La empresa privada Ecomadera Cubana exportó su primer cargamento para con ello, y desde la central provincia de Sancti Spíritus, incorporar este renglón no estatal a la actividad exportadora, según ratificó el ingeniero Pavel Sánchez, líder del proyecto.
La “ecomadera” se produce con material reciclado, que beneficia al medioambiente al evitar la tala de árboles, la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera y ser más duradero que la madera natural, apuntó Sánchez, según la agencia Prensa Latina.
Su producción ya es usada en provincias como La Habana, Matanzas, Villa Clara, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba, en pasarelas de playa, pérgolas, soleadores, cercas perimetrales, enchapes de paredes, pallets, plataformas y puentes y puede ser admirada, en su mayoría, en centros turísticos del país con alta demanda como el balneario de Varadero, en la occidental provincia de Matanzas.
Estos insumos se elaboran en un taller de la zona conocida como El Colorado, en el municipio de Cabaiguán, donde confluyen, además, otras formas de gestión privada con relaciones directas con empresas del estado.
La maquinaria que interviene en el proyecto se desarrolla de forma artesanal por sus especialistas, una labor que ha permitido expandir este negocio nacional e internacionalmente.
“Con la firma de nuestro primer contrato de exportación a través de la empresa comercializadora BK Import-Export, el país incorpora a su cartera exportable un producto con alto valor agregado, respaldado en la innovación tecnológica”, agregó Sánchez.
Un proyecto privado de Cuba produce y diseña a partir de la madera plástica
El ingeniero indicó que el trabajo de la empresa ha despertado interés de otras naciones del área junto a sus inversiones en el la Isla en proyectos educacionales y de protección ambiental.
En diciembre de 2020, se realizó la primera exportación de 24 toneladas de esta también llamada “madera plástica” hacia la República Dominicana valorada en unos 13 000 dólares.
Ecomadera surgió en 2014 cuando Sánchez se unió al especialista Yoel Torres para empezar la producción de madera sintética, a partir de la elaboración de residuos de la Cooperativa no Agropecuaria “La Esperanza”.