos.

El interferón fue descrito por vez primera en 1957 por Isaacs y Lindenmann del Instituto Nacional de Investigaciones Médicas de Londres. Se debe su nombre al descubrimiento de que eran capaces de “interferir” en la replicación viral[1].

Los interferones producidos por células humanas se han dividido en tres grupos: alfa, beta y gamma.

Tienen estas funciones principales: por una parte, evitan que los virus se repliquen (ya que activan la producción de moléculas que inhiben la replicación viral), y, por otra, activan la acción de otras células inmunes cuya función es eliminar células “malas” (como células infectadas por virus, células bacterianas, o células tumorales).

En entrevista realizada por el Canal Cubavisión Internacional al doctor Gerardo Guillén, director de investigaciones biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el científico cubano decía: “El interferón participa en la regulación del sistema inmune, tanto en lo que forma parte de la inmunidad innata, como la adquirida”, o sea, forma parte tanto de esa inmunidad primera, más general, como de la más específica en algunos casos.

El interferón cubano alfa 2B (comercializado como Heberon® Alfa R)

En el año 1981 el entonces presidente cubano Fidel Castro, quien había impulsado el surgimiento de institutos de investigaciones médicas en Cuba, se reunió en La Habana con el médico estadounidense Randolph Lee Clark. En aquella ocasión el médico le habló de un nuevo tratamiento (con interferón) que se estaba desarrollando en el hospital que él dirigía en Texas como una nueva terapia contra el cáncer. Aquel encuentro generó la capacitación de científicos cubanos, primero con el Dr. Lee Clark en Texas y, después, con el profesor Kari Kantel en Helsinki, donde se producía el interferón que estaba usando el doctor estadounidense.

A su regreso a Cuba, en muy poco tiempo, en una casa que habilitaron como pequeño laboratorio, el 28 de mayo de 1981, los científicos de la Isla produjeron el primer Interferón cubano. Este INF era leucocitario, o sea, se producía a partir de leucocitos (los llamados glóbulos blancos) que se obtenían a través de donaciones de sangre.

Este IFN leucocitario cubano se utilizó con éxito en la epidemia de dengue hemorrágico ocurrida en Cuba en el año 1981 que científicos cubanos alegan fue introducida en la Isla, y en la epidemia de conjuntivitis hemorrágica.

Este novedoso medicamento tenía, sin embargo, el inconveniente de que no era posible producirlo a escalas mayores. Se desarrollaron entonces investigaciones que permitieron que en el año 1986 se produjera por primera vez el interferón alfa-2b humano recombinante en Cuba.

El doctor Luis Herrera Martínez, uno de los creadores del interferón recombinante cubano cuenta:

“Clonamos el interferón a partir de las bacterias, en un fermentador, y obtuvimos un producto homogéneo, puro a más del 99%, con la satisfacción de haber logrado producir el interferón que más se emplea en los tratamientos. El leucocitario a la larga era minoritario, porque la cantidad que se puede producir depende mucho de las células —que no producen tanto interferón— y las donaciones de sangre. Sin embargo, el que se produce en bacterias se obtiene ilimitadamente”

La eficacia del interferón alfa-2b humano recombinante cubano ha sido demostrada en una amplia gama de enfermedades. Principalmente para la infección causada por los virus de la hepatitis B y C, seguidos por diferentes manifestaciones del virus del papiloma humano y el virus del herpes simple.

También en enfermedades onco-hematológicas, así como carcinomas de piel, vejiga y riñón. Asimismo, su efectividad se reconoce en el tratamiento de hemangiomas en niños, así como en tumores sólidos como el melanoma y el tumor de ovarios[2].

El efecto antiviral del interferón alfa ha sido demostrado científicamente, como parte de la primera línea de defensa antiviral, activando tanto le respuesta inmune innata contra el virus como el mecanismo de inhibición de la replicación viral[3].

Interferón cubano alfa 2B y el Coronavirus

Se conoce poco respecto al efecto del IFN específicamente contra el coronavirus, aunque es común que por su conocido mecanismo de acción se emplee contra infecciones virales para las que no se dispone de terapias.

Se ha reportado que el SARS-CoV lejos de aumentar naturalmente la producción de interferón en el organismo frente a la infección (como sucede frente a otros patógenos), la reduce. Al producirse menos interferón se favorece la rápida diseminación de la infección y limita la eficacia del sistema inmune para combatir el virus.

Se conoce que el interferón estimula genes que producen enzimas RNA virasas, que son las encargadas de destruir el RNA de algunos virus, el SARS-CoV-2 es un virus RNA. Por lo tanto, suministrar interferón parece lógico para combatir este virus.

Artículos recientes también han demostrado que una administración temprana del INF favorece la rápida inducción de la respuesta de anticuerpos neutralizantes[4].

Lo que se conoce del IFN alfa 2b producido por la empresa mixta cubana-china Changheber en la actual epidemia por Coronavirus es que se ha usado nebulizado y combinado con otros antivirales.

Los científicos, sin embargo, recomiendan ser cautelosos en el uso del IFN pues los resultados en estudios clínicos muestran que pudieran provocar en algunos pacientes reacciones adversas.[5] 

Estas evidencias y estudios previos sugieren la posible utilidad del interferón alfa 2b de forma preventiva y en etapas muy tempranas de la infección. Todo parece indicar que de ser administrado en los comienzos de la infección o como medicamento de prevención, tiene resultados positivos, los resultados de utilizarlo con la infección más avanzada aún no son concluyentes.

Cuba no es el único productor en el mundo de interferones. El Interferón alfa2b humano recombinante cubano, ha probado su eficacia contra otras infecciones virales. Usualmente la administración de los medicamentos de IFN son inyectables, y en la actualidad la mayoría de las empresas los producen conjugados con otras moléculas que aumentan su tiempo de vida en sangre. Sin embargo, este Interferón cubano específicamente no está conjugado, por lo que puede ser usado también a través de las vías respiratorias por nebulización como se ha estado usando en China “porque es una vía rápida de llegada a los pulmones y actúa en la etapa temprana de la infección” dijo el Dr. Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéuticas (Biocubafarma).

El doctor Gerardo Guillén informó que otros productos inhibidores de la replicación viral desarrollados en la Isla se encuentran en fase de desarrollo y que también se está trabajando en una vacuna. “El CIGB 210 es un proyecto en desarrollo hace varios años contra el virus del Sida. Ahora hacemos experimentos con un coronavirus de origen bovino para evaluar su capacidad de inhibición antes de emplearlo en función de la COVID-19. El CIGB 300 está en estudio para diferentes tipos de cáncer, y su capacidad antiviral ya ha sido evaluada, por ejemplo, contra el virus del Sida y la hepatitis C. La vacuna en la que los científicos cubanos trabajan toma como base las plataformas de inmunización nasal desarrolladas en el CIGB de partículas semejantes a virus, y la comunicación directa con China en función de esta investigación puede arrojar resultados satisfactorios”.

Ante una pandemia causada por un virus cuyos mecanismos de acción aún no se conocen completamente, la comunidad científica comparte información, resultados, análisis de posibles medicamentos que pudieran contrarrestar los daños, capacitación. El Interferón recombinante cubano no es la cura del coronavirus, pero según los estudios de los que se tiene conocimiento, pudiera resultar efectivo en el tratamiento de la enfermedad en fases iniciales y, sobre todo, en la prevención.

Muchos lectores estadounidenses nos han preguntado si el interferón producido por Cuba podría importarse a EEUU. Sí, podría. A inicios de los años ’60 el gobierno norteamericano impuso un embargo comercial a Cuba que prohíbe que se importen a EEUU producciones cubanas y que Cuba, a su vez, importe los producidos en Estados Unidos. Si embargo, como parte las medidas que tomó el gobierno de Obama para flexibilizar dicho embargo y avanzar hacia la normalización de las relaciones entre ambos países, en octubre de 2016 la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro aprobó regulaciones para autorizar la colaboración científica en el campo médico entre estadounidenses y cubanos, así como la posibilidad de que medicamentos producidos en Cuba pudieran obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) y ser comercializados en EEUU.

A pesar de que la mayoría de las medidas adoptadas por el gobierno de Obama con relación a Cuba, han sido derogadas por el gobierno de Donald Trump, y también la colaboración científica se ha deteriorado, esta medida aprobada por Obama ha sobrevivido. Así que de ser necesario y obteniendo la licencia de la FDA, el interferón producido en Cuba podría beneficiar a miles de estadounidenses.

 

Información sobre los tratamientos empleados en China en la práctica para enfrentar el Covid19 donde incluyen el Interferón cubano

Reporte sobre el curso del tratamiento al Covid19 por parte de las autoridades chinas “Novel Coronavirus Pneumonia Diagnosis and Treatment Plan (Provisional 6th Edition)” del 19 de febrero de 2020. (Fragmento)

Tratamiento regular:

1. El tratamiento para casos leves incluye reposo en cama, tratamientos de apoyo y mantenimiento de la ingesta calórica. Atención al equilibrio de líquidos y electrolitos y mantenimiento de la homeostasis. Monitoreo de cerca de los signos vitales del paciente y la saturación de oxígeno.

2. Monitoreo de panel de hematología, análisis de orina de rutina, PCR, bioquímica (enzimas hepáticas, enzimas cardíacas, función renal), coagulación, análisis de gases en sangre arterial, radiografía de tórax, etc. Análisis de citoquinas de ser posible.

3. Administración de medidas de oxigenación efectivas de inmediato, incluyendo catéter nasal, máscara de oxígeno y cánula nasal de alto flujo.

4. Terapias antivirales: Interferón alfa (adulto: se pueden agregar 5 millones de unidades o equivalente a 2 ml de agua estéril para inyección y administrarlo con un nebulizador dos veces al día), lopinavir / ritonavir (adulto: 200 mg / 50 mg / tableta, 2 tabletas dos veces al día ; la duración del tratamiento no debe exceder los 10 días), ribavirina (recomendado en combinación con interferón o lopinavir / ritonavir, adulto: 500 mg dos o tres veces al día por vía IV, la duración del tratamiento no debe exceder los 10 días), fosfato de cloroquina (adulto : 500 mg dos veces al día; la duración del tratamiento no debe exceder los 10 días), umifenovir (adulto: 200 mg tres veces al día; la duración del tratamiento no debe exceder los 10 días). Preste atención a los efectos adversos asociados con lopinavir / ritonavir, como diarrea, náuseas, vómitos y disfunción hepática, así como las interacciones con otros medicamentos. La eficacia de los medicamentos actuales en uso se evaluará en la aplicación clínica. No se recomienda el uso de 3 o más medicamentos antivirales. La medicación correspondiente debe suspenderse si se presentan efectos secundarios intolerables.

5. Terapias antibióticas: evite el uso injustificado o inapropiado de antibióticos, especialmente el uso combinado de antibióticos de amplio espectro.

 

 

Notas:

[1] Isaacs A, Lindenmann J. Virus interference. I. The interferon. Proc R Soc Lond B Biol Sci. 1957;147(927):258-67.

[2] Cuban interferon alpha-2b. Thirty years as an effective and safe drug. Hugo Nodarse-Cuní, Pedro A López-Saura. Biotecnología Aplicada 2017;34:1211-1217

[3] W.M. Schneider, et al. Annual Review of Immunology. 2014; 32:513-545

[4] Marco de Giovani, et al. Nature Immunology 2020.

[5] Ver S. Shalhoud et al. J Antimicrob Chemother 2015; 70: 2129 –2132 y Al-Tawfig et al. IJID 2014; 20:42-46 y A.S. Onrani, et al. Lancet Infect Dis 2014; 14: 1090–9517

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