La Habana: imágenes de un año de pandemia

La capital cubana ha sido el epicentro de la epidemia de COVID-19 en la Isla a lo largo de todos estos meses, pero a pesar de ello se ha empeñado en seguir adelante.

Foto: Otmaro Rodríguez.

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Hace ya un año, el coronavirus llegó a Cuba para cambiarles la vida a los habitantes de esta Isla. Los hizo cubrir sus rostros, cambiar sus rutinas, pasar mucho más tiempo en casa, privarse de grandes eventos y celebraciones públicas, limitar los viajes y la interacción social. Todo ello, por demás, en un difícil escenario económico, endurecido aún más por la pandemia. 

En estos 12 meses, el SARS-CoV-2 se propagó prácticamente por todas las provincias cubanas. Lo mismo en Pinar del Río que en Guantánamo —apenas Yateras no reporta aún casos autóctonos—, Matanzas que Camagüey, la COVID-19 ha dejado su funesta huella, hasta sobrepasar ya los 60 mil contagios y los 365 fallecidos en todo el país. Pero si un territorio ha sido especialmente golpeado, ha sido La Habana

Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
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Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
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La capital cubana ha sido el epicentro de la epidemia a lo largo de todos estos meses, y acumula ya más de 27 mil contagios, alrededor del 45 % de los que han sido detectados en Cuba. Su tasa de casos por 100 mil habitantes es de 1.208 en el año transcurrido desde los primeros contagios, por mucho la mayor de la Isla. La capital cubana también lidera negativamente el país en los últimos 15 días, con una tasa sobre los 270 confirmados.  

Foto: Otmaro Rodríguez.
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A estas alturas, en medio de la tercera oleada de la enfermedad en el país, la urbe habanera mantiene más de un millar de focos y cinco eventos de transmisión activos; mientras está vigente un amplio grupo de medidas y restricciones para contener la propagación del virus, aunque en la práctica no siempre se cumpla con la teoría.

Foto: Otmaro Rodríguez.
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Pero más allá de las cifras y las disposiciones, de los gráficos y los informes, la realidad muestra sus propias imágenes: los retratos de una ciudad que se empeña en seguir adelante, aun entre vallas y cintas amarillas; de una urbe que, a pesar de las limitaciones de todo tipo, se ha ido adaptando a su nueva cotidianidad e intenta que se parezca lo más posible a lo que era, a lo que desea ser.

Foto: Otmaro Rodríguez.
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Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez/Archivo OnCuba.
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Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
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Así se adentra la capital cubana en el 2021, con su gente voluntariosa, tenaz, soñadora. La misma gente que busca no perder la sonrisa, que se esfuerza por cuidar la salud y la economía —aunque a veces la situación obligue a privilegiar una sobre la otra—; la misma que pone su brazo para probar una esperanzadora vacuna y se aglomera en una cola para que no falten los alimentos en su mesa. 

Foto: Otmaro Rodríguez.
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De todo ello, y más, ha habido y hay en La Habana a la par del coronavirus. Y de todo eso y más de seguro seguirá habiendo, aunque la pandemia —como esperamos todos— llegue a quedar en el pasado, y sean otros los escenarios y desafíos. Las imágenes estarán ahí para descubrirlo al mundo, para contarlo.

Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez.
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Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez/Archivo OnCuba.
Foto: Otmaro Rodríguez.
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