La planta bioeléctrica que se construye en Cuba, con inversión extranjera, entrará en funcionamiento a principio de 2020, según informó Granma.
Ubicada en la provincia Ciego de Ávila, en las inmediaciones del central azucarero Ciro Redondo, la instalación realizará en enero las primeras pruebas de generación sincronizada al Sistema Electroenergético Nacional.
La instalación comenzó a levantarse en abril de 2017, con tecnología china e inversión británica.
Para la ejecución de la obra se creó la empresa mixta BioPower S.A., con participación de la británica Havana Energy y el Grupo AZCUBA.
La planta será capaz de suministrar al Sistema Electroenergético nacional alrededor del 50 por ciento del consumo de la provincia Ciego de Ávila.
La bioeléctrica empleará como biomasa el bagazo de caña de azúcar durante el período de zafra y el resto del año procesará el marabú.
Esta es la mayor inversión que actualmente se ejecuta –más de 180 millones de dólares– en Cuba, vinculada a la generación de energía a partir de fuentes renovables.
Cuba aspira a cubrir el 24 por ciento de la generación eléctrica a partir del uso de energías limpias como parte del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030.