Unos 78 implicados, entre funcionarios y trabajadores del puerto de Santiago de Cuba, se encuentran bajo investigación tras un escándalo de corrupción destapado en las últimas horas.
De acuerdo con Cubadebate, el entramado involucra también a empresas de carga y transportistas que desviaban productos básicos del puerto de la ciudad.
Asimismo, los responsables del aseguramiento para el comercio mayorista de productos alimentarios y otros bienes de consumo, además de los supervisores de pesaje de cargas, resultaron involucrados en la cadena delictiva, apunta Prensa Latina (PL).
El personal involucrado “acordaba precios altísimos para las toneladas de mercancías, cuyos pesos eran adulterados, para luego venderlas en el mercado informal a cifras aún más altas”. Además, falsificaban o no entregaban las facturas, buscando “obstruir auditorías o el posible seguimiento de la distribución programada de esos productos”, agrega PL.
En la operación policial, señala el medio, fueron decomisadas más de 23 toneladas de arroz importado, así como dos toneladas de frijoles negros, cerca de 23 toneladas de azúcar refino y unas 33 toneladas de harina de sorgo. Asimismo, fueron ocupados una vivienda, vehículos y neumáticos.
Hace apenas tres meses, un total de 203 trabajadores estatales fueron sancionados a penas de dos a 22 años de cárcel por delitos vinculados a violaciones como malversación, cohecho, falsificación de documentos, sustracción y daños de documentos u otros objetos en custodia oficial y violación de sellos oficiales, de acuerdo con un artículo publicado por el diario oficialista Granma.
Las personas condenadas formaban parte de varias empresas del Estado de los sectores de alimentos, gastronomía y tabaco. Provocaron “pérdidas millonarias” a través de diferentes maniobras como la manipulación contable, añade el medio.
Las autoridades y los medios oficiales de Cuba llevan adelante una campaña contra la corrupción en medio de la severa crisis económica que padece el país y la ineficacia de las medidas gubernamentales para enfrentarla.
Contraloría de Cuba, sobre el caso de corrupción de Alejandro Gil: “Uno lo siente como una traición”
A inicios de marzo, el exministro cubano de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, fue sometido a una “rigurosa investigación” tras cometer “graves errores en el desempeño de sus funciones”. La noticia trascendió a poco más de un mes de su remoción del cargo.
Lo informado apuntaba a un presunto caso de corrupción como causa de la investigación en curso, con “graves imputaciones” reconocidas por el propio Gil. “Desde el mismo inicio de estas actuaciones, el implicado ha reconocido graves imputaciones y en consecuencia, renunció a su condición de miembro del Comité Central del Partido y de diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular”, apunta el comunicado del jefe de Estado, compartido por Cubadebate.
Este caso de corrupción, el más sonado del país en décadas, fue descrito este fin de semana por la contralora general de la República, Gladys Bejerano, como una “traición”.
En entrevista con EFE, la funcionaria abogó por extraer “enseñanzas” de esta “lección tristemente negativa”.