Fernández de Cossío: los sucesos de San Isidro son una intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba

Dijo que el Encargado de Negocios también llamaba “colegas” a sus protagonistas, pero que hay una relación de dependencia: en la Isla "siempre ha habido personas dispuestas a someterse o subordinarse a quienes les paguen" por emprender actividades contra el gobierno.

El Director General para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), Carlos Fernández de Cossío. Foto: CMP.

El Director General para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), Carlos Fernández de Cossío, intervino hoy lunes por la noche en la emisión estelar del Noticiero Nacional de la Televisión (NTV) para reiterar la posición oficial en relación con los sucesos de San Isidro y el involucramiento del gobierno estadounidense.

Dos días antes, el 28 de noviembre, el Minrex había llamado al Encargado de Negocios de Estados Unidos, Timothy. Zúñiga-Brown, para hacerle saber que Cuba no permitía que «Estados Unidos, ni ningún estado, se inmiscuya en los asuntos internos del país». También se le solicitó reiterar ese mismo mensaje al Departamento de Estado. «Los funcionarios no actúan por iniciativa propia», le dijo Fernández de Cossío al NTV, «reciben instrucciones de su gobierno».

«Lo convocamos al Minrex», señaló, «porque tuvimos la necesidad de recordarle que los diplomáticos de Estados Unidos deben comportarse y no inmiscuirse en los asuntos internos. La Convención de Viena establece muy claramente que el representante diplomático […] está obligado a respetar las leyes y los reglamentos del país […] y a no inmiscuirse en los asuntos internos de un país».

Dio a conocer, asimismo, que Zúñiga-Brown habia acudido tres veces a San Isidro, un lugar donde la Embajada conocía que se estaba produciendo una provocación política y social con fines de desestabilización. Y que lo había hecho para apoyar personalmente a quienes estaban desacatando la normativa sanitaria contra la pandemia de la COVID-19.

Calificó los sucesos como «la farsa de San Isidro». Son, dijo, «en cierta medida un producto de la actividad subversiva de Estados Unidos en Cuba». Precisó que el Encargado de Negocios también llamaba «colegas» a sus protagonistas, pero que hay una relación de dependencia: en la Isla, subrayó , «siempre ha habido personas dispuestas a someterse o subordinarse a quienes les paguen» por emprender actividades contra el gobierno. El Buró Federal de Investigaciones (FBI), dijo, «conoce quiénes son los individuos que ofrecen el dinero para pagar por esos servicios», pero que «Estados Unidos es un gobierno cómplice y tolerante de actividades terroristas orientadas desde su territorio contra Cuba».

Finalmente, destacó que estos acontecimientos describen una secuencia en la que, primero, intervienen las redes sociales, magnificándolo todo; después se procura que «el supuesto gran incidente o crisis sea reconocido por la gran prensa» y que, por último, «se acude a gobiernos o instituciones internacionales para que lo reconozcan».

Durante la entrevista, se mostraron imágenes de la presencia y actividad del Encargado de Negocios en el barrio de San Isidro.

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