Cuba: Abre Firdaus, una tienda islámica que no busca “arabizar”

El proyecto pretende expandirse más allá de la tienda de indumentaria, para ofrecer varios servicios y empleos en la comunidad cubana-musulmana.

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Firdaus, un proyecto que se extiende más allá de una tienda de ropa musulmana. Foto: Otmaro Rodríguez

Cuando Firdaus sea oficialmente inaugurada, quedarán abiertas las puertas del paraíso para la comunidad femenina musulmana de Cuba. Este viejo anhelo permitirá a las mujeres que profesan el islam en la Isla adquirir, entre otros productos, vestimenta y accesorios que se ajusten a sus creencias y cumplan sus necesidades estéticas.

Previo a la inauguración de la tienda que funcionará como un bazar, OnCuba conversó dos mujeres jóvenes cubanas, convertidas al islam que están a punto de comenzar este emprendimiento completamente relacionado con la religión que profesan desde hace años.

Kira Romero dueña de Firdaus y Maryam Camejo, su directora de comunicación y a la vez directora de Con/texto Magazine, una revista que “intenta hacer análisis político en la era de los influencers“.

“En Cuba hay sunitas, chiítas y sufíes básicamente, sunitas en su mayoría”, comenta Maryam. “Lo que pasa es que nosotras defendemos que asumir el islam no es un proceso de arabización ni transculturación o importación de culturas, el islam no llama a rechazar lo que eres, puedes cumplir con el islam desde tu propia cultura y ha sido así a través de los siglos”, argumenta la periodista.

“A mí en lo particular –aclara Kira– no me gusta que me digan sunita o chiíta, yo soy musulmana”.

Ellas se quejan del desconocimiento que existe en Cuba sobre esta comunidad y su religión. Kira afirma que con el bazar no tiene intención de “arabizar a los cubanos, sino que adquieran información y cultura sobre el islam”.

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La mezquita Abdallah es uno de los lugares de reunión para la comunidad musulmana en La Habana. Foto: sacredfootsteps.org

¿Cómo se consiguen en Cuba las ropas? 

A través de donaciones de todos los lugares, de embajadas o de personas que llegaban con una maleta llena de prendas que en su mayoría carecían de belleza. Muchas incluso son de color negro y parecía que estabas de luto perpetuo. Yo decía ‘¿por qué, si a mi me gusta vestir en colores?’. Mucha ropa usada. Así comenta Kira Romero,  de 32 años.

Existe esa idea de que por ser musulmanas no nos gusta lucir o no tenemos modas y sí, hay modas, tendencias, ropas de último modelo en la cultura islámica. Somos mujeres iguales, capaces y emprendedoras. Lo mismo que hace una mujer sin hiyab, lo podemos hacer nosotras.

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El hiyab es la prenda femenina más popular dentro de la comunidad musulmana. Consiste en un pañuelo que las mujeres utilizan para cubrir su cabeza y los cabellos y, a veces, su cuello, dejando al descubierto el rostro y así no impide la comunicación. Su tamaño, color y colocación depende de las costumbres de cada comunidad del país.

Además de los hiyabs, la tienda pretende extenderse a alquiler de trajes de novias, lo mismo a musulmanas que a no musulmanas, con diseños que son tendencias en Arabia Saudita, Turquía y Pakistán. “Aunque sea un vestido de novia, sigue la lógica islámica”, aclara Romero.

¿Es obligatorio el uso del hiyab?

Kira: Es obligatorio según los preceptos de la religión, pero pasa por una decisión personal de la mujer. Esta es quien asume su uso, no te puede obligar ni tu padre ni tu esposo, nadie te puede obligar a usarlo, eso va en tu grado de compromiso, por decirlo de alguna manera, y de cómo tú sientes el islam.

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Maryam Camejo: “La idea es convertir a Firdaus en una marca, desde el concepto de branding”. Foto: Otmaro Rodríguez.

Maryam: El islam se vive mundialmente de muchas maneras, algunas más extremistas y otras más liberales. Hay personas que sienten mucho el islam, pero no están preparadas para usar el velo. El hiyab no es para mujeres perfectas ni define que tú seas perfecta, es un mandato más que está escrito en la religión.

Es cierto que en varias regiones del mundo el uso del hiyab es impuesto y existen mujeres que lo usan en contra de su voluntad. En la comunidad musulmana de Cuba, al vivir en una sociedad que no es islámica, tú asumes la religión en la medida de tu capacidad y posibilidades y hasta el punto en que lo entiendas y sientas.

El hiyab no es una imposición, a no ser casos particulares en parejas. Desde los líderes de la comunidad se exhorta a las mujeres a usarlo, pero no se les discrimina ni se les obliga su uso.

Kira: Lo positivo de la tienda es que por fin van a existir una oferta asequible de velos. Aquí puedes encontrártelos en otros lugares a precios muy altos y que ni siquiera tienen la calidad o la tela adecuada. Para compensar por las demoras en la apertura de la tienda en la fecha inicial acordada, habrá rebajas en la primera semana de ventas.

En Firdaus las piezas que se venderán son telas frescas para evitar que las mujeres sientan calor porque originalmente el hiyab se empezó a utilizar en Arabia donde hay mucho más calor en Cuba. En la tienda van a existir varios modelos de hiyab, el clásico rectangular, otros modelos más parecidos como gorros, una especia de capas (undercap), lo cual era prácticamente imposible conseguir en Cuba y es fundamental en la vestimenta.

“Kira se ha preocupado mucho porque en la tienda todo se aplique y adapte a nuestro contexto y que sean bonitos, no tres trapos puestos en la cabeza” –añade Maryam– “porque a veces una musulmana utiliza otras ropas que no son las más adecuadas con tal de cubrirse”.

¿Qué otros productos se ofertarán?

Kira: Todo lo necesario para cubrir las necesidades de las mujeres musulmanas, excepto la comida halal porque de eso se encarga el estado. Velos, ropa, vestidos, blusas, sayas, pantalones, joyería, bisutería, entre otros productos cosméticos también.

Una parte de la ropa se producirá aquí, con costureras y diseñadoras como parte del equipo de trabajo, con materia prima importada en su mayoría, productos de primera mano todos.

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Hay joyas que la propia Kira ensambla pues posee licencia de artesana y estudió gemología en un diplomado online de una universidad de Madrid. “Habrá piezas de diversos materiales que incluyen cristales y piedras semipreciosas y preciosas, además de joyas con perlas, con variados precios acorde a la categoría y cultivos”, explica la dueña de la tienda.

Otra de las novedades en los productos será la pintura de uñas permeable que permitirá mantener la estética aun después de efectuar los rituales de purificación antes de los rezos que realizan las musulmanas. “Nosotras rezamos 5 veces al día y en ese proceso debemos lavarnos las manos y otras partes del cuerpo, y el agua te debe llegar a las uñas. Las pinturas que se comercializan en Cuba no permite pasar el agua y entonces viene el problema porque el ritual de purificación se invalida”, explica Maryam.

Kira comenta que “en la mayoría de las comunidades musulmanas se utiliza la henna, y en la tienda se podrán encontrar productos a base de este polvo. Tintes para el cabello y pinturas de uñas hechas con este producto, con certificado halal”.

“Se venderán productos para la comunidad musulmana, pero puede comprar todo el que quiera. A la tienda puede ir quien lo desee, pues el islam no discrimina ni maltrata a ninguna persona, aun cuando alguna persona cometa acciones que sean consideradas pecados en la religión. Nosotras no apoyamos la discriminación de ningún tipo”, añade la joven, ingeniera civil de profesión.

“La idea –afirma Kira– es que haya opciones para todos, a partir de la cultura cubana, pues a las mujeres cubanas les gusta lucir, les gusta verse bonitas, y no significa que una mujer por ser musulmana no pueda lucir”.

Ese criterio aún persiste…

Maryam: En el mundo entero, al igual que en el islam, hay líneas de pensamiento. Hay muchachas que quieren decir y consideran es obligatorio cubrirse cara y manos y pies y que no se te vea nada prácticamente. Nosotras no estamos de acuerdo con eso. Como mismo también hay un movimiento mundial que es el hiyab fashion, para lograr visibilizar el hiyab, como una cultura de la modestia, pues se juega mucho con ese término. Que una sea musulmana no significa que la moda no te guste, puedo vestirme bien manteniendo mis preceptos. Hay incluso varios diseñadores occidentales que hacen trabajos que se ajustan a la ropa musulmana.

Kira: Tenemos nuestras maneras de lucir, de vestir bien. No tenemos ninguna razón para ser más fea ni que mi presencia te incomode ni que tenga q estar fea para salir a la calle, al contrario, incluso con el hiyab puedo lograr que me digan ‘mira que bonita está vestida’. Cualquier pieza que sirva para taparnos y dejar al descubierto el rostro y las manos, y que sea bonito, podemos utilizarlo.

Existe esa creencia de que por ser musulmanas no nos gusta lucir o no tenemos modas, cuando sí las hay. Tendencias, ropas de último modelo… es igual, lo que diferente. Somos mujeres iguales, capaces y emprendedoras. Lo mismo que hace una mujer son hiyab, lo podemos hacer nosotras.

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Kira Romero (al frente), directora de Firdaus. Foto: Otmaro Rodríguez

Ambas comentan a OnCuba que existe gran expectativa en la comunidad musulmana por la apertura de la tienda: “La reacción de la comunidad ha sido espectacular. Hay mucha expectativa. Incluso los hombres han estado preguntando si en algún momento la tienda venderá ropa de hombre también, lo cual está previsto en un futuro, pero de momento sólo se venderá artículos de joyería para hombres”.

“Musulmanas de todas las provincias se han comunicado para venir a La Habana en cuanto abra. Hasta de Santiago de Cuba nos están llamando para venir. Muchas dicen que es el primer paso”.

Empoderamiento femenino, desde el Islam

La idea que comenzó como una tienda ahora se expande. Explica Maryam que “cambiamos de ser una tienda a ser un proyecto más grande, con una proyección mayor. La idea es de convertirla en una marca, desde el concepto de branding. Comenzará con un local aquí para irse extendiendo a otros servicios”

“Va a empezar dentro de unos meses a brindar servicios de planificación de eventos halal, al igual que el resto de los servicios, con el propósito de visibilizar a la comunidad islámica de Cuba, mujeres dentro de esa comunidad que están interesadas en cambiar la imagen de la mujer musulmana, combatir la violencia de género, en especial hacia lo interno de la comunidad, desde un discurso del empoderamiento femenino desde la propia religión.

Kira: Con Firdaus también está la posibilidad de ofrecer empleo a otras mujeres musulmanas, ojalá fuera a todas las de la comunidad, pero al menos tendrán ahí su espacio. La idea es además capacitar a estas mujeres para que puedan ofrecer servicios que va a dar Firdaus: salón de belleza, servicio de diseño, planificación de eventos,  convertir en Firdaus en algo más grande desde una proyección islámico-cubana.

¿Se pudiera hablar de feminismo dentro de la comunidad musulmana?

Maryam: Existe a nivel global feminismo islámico, hay varias ramas. En lo personal, me considero defensora de un feminismo humanista. No puedo defender la supremacía de la mujer, como no defiendo la supremacía blanca o ninguna otra. Como seres humanos debemos ser considerados en igualdad de condiciones y derechos. Nadie es mejor que otro por sexo (o género), raza, etcétera.

Sí se puede hablar de términos de feminismo en la comunidad islámica, uno que defiende nuestro derecho a ser y existir como musulmanas, por una parte, y que también defender que nadie nos quite los derechos que nos da el islam, o sea, dentro de la propia comunidad.

Hay países árabes donde la mujer es una ser humano de segunda, cuando eso contradice los principios básicos del islam. Nosotras defendemos que esas prácticas no se establezcan en la dinámica de la comunidad. Tenemos que trabajar en ser mejores seres humanos, eso sí.

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Firdaus tendrá una proyección social, según comentan las líderes del proyecto a OnCuba: “Estamos además haciendo alianzas con otros emprendimientos para crear proyectos sociales y comunitarios, enfocados sobre todo en las mujeres, niñas, sectores vulnerables de la sociedad. Mi rinconcito, D’brujas, Sabor Café son algunos de los proyectos con los cuales pretende colaborar Firdaus, en su mayoría proyectos liderados por mujeres.

El espacio de la tienda se ubica en los Almacenes San José, ubicado en la zona del Centro Histórico de La Habana Vieja. “Se propuso el proyecto al Centro Histórico de La Habana, durante el proceso de revaluamiento de las naves de los Almacenes San José, donde se insertan otros emprendimientos de interés para la institución”, explica Maryam.

“En muchos países occidentales existen varias tiendas de corte islámico. Esta es la primera en Cuba y es una manera de que al fin llegue comercio de este tipo a la Isla, uno q tenga en cuenta a los musulmanes y así marque el inicio y luego puedan existir carnicerías halal, por ejemplo, y otros establecimientos que sean para musulmanes cubanos”, expresan las líderes del proyecto, que promete ser un espacio inclusivo dentro de la comunidad islámica en Cuba.

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