La Letra

La consulta al Oráculo de Ifá augura acontecimientos sociales, naturales, enfermedades y otros sucesos, y recomienda las medidas a seguir por los creyentes para atenuarlos.

Foto:realismoespiritual.blogspot.com

Foto:realismoespiritual.blogspot.com

Durante los años 90, en Cuba dos de las tres religiones populares de origen africano sufrieron procesos de institucionalización con el surgimiento de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba (ACYC) y el Buró Abakuá, que agrupan, en el primer caso a creyentes de la santería, y en el segundo a practicantes ñáñigos, frecuentemente asociados a la delincuencia y la marginalidad y por consiguiente estigmatizados desde lo social y marcados por una descalificación clasista y racista fuertemente heredada de la época de la Colonia.

Estas instituciones constituyeron una ruptura con las formas tradicionales del culto, que sobre todo en el caso de los santeros, funcionan a nivel horizontal y sin necesidad de estructuras para la vida práctico-espiritual de los creyentes. No se trata ni de catedrales ni de estructuras administrativas de la fe, como las de la Iglesia Católica, pero indudablemente su existencia misma introdujo un cambio, no solo por apartarse de la costumbre, sino también por considerarse una expresión de oficialismo.

Ambas surgieron en el contexto del Cuarto Congreso del Partido (1991) y de la reforma a la Constitución (1992), esa que definió al Estado cubano como laico retomando una tradición actuante desde las Constituciones cubanas del siglo XIX, pero descontinuada de hecho con la práctica del llamado ateísmo científico, adoptado durante la época de la institucionalización bajo la influencia cultural soviética.

Como se conoce, el 31 de diciembre se realiza la ceremonia para la Letra del Año, en la cual se determina el signo que regirá mediante la consulta al Oráculo de Ifá, un ritual secreto a cargo de un grupo de babalawos o sacerdotes de Ifá. La Letra augura acontecimientos sociales, naturales, enfermedades y otros sucesos, y recomienda las medidas a seguir por los creyentes para atenuarlos.

A partir de los 90, en Cuba hubo dos: la de la Asociación Cultural Yoruba y la del municipio 10 de Octubre, lo cual colocaba a creyentes y observadores en una especie de carrera para ver qué flecha tocaba de manera más precisa el blanco. En una cultura donde la polarización suele ser norma, no hay mucho espacio para tierras de nadie –y estos creyentes no eran la excepción. Se trata de un fenómeno con impactos no solo en países como México, Venezuela, España y Estados Unidos, sino también en otros muy distintos como Finlandia o Rusia, adonde la Regla de Ocha ha llegado de la mano de la emigración cubana y de otras concurrencias.

En la cultura yoruba era una práctica que se llevaba a cabo en junio, asociada a la cosecha del ñame, pero al pasar a la isla sufrió un proceso de transculturación y por lo tanto se le hizo coincidir con las actividades por el nuevo año propias de la cultura occidental. El eclecticismo campea en el Reino de este Mundo, empezando por el hecho de que a las deidades se les toca violín y a Obatalá se le ofrecen cakes, artefactos culturales no africanos que llegan por la vía de España y Estados Unidos, respectivamente.

El nuevo contexto obligó, además, a hacer ciertos ajustes, como ese de remplazar la nuez de cola por pedazos de coco. La rama trasplantada del árbol primigenio conserva cosas del original –pero es distinta. Ello explica que en el proceso de preparación de la Letra aparezcan elementos católicos, como asistir a una iglesia a rendir culto a practicantes y babalawos fallecidos antes de ejecutarse la ceremonia del itá, donde de la estera de Ifá saldrá el odu principal del año, escoltado por otros dos secundarios que completan su sentido fundamental.

A partir de 2016, los líderes de los dos grupos principales determinaron unirse para emitir una sola Letra, decisión comunicada en rueda de prensa. Tanto Lázaro Cuesta, fundador de la Comisión para la Letra del año, como José Manuel Pérez Andino, el nuevo presidente de la Asociación, ratificaron el acuerdo. Una movida que, según dijeron, contó con el respaldo de una amplia mayoría de las casas religiosas cubanas. El objetivo era obvio: “que la nueva y única letra del año garantice una mayor confianza de los practicantes de Ocha e Ifá en Cuba y evite las ya frecuentes confusiones”.

Esta es, pues, la Letra de 2019:

Signo Regente: Oshe Ogunda

1er. Testigo: Ika Ogunda

2do Testigo: Osa Kuleya

Oración Profética: Osorbo Iku Intori Ogu  (Muerte por acciones negativas).

Orula Onire: Adimu (Un ñame, un coco partido en 2 mitades, todo se embarra con manteca de corojo, su coco y sus velas).

Otan Onishe Ara: Sarayeye con un pollo y se le da a Oggun, con los demás ingredientes y darse un baño con hierbas de Paraldo.

Otan Deidad que Gobierna: Oshun

Deidad Acompañante: Oggun Otan

Bandera: Amarilla con Ribetes verdes

Ebbo: 1 chivo (para Elegba), 5 güiritos, a los cuales se les echan añil, miel, manteca de corojo, palo rompe hueso y sangre el chivo y se cuelgan en la puerta, y los demás ingredientes (Luego baño con ewe siempre viva).

Refranes del Signo:

Cuchillo mismo no se hace cabo.

A uno no le dan la flecha sin antes ir al campo de batalla.

Lo que se deja no se vuelve a recoger.

Enfermedades que aumentan su índice:

Enfermedades del estómago y los intestinos.

Incremento del índice de Enfermedades de trasmisión sexual.

Impotencia a temprana edad, como consecuencia de problemas en la próstata en los hombres.

Afecciones malignas en colon, y recto.

Acontecimientos de Interés Social:

Continuarán problemas en el sector agrícola fundamentalmente en la producción de viandas, hortalizas y vegetales como consecuencia de la poca fertilización de los suelos.

Penetraciones del mar que pueden producir inundaciones y derrumbes.

Incremento de conflictos migratorios.

Continuará el peligro y las amenazas a catástrofes naturales de todo tipo.

Recomendaciones:

Signo que advierte sobre el peligro que puede generar el despilfarro.

Se recomienda evitar la mala utilización de productos químicos en las producciones agrícolas.

Cuidado con epidemias y enfermedades.

Evitar enfrentamientos y reyertas.

Se recomienda mantener una ética religiosa adecuada.

Hay que buscar concurso y ayuda entre todos para lograr los objetivos trazados.

Respetar a los mayores y buscar orientación religiosa.

Evitar problemas con la justicia.

Aumento de las enfermedades venéreas producto al desenfreno sexual.

Dar mejor uso a los recursos agrícolas.

Se recomienda un equilibrio en todos los órdenes.

Se recomienda reforzar a oggun. (Ver a los padrinos para esto).

Hay que tener cuidado con el consentimiento excesivo de los padres para con los hijos.

Los padres deben prestar esmerada atención al cuidado y la educación de los hijos.

Se prohíbe auto medicamentarse.

Salir de la versión móvil