Felipe VI defendió la democracia española y Díaz-Canel reivindicó la soberanía cubana

Durante una cena ofrecida por los reyes de España en el Palacio de los Capitanes Generales, ambos dignatarios hicieron sendos discursos en los que presentaron las bondades de sus respectivos modelos sociales.

Foto: Juan Carlos Hidalgo.

Felipe VI recordó este miércoles ante el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, que España llevó a Cuba la concepción de los derechos humanos universales, defendió su respeto y subrayó que es el propio pueblo cubano el que debe decidir sobre su futuro porque «los cambios en un país no pueden ser impuestos».

El rey de España trasladó ese mensaje en su intervención en la cena que ofreció al presidente de Cuba, que estuvo acompañado por su esposa, Lis Cuesta, con motivo de la visita de Estado que realiza a la isla junto a la reina Letizia.

Resaltó el monarca que es necesario la existencia de instituciones que representen a todos los ciudadanos y que éstos puedan expresar por sí mismos sus preferencias y encontrar en ellas «el adecuado respeto a la integridad de sus derechos, incluyendo la capacidad de expresar libremente sus ideas, la libertad de asociación o la de reunión».

En esa línea, recalcó que una lección segura que se extrae de la historia es que la evolución, la adaptación y el cambio son inevitables.

«Nada queda congelado en el tiempo, y quien se resiste a su paso pierde la oportunidad de colaborar en el diseño de ese futuro que ya está naciendo o, más aún, que ya está aquí», añadió.

Fue entonces cuando defendió que el futuro del pueblo cubano deben dilucidarlo los mismos ciudadanos.

«Los cambios -precisó- no pueden ser impuestos, tienen que nacer de dinámicas internas. Pero de la misma manera que no puede tener éxito un cambio que no emane del interior de las fuerzas sociales y políticas de un país, es igualmente cierto que el cambio no traerá consenso y bienestar si no representa la voluntad de la ciudadanía».

Felipe VI ofreció a Díaz-Canel la experiencia española para el proceso de cambio en el que está inmerso su país, y destacó lo que supuso para España su vigente Constitución de 1978 y que dijo que se fundamentó en el pacto, la negociación, el consenso y la reconciliación.

Foto: Juan Carlos Hidalgo.

Por su parte el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reivindicó este miércoles ante Felipe VI el sistema cubano que, aseguró, está dirigido a conseguir el mayor bienestar para su pueblo, y agradeció el apoyo de España ante las «injustas» sanciones de Estados Unidos.

En su intervención, tras escuchar el discurso previo del rey en el que defendió los derechos humanos y la democracia, el presidente de Cuba recalcó que la sociedad de su país se renueva, evoluciona y avanza preservando al mismo tiempo sus tradiciones y valores y defendiendo sus derechos.

«Nos guían principios claros de independencia y soberanía con la certeza de que es un camino dirigido hacia un mayor bienestar para nuestro pueblo», añadió.

Se trata, aseguró, de un camino que han elegido los cubanos por voluntad propia.

Al mismo tiempo, precisó que, para entender Cuba, sus sueños y lo que hacen los cubanos es necesario comprender a todo lo que les condena el «injusto» bloqueo norteamericano.

Fue entonces cuando mostró el aprecio de Cuba al «claro y público respaldo de España contra las injustas sanciones y medidas coercitivas unilaterales con carácter extraterritorial impuestas a Cuba por el Gobierno de Estados Unidos y que tanto daño -dijo- provocan a la economía y al comercio».

Discurso de S.M. el Rey en la cena ofrecida por España a Cuba. Viaje de Estado.

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