La Habana también tiene problemas con el “gas de balita”

Fuentes oficiales aseguran que actualmente este producto se está distribuyendo solo a "los puntos de venta con mayor cantidad de clientes", pero apuntan que la situación "mejorará paulatinamente".

Mientras a lo largo de Cuba se han venido reportado déficits de gas licuado y atrasos en las entregas a la población, fuentes oficiales confirmaron la existencia de dificultades en La Habana.

Una escueta nota publicada en el periódico Tribuna de La Habana informa que este producto se está distribuyendo actualmente solo a “los puntos de venta con mayor cantidad de clientes”.

No obstante, la publicación asegura que la situación “mejorará paulatinamente al liberar la empresa CUPET unas doscientas mil toneladas del combustible doméstico”.

Tribuna afirma haber contactado telefónicamente con el departamento de atención a la población de la empresa encargada de distribuir el gas en La Habana.

En este intercambio, las funcionarios contactados explicaron al medio que la capital cuenta con más de 370 puntos de ventas y aseveraron que, “según estimados”, todos estos puntos “serán surtidos en el transcurso de quince días”.

 

Los actuales problemas con el gas licuado solo afectan a una parte de la población habanera. Otra buena parte de la misma no emplea este servicio ya que recibe el gas manufacturado, conocido popularmente como el “gas de la calle”, el cual llega de manera directa a los hogares y no necesita ser distribuido a través de contenedores externos.

Crisis energética en la isla

La información sobre estas dificultades ve la luz en momentos en que otras provincias cubanas, como Matanzas y Camagüey, han reconocido falta de disponibilidad de gas licuado para la venta a la población en los ciclos establecidos.

Cuba ya ha afrontado en el pasado problemas con la producción y distribución del gas licuado, ya sea por escasez de combustible o por déficit de cilindros para el abastecimiento.

Las dificultades actuales afectan a la población cubana en momentos en que también sufre de largos cortes de electricidad, en medio de la severa crisis energética que atraviesa la isla.

La combinación de ambos factores complejizan aún más la vida de los cubanos y, en particular, la cocción de alimentos. Días atrás, trascendió incluso que en Santiago de Cuba se vendería carbón de manera racionada la población como “alternativa ante el déficit electroenergético”.

Venta de carbón en Santiago de Cuba como “alternativa ante el déficit electroenergético”

Luego de dos o tres días con una ligera mejoría, este jueves el déficit de generación eléctrica en Cuba volvió a superar los 1000 MW como máxima afectación.

Para este viernes, la Unión Eléctrica (UNE) prevé una afectación algo menor, sobre los 900 MW en el horario diurno, y los 795 MW en el pico nocturno.

Para que esto último se cumpla, deben entrar en funcionamiento dos unidades generadoras que hasta esta hora están en avería: las unidades 5 de la termoeléctrica de Nuevitas y la termoeléctrica Renté.

Además, otras cuatro unidades están fuera por roturas y mantenimientos, al igual que la planta de Energas Varadero. 

Mientras, 48 centrales de generación distribuida están fuera de servicio por falta de combustible, lo que supone unos 366 MW afectados por este concepto. 

Con esta situación, es previsible que varios bloques de la capital sufran de cortes eléctricos a lo largo del día, al igual que en el resto de los territorios, donde los apagones han llegado a superar las 20 horas seguidas en la última semana, según reconocieron las propias autoridades.

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