Gobierno cubano habilitará tiendas para la venta en dólares y otras divisas

Además, se autorizará la importación de "determinados productos" a través de empresas estatales, como parte de un grupo de medidas anunciadas este martes por autoridades de la Isla.

Foto: Kaloian.

Quince años después de la eliminación de las ventas en dólares en las tiendas cubanas, el gobierno de la Isla volverá a vender un grupo de productos en esa y otras monedas internacionales, en busca de impulsar su economía, paliar sus dificultades de financiamiento y evitar la fuga de divisas.

Equipos electrodomésticos como televisores de pantalla plana, refrigeradores y aires acondicionados, así como ciclomotores eléctricos y partes y piezas de autos, entre otras mercancías, se comercializarán en más de 70 tiendas habilitadas para este fin en toda la Isla, según informó este martes el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa en el programa televisivo Mesa Redonda.

Valdés Mesa explicó que la importación estatal de estos equipos y piezas había disminuido «con el propósito de asegurar a la población los productos básicos de alimentación, aseo personal y limpieza»,  ante el déficit de divisas internacionales que sufre Cuba como consecuencia de la «intensificación» del embargo y el «cerco financiero» por parte del actual gobierno de Estados Unidos.

Este escenario propició, dijo, la importación de esos artículos «en un marco de legalidad» por personas naturales que viajan fuera de la Isla y los comercializan «de manera irregular». Ello generó la salida de divisas «en cifras significativas», que las autoridades cubanas buscan ahora captar al tiempo que combaten el mercado negro y a las llamadas «mulas» que cargan artículos disímiles a Cuba.

No obstante, precisó que no habrá cambios en las regulaciones aduaneras ni se prohibirá la importación no comercial de estos artículos «en las actuales circunstancias».

Diez medidas económicas necesarias para Cuba

Las tiendas –que se irán habilitando progresivamente, con arranque antes del cierre de octubre en La Habana y Santiago de Cuba– no venderán en efectivo sino a través de tarjetas magnéticas nacionales e internacionales, como VISA y MasterCard, aunque estas últimas para funcionar en la Isla no pueden haber sido emitadas por bancos estadounidenses. Las tarjetas deberán estar respaldadas por cuentas bancarias en alguna de las divisas aprobadas para estos establecimientos, entre las que figura los dólares estadounidenses y canadienses, el euro, la libra esterlina y el yen japonés.

Estas cuentas no admitirán depósitos en las monedas cubanas (CUC y CUP). El tipo de cambio entre las diferentes divisas se realizará en base al dólar estadounidense, sobre el que continuará vigente el gravamen establecido en 2004 en el caso de los depósitos en efectivo.

Los productos que podrán comprarse con estas divisas, según Valdés Mesa, tendrán una garantía que no tienen los que son importados del exterior por particulares y sus precios serán «competitivos con los existentes en el mercado minorista de los países de nuestra área geográfica».

«No serán precios fijos, pero tampoco serán recaudatorios», precisó sin ofrecer más detalles.

Según ejemplos manejados por la ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, un televisor LED de 43 pulgadas marca Samsung estará valorado en 549 dólares; un refrigerador de 13.6 pies cúbicos marca Daytron en 519 dólares; y un split Royal en 361 dólares.

«Con los ingresos que resulten de las ventas en los lugares definidos, se contribuirá al reaprovisionamiento de las cadenas comerciales, además de la industria nacional», aseguró el vicepresidente.

Por su parte, el ministro de Economía, Alejandro Gil, añadió que este mecanismo de venta minorista en divisas contribuirá «a impulsar la economía, satisfacer la demanda interna y generar empleos», y potenciará «la comercialización mayorista y minorista de mercancías que hoy importan personas naturales sin garantía ni sostenibilidad».

Mientras, «los bienes considerados dentro de la línea económica» continuarán vendiéndose en las monedas cubanas, al igual que los de primera necesidad, y «algunos que forman parte del programa de ahorro energético», de acuerdo con Betsy Díaz, ministra de Comercio Interior, quien mencionó entre estos últimos batidoras, lavadoras semiautomaticas y bombas de agua, así como «agregados de piezas de automóvil que responden a la seguridad vial».

Entre las medidas anunciadas este martes, también se incluyó la concesión de bonificaciones o exenciones arancelarias a la importación de materias primas e insumos, por parte de cadenas de tiendas y otras entidades comercializadoras, con el objetivo de reducir los costos de producción en Cuba y los precios minoristas a «productos de primera necesidad y de mayor demanda entre la población».

La reducción de los precios prevista, según la ministra Bolaños, estará entre el 10 y el 15%.

Además, se anunció la posibilidad de que personas naturales importen «determinados productos» a través de empresas estatales y compren partes, piezas, accesorios y otros productos automotores también a través de entidades del Estado.

Los medidas ahora informadas forman parte de un paquete económico «gradual» del gobierno cubano para impulsar la economía de la Isla en «las condiciones actuales», según el ministro Gil, más allá de la crisis energética de las últimas semanas que el gobierno ha calificado como “coyuntural“, la cual ha afectado sobre todo al transporte y la industria por falta de diésel, y ante la que las autoridades activaron medidas de ahorro en el sector estatal.

Con anterioridad el gobierno cubano se había decretado un aumento salarial y de pensiones a un amplio grupo de trabajadores y jubilados del sector estatal, así como la limitación de precios para productos y servicios tanto estatales como privados.

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