Fallece José Pablo Navarro, Primer Maestro del Ron cubano

Graduado de Ingeniería Química por la Universidad de Oriente en 1964, Navarro dedicó gran parte de su vida a cultivar la tradición de uno de los productos cubanos más preciados y reconocidos a nivel internacional: el ron.

El fallecido maestro ronero José Pablo Navarro. Foto: Havana Club / Archivo.

El fallecido maestro ronero José Pablo Navarro. Foto: Havana Club / Archivo.

El Primer Maestro del Ron cubano, José Pablo Navarro Campa, falleció este jueves a los 78 años víctima de una “lamentable enfermedad”, informó el sitio digital de Havana Club.

Graduado de Ingeniería Química por la Universidad de Oriente en 1964, Navarro dedicó gran parte de su vida a cultivar la tradición de uno de los productos cubanos más preciados y reconocidos a nivel internacional: el ron.

La línea azul del ron cubano

Nació el 28 de abril de 1942 en Palma Soriano, y desde los 7 años de edad vive en la ciudad de Santiago de Cuba. Fue el quinto de seis hermanos, de acuerdo con una biografía publicada por la fuente.

Tras culminar sus estudios universitarios permaneció como profesor de la Escuela de Ingeniería Química, donde desarrolló una intensa actividad docente hasta el año 1970, especializada en Físico-Química, Termodinámica Técnica, Termodinámica para Ingenieros Químicos y Balance de Masa y Energía aplicados a Plantas completas.

En 1971 dio el salto definitivo de su vida, pasó de la academia a la industria ronera, donde descubrió un amplio campo de aplicación de los estudios que por años habían constituido su especialización en la Universidad de Oriente. 

Desde entonces puso todas sus energías, conocimientos e intelecto en función de la fabricación del mejor ron del mundo, uno de los principales rubros exportables de la industria cubana y parte esencial de la cultura e historia de la Isla.

Durante su carrera fue tecnólogo, jefe de planta; lideró grupos de investigaciones y fue Vice-Director de la Empresa ronera, Director Industrial y responsable de grupos técnicos asesores.

Además de sus conocimientos de la química, de los procesos de producción del alcohol puro y los distintos tipos de aguardientes cubanos, su olfato y paladar lo llevaron a convertirse en uno de los pocos Primeror Maestros Roneros de Cuba.

«Es fácil trabajar mucho y hacerlo con alegría y con gozo cuando se trata de defender una historia y una cultura donde las mejores virtudes humanas se empinan como el Turquino», escribió sobre su experiencia de vida el propio maestro.

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