La emigración cubana, un asunto que importa

Entrevista a Ernesto Soberón, jefe de la Dirección General de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE), de la Cancillería cubana.

Ernesto Soberón. Foto: Embajada de Cuba en EEUU.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que forma parte del sistema de las Naciones Unidas, en el año 2020 vivían fuera de Cuba 1.757.300 personas que habían nacido en la Isla. La Oficina del Censo de los Estados Unidos, por su parte, reportaba que en el 2019 vivían en ese país 1.359.990 personas nacidas en Cuba. Alrededor de medio millón de esos cubanos que hacen sus vidas en otros países mantienen su residencia en la Isla.   

La relación del Estado y el gobierno cubanos con su emigración —fuertemente condicionada por el conflicto entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos— ha ido evolucionando a lo largo de los años desde que en 1978 se realizara el primer Diálogo, parteaguas a partir del cual se iniciaron una serie de reformas encaminadas a normalizar la relación con la emigración. La reforma migratoria que entró en vigor en el 2013 trajo consigo los cambios más importantes en este sentido de los últimos años; sin embargo, la velocidad y profundidad de las medidas que tienen que ver con la emigración cubana no han sido suficientes, sobre todo si tomamos en cuenta el papel que esta puede jugar en el desarrollo socioeconómico del país y el espíritu de la nueva Constitución aprobada en el 2019.

A la mayoría de los lectores de OnCuba le interesan los temas relacionados con la emigración cubana, ya sea porque forman parte de ella o porque familiares y amigos suyos viven fuera de la Isla. Así nos lo hacen saber por diferentes vías. Hemos podido identificar que los reclamos y preocupaciones fundamentales tienen que ver con: costo de los trámites consulares y aranceles aduanales, categorías migratorias y sus consiguientes desigualdades de derechos, participación de la emigración en la economía cubana, participación política, derechos ciudadanos y el papel de la emigración cubana (en la retórica y en la práctica) en el proyecto de Nación.

Para tratar algunos de estos temas entrevistamos vía email a Ernesto Soberón, jefe de la Dirección General de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE), de la Cancillería cubana.

El gobierno cubano ha dicho en reiteradas ocasiones que le interesa fortalecer y ampliar los vínculos con la comunidad cubana residente en el exterior y con ese objetivo se han ido aprobando varias medidas a lo largo de los años ¿Cómo se plantean ampliar y profundizar la política migratoria para lograr ese objetivo?

Con el “Diálogo del 78”, impulsado por nuestro Comandante en Jefe, comenzó un proceso continuo e irreversible de acercamiento entre Cuba y sus nacionales en el exterior, cuyo elemento más dinámico ha sido la evolución, perfeccionamiento y estudio continuo de la política migratoria de nuestro país. Ese es el espíritu que ha acompañado las sucesivas actualizaciones de nuestra política migratoria, las más recientes en 2013, 2016 y 2018.

Con la implementación de las nuevas medidas migratorias, cada día es más frecuente y normal que los ciudadanos cubanos residentes en Cuba y en el exterior viajen en uno u otro sentido, fundamentalmente hacia y desde Estados Unidos.

Entre 2013 y 2018, los ciudadanos cubanos realizaron 3 millones 462 mil 076 viajes al exterior, cifras que denotan un crecimiento del 375% con respecto al periodo 2008-2012.

Paralelamente, luego de las medidas adoptadas en 2013, realizaron 2 millones 418 mil 270 viajes a nuestro país por nuestros nacionales residentes en el extranjero, de los cuales el 77% viajó desde Estados Unidos. En comparación con el periodo 2008-2012, las entradas a Cuba de cubanos residentes en el exterior crecieron en un 43%. Durante 2019, 650 mil 040 cubanos residentes en el territorio nacional realizaron 1 millón 307 mil 523 viajes al exterior por motivos particulares, cifras un 18% superiores a las del año anterior.

Específicamente hacia Estados Unidos, 226 mil 322 ciudadanos cubanos (34.82% del total de viajeros en el año) realizaron 491 mil 529 viajes (37.59% del total de viajes en el año), lo cual representó un crecimiento del 2.7% y 10.6% respectivamente, en comparación con estas cifras en 2018.

Mientras tanto, en el propio 2019, se registraron 623 mil 831 entradas al territorio nacional de 346 mil 381 cubanos residentes en el exterior, lo cual representó un incremento del 3.9% y 2.6% respectivamente, con respecto a 2018. Desde EE.UU., 295 mil 774 cubanos (85.39% del total de viajeros en el año) realizaron 552 mil 816 viajes a Cuba (88.62% del total de viajes en el año), lo cual, tomando como base los datos del 2018, representó un crecimiento del 0.08% y 6.05% respectivamente.

En 2020, durante los periodos en los cuales nuestros aeropuertos internacionales permanecieron abiertos, 271 mil 061 cubanos realizaron 375 mil 643 viajes al exterior por motivos particulares; mientras que 106 mil 456 de nuestros nacionales residentes en el extranjero realizaron 150 mil 454 viajes a Cuba.

Recientemente, como parte del compromiso del gobierno cubano con la atención a la comunidad de cubanos en el exterior, durante estos más de 18 meses de pandemia, se han desarrollado disímiles acciones, tales como: el seguimiento y la asistencia a nuestros ciudadanos que enfermaron de COVID-19; la organización de vuelos chárter y de regreso al territorio nacional para los cubanos que quedaron varados en otros países; la posibilidad para los ciudadanos cubanos residentes en Cuba de regresar con su pasaporte vencido y sin prorrogar; la decisión de eximir del pago de la prórroga de estancia en el exterior por un plazo mayor a los 24 meses establecidos, y se continúa potenciando la realización de trámites consulares a distancia.

Estas medidas han estado encaminadas a fortalecer la atención de nuestros connacionales en el exterior, atendiendo a las complejidades que impone la actual pandemia.

Uno de los reclamos permanentes de la comunidad cubana en el exterior tiene que ver con asuntos consulares, por ejemplo: costo del pasaporte (el más caro del mundo si se confecciona fuera de Cuba y que tiene necesidad de dos prórrogas). ¿Se piensa bajar el precio y/o eliminar las prórrogas?

Como se ha expresado con anterioridad, aún quedan temas pendientes relacionados con la atención y las relaciones con nuestros nacionales en el exterior, entre los cuales se encuentra la prórroga del pasaporte, el arancel consular o precio de este y su validez. Además, entendemos que se trata de un tema que resulta de gran interés para la inmensa mayoría de nuestros connacionales en el exterior y sus familiares en Cuba; cuya solución también contribuirá al fortalecimiento de los vínculos con los cubanos residentes en el exterior.

Todas las medidas migratorias adoptadas en las últimas décadas han tenido como objetivo estratégico fortalecer los vínculos con los cubanos residentes en el exterior.

Conocemos personas que tienen prohibida su entrada a Cuba sin que se le comunique la causa de dicha prohibición y sin procesos abiertos por supuestos delitos. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Por qué razones se le puede prohibir la entrada a su país a un ciudadano cubano y qué procedimientos habría que cumplir para ello?

Referente a la limitación de entrada indefinida de ciudadanos cubanos a Cuba, la misma está vinculada a nuestra seguridad nacional, según lo dispuesto en las leyes cubanas. En este entendido, en la actualidad poseen limitación de entrada al territorio nacional, un ínfimo grupo de cubanos por estar vinculados a sectores más reaccionarios de la ultraderecha anticubana.

A partir de lo anterior, puede afirmarse categóricamente que la inmensa mayoría de los cubanos hoy pueden entrar y salir del país sin ninguna dificultad, y solo necesitan pasaporte, dinero y visa para el país hacia el cual viajarán, si así lo exige ese país, requisitos que se aplican al resto de los ciudadanos del mundo para viajar fuera de su nación de origen.

Dentro del exiguo grupo de ciudadanos cubanos que poseen limitación de entrada al país, también se incluyen aquellos que poseen una limitación de entrada temporal por abandono de su misión oficial. Medida que expira una vez transcurre el tiempo establecido, y luego de la cual estos ciudadanos pueden entrar al país sin ninguna otra regulación o requisito.

Sobre la limitación de entrada temporal para los ciudadanos cubanos que abandonan una misión oficial, los criterios son tan numerosos como disímiles, pero a la hora de abordar este fenómeno debe tenerse en cuenta que el abandono de una misión oficial es un acto con implicaciones negativas diversas, para Cuba y para el país donde brindan sus servicios nuestros colaboradores.

El discurso oficial cubano ha llamado a la inclusión y a la participación de “todos los cubanos que quieren el bien para su país” en el desarrollo socioeconómico de la Isla. ¿Cuál sería para usted el horizonte de esa participación y cuáles los pasos para lograrlo? ¿Se contempla, por ejemplo, la participación de la comunidad residente en el exterior en las decisiones respecto a leyes que la impliquen?

A partir de la voluntad de nuestro gobierno de fortalecer y diversificar los nexos existentes entre la nación y nuestros connacionales en el exterior, en los últimos años se han promovido e incrementado los intercambios (académicos, científicos, culturales, deportivos u otros) entre ciudadanos cubanos radicados en otros países, incluido EE. UU., y las instituciones cubanas.

La participación de los cubanos residentes en el exterior en el debate sobre el proyecto de Constitución constituyó un hecho inédito en la historia de la Revolución y un importante paso en la vinculación de nuestros nacionales radicados en otros países con los procesos políticos del país.

Durante ese ejercicio de participación voluntaria:

  1. Se recibieron comentarios de más de 130 países, cumpliendo con el objetivo de que los cubanos alrededor del mundo pudieran participar en el proceso.
  2. El 40% de las propuestas recibidas se encuentran incluidas en el texto constitucional refrendado por la mayoría del pueblo cubano, a través del voto popular.

Posteriormente, fue refrendada la nueva Constitución por la mayoría de la población cubana, incluyendo cubanos que vinieron del exterior a votar y que pudieron hacerlo de manera libre, acorde a sus propias concepciones y criterios, porque tienen ese derecho, asociado, según las leyes cubanas, a la residencia en el país.

Con la informatización de la sociedad en Cuba y la implementación del programa de gobierno electrónico, tal como se realizó con la consulta popular sobre el proyecto de Constitución, los cubanos residentes en el territorio nacional y el exterior cuentan con canales para conocer sobre lo cual se legisla en el país, interactuar y emitir sus opiniones al respecto.

Desde hace varios años Cuba ha ido transformando su modelo económico, diversificando las formas de propiedad, así como los actores de la economía. El pasado mes de junio el Consejo de ministros aprobó la creación de las micro, pequeñas y medianas empresas privadas (mipymes), sin embargo, las normas recién publicadas no incluyen a cubanos residentes en el exterior (CRE). La ley de Inversión Extranjera, por su parte, no impide que CRE inviertan en Cuba pero los casos han sido muy contados ¿Existe la intención de promover la inversión de los CRE en Cuba, en caso de ser así qué ventajas tendrían?

Las transformaciones actuales para impulsar y dinamizar la economía cubana abren nuevos espacios para la participación de los cubanos residentes en el exterior en los procesos de desarrollo socioeconómico del país; a partir de las oportunidades existentes en materia de inversiones, colaboración, negocios y proyectos de desarrollo local. Se están creando las condiciones y bases desde el punto de vista legislativo, abriendo una novedosa puerta en la diversificación de las relaciones entre nuestro país y los cubanos en el exterior.

En la actualidad, la mayor parte de los cubanos residentes en el exterior mantienen un vínculo fluido con Cuba, se muestran interesados en la situación del país y en contribuir a su desarrollo socioeconómico.

En tal sentido, se trabaja en la identificación de propuestas de negocios de inversión extranjera de diferentes montos, incluyendo montos discretos y proyectos locales, de manera que faciliten la posibilidad de contribuir al desarrollo del país desde lo local, si fuese esa la preferencia. La legislación cubana se aplica por igual a los inversionistas de todos los países, sin establecer criterios discriminatorios.

Sin embargo, ante este diapasón de proyectos y posibilidades, el bloqueo constituye el principal obstáculo para que los inversionistas, incluidos nuestros nacionales, puedan insertarse en proyectos de desarrollo local o inversiones.

Como parte del aporte de nuestros nacionales en diferentes esferas al desarrollo del país, resulta igualmente relevante la labor de cubanos que, desde otros sectores, contribuyen al debate sobre la realidad cubana, desde una postura objetiva, y el respeto a la soberanía de Cuba y al derecho a nuestra autodeterminación.

De igual forma, consideramos necesario e importante el acercamiento de los jóvenes cubanos y descendientes residentes en el exterior a nuestra cultura, identidad nacional, historia, tradiciones y realidad cubana; donde instituciones culturales y educacionales, cubanas y estadounidenses, pueden jugar un rol muy importante.

La conferencia de la Nación y la Emigración supuesta a celebrarse en abril del pasado año tuvo que ser aplazada por razones obvias de la situación de salud que ha atravesado el mundo. ¿Se tiene prevista una nueva fecha para realizarla? ¿Cuál sería la agenda principal de esa reunión? ¿Se mantendría la misma convocatoria de participación? ¿Cuáles son los principales temas y demandas de la comunidad CRE que tiene identificadas la DACRE?

La posposición de la IV Conferencia “La Nación y la Emigración” se debió a la situación epidemiológica en el país, la cual se mantiene compleja, por lo que en el corto plazo no será posible celebrarla de manera presencial.

 El interés de realizarla se mantiene, sin discusión. Que se mantenga pospuesta no significa que esté cancelada y en su momento se programará, para lo cual será necesario actualizar los puntos de intercambio, adecuar la agenda al contexto actual a raíz de los acontecimientos y decisiones más recientes, como por ejemplo las transformaciones económicas y las oportunidades que se abren con ellas para el fortalecimiento de los vínculos entre Cuba y sus nacionales en el exterior.

La Conferencia tampoco puede ser vista como un fin en sí misma. Es decir, ha habido tres ediciones anteriores y no cabe dudas de que es un momento con un alto grado de simbolismo, de intercambio con la comunidad cubana en el exterior, con el añadido de que se realiza en Cuba, pero no siempre ha sido la Conferencia el momento clave para el anuncio y la adopción de medidas migratorias, al menos no ha ocurrido así en los últimos tiempos.

Durante todos estos años hemos promovido encuentros con nuestros nacionales en el exterior, bajo la óptica de aprovechar todo espacio que permita intercambiar, interactuar y contribuir al desarrollo de los vínculos entre Cuba y los cubanos residentes en el exterior. En este sentido, los encuentros nacionales, regionales y con delegaciones gubernamentales cubanas también han funcionado como mecanismos de retroalimentación e intercambio con los cubanos residentes en el exterior.

El camino por el cual apostamos con nuestros nacionales en el exterior, desde 1978, es el intercambio sobre la base del respeto y la defensa de la soberanía de Cuba, y una mayor relación entre nuestro país y los cubanos residentes en el exterior.

 

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