La ministra keniana de Relaciones Exteriores, Mónica Juma, aseguró que su país no pagará rescate para que sean puestos en libertad los médicos cubanos secuestrados desde el pasado 12 de abril.
El pasado 16 de mayo se conoció que Al Shabab, la organización terrorista que mantiene retenidos a los médicos cubanos, estaría exigiendo una cantidad equivalente a 1,5 millones de dólares estadounidenses por su liberación.
Las declaraciones de Juma se dieron al final de un encuentro con Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea (UE) en Asuntos Exteriores y Seguridad, durante una visita de esta a Kenia.
La ministra afirmó que “nadie puede secuestrar a un doctor, nadie puede secuestrar personal médico, es algo que no ocurre ni siquiera en situación de guerra… por el servicio que ellos dan a la humanidad”.
Dijo estar sobreaviso de que los secuestradores pretenden un pago de rescate, pero “no negociamos pagos de rescate, por una cuestión de política de gobierno”.
Confirmó que “hay una operación en desarrollo, y tenemos la esperanza de devolverlos seguros a su hogar”.
A su vez Mogherini prometió conversar sobre ese tema tanto con el Presidente del país como con el Ministro del Interior.
Hasta el momento no hay trascendidos de estas conversaciones en el encuentro que ya se desarrolló.”Pienso que compartimos la misma preocupación y el mismo interés en una Kenia segura y en formas más eficientes para la prevención”.
“Tenemos este como uno de los asuntos prioritarios en la agenda común. Hay más de 800 empresas europeas que tienen inversiones en Kenia. Debemos asegurar que la situación en el país es segura”.
Assel Herrera Correa, especialista de Medicina General Integral de la provincia de Las Tunas, y Landy Rodríguez Hernández, especialista en Cirugía de la provincia de Villa Clara, fueron secuestrados el viernes 12 de abril por hombres armados sospechosos de pertenecer al grupo yihadista somalí Al Shabab.
Los médicos cubanos se dirigían escoltados en un automóvil del gobierno local al hospital de Mandera, condado en el nordeste de Kenia fronterizo con Somalia, en el que prestaban servicio.
Al Shabab, que se adhirió a la red terrorista Al Qaeda en el año 2012, controla parte del centro y sur de Somalia, donde desea instaurar un Estado islámico de corte wahabí.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.