El Pitch Festival: la comunicación digital en Cuba

La especialista Katia Sánchez Martínez, fundadora del blog “La Penúltima Casa”, resume sus experiencias durante la primera edición del evento de comunicación “El Pitch Festival”.

Foto promocional de “El Pitch Festival”, organizado por el blog “La Penúltima Casa”. Foto: tomada del blog de “Negolution”.

La primera edición de “El Pitch Festival” puede marcar un antes y un después en las plataformas de la comunicación digital en Cuba. Organizado por la emprendedora Katia Sánchez Martínez, fundadora del blog La Penúltima Casa, este foro —recién finalizado— enlazó los saberes de expertos en comunicación de diversas regiones del mundo, y mostró todo lo que se puede hacer en esta esfera dentro de la Isla.

La Penúltima Casa: el hogar de la comunicación digital en Cuba

“Yo creo que el evento superó las expectativas en el sentido de que tuvo muy buena aceptación, las conferencias tuvieron una alta calidad, respaldadas por el prestigio de los conferencistas invitados, y por todo el trabajo que se hizo, desde el equipo hasta los conferencistas y panelistas, el diseño, la premiación; todo salió en tiempo y con un alto nivel”, resume Sánchez en una conversación con OnCuba.

La experta, al frente de un joven equipo, logró sacar adelante un festival que atrajo la atención de especialistas en comunicación de la Isla —y de otros campos profesionales— gracias a la experiencia de los invitados y la notable calidad de las conferencias, realizadas a través de Youtube.

Sin embargo, la directora de La Penúltima Casa lamenta que las dificultades en el acceso a Internet hayan jugado en contra de una mayor interacción entre el público en la Isla y los especialistas extranjeros.

“Los resultados de la encuesta arrojaron que muchas personas (más del 50% de los participantes) tuvieron problemas relacionados con la conexión y con el costo del consumo de datos, lo que dice mucho sobre un país donde queremos hablar de comunicación y de su importancia, pero mantenemos una precaria infraestructura y unos precios prohibitivos de Internet”, expone.

“No debería ser un sacrificio para nadie ver un live en YouTube de 30 minutos. Yo no debería tener que trasladarme a una zona céntrica porque mi conexión en casa es pobre y porque tampoco puedo tener el servicio de Nauta Hogar. Son algunas de las cuestiones que atraviesan —o deberían atravesar— cualquier conversación sobre comunicación digital en Cuba”, agregó Sánchez.

Las conferencias fueron una de las ganancias de este evento, que sus creadores esperan repetir el próximo año. La lista de participantes fue amplia. Acogió nombres de relevancia en la comunicación digita,l como Ale Formanchuk (Argentina) María de La Rica (España) Esteban Cervi (Argentina) y el cubano residente en Estados Unidos, Salvador de la Torriente.

“El Pitch” también trajo de regreso los intercambios entre comunicadores en la órbita digital y confirmó la relevancia de una especialidad que —en Cuba— no ha sido incorporada a los diálogos institucionales y profesionales; al menos no en todas las dimensiones que puede aportar al desarrollo de los sectores estatal y privado del país.

“Normalmente en Cuba hay pocos espacios para conectar y socializar conocimiento relacionado con la comunicación, pero con la pandemia esto se ha agudizado. Prácticamente no hemos visto que se realicen eventos de comunicación que antes eran físicos. No hemos tenido, como comunicadores, la oportunidad de compartir lo que nos sucede y cómo han debido cambiar nuestras estrategias en medio de la COVID-19. Eso lo primero. Y, por otro lado, el sector emprendedor ha sido, probablemente, el más afectado en este último año”, reflexiona la comunicadora.

Sánchez pone al proyecto Cubaemprende, como ejemplo de plataforma para diversificar la comunicación en la Isla entre los emprendedores y buscar mayores relaciones entre los emprendimientos privados y el sector estatal.

“Cubaemprende es la organización que, de cierta manera, ampara a los emprendedores; y otro tipo de iniciativas que surgen a raíz de alianzas entre pequeños emprendimientos. Pero conectar el hacer comunicación —teniendo en cuenta la significación de hacer comunicación en la Cuba de 2021— con las dinámicas emprendedoras, ha resultado un acierto del que se beneficiaron, también, académicos y comunicadores del sector estatal”, señala.

Para la especialista, de 27 años, no se trata de un proyecto estrictamente personal sino de una iniciativa que le da valor a la comunicación digital en la Isla y coloca los reflectores en todo lo que puede aportar este tipo de emprendimientos a un posible futuro —diverso— del país, donde el buen ejercicio de la comunicación es una deuda todavía aplazada.

“Por eso, en ‘El Pitch Festival’ decíamos que emprender va mucho más allá de tener un negocio o no. Se trata de hacer cosas, de arriesgarse, de comunicar con creatividad. Ver cómo, luego de terminar, hemos seguido recibiendo feedback inspirador, es el mayor resultado [del festival], porque luego eso se devolverá hacia los proyectos y empresas de cada participante y sus equipos de trabajo”.

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