La organización no gubernamental (ONG) Oxfam cerrará su programa en Cuba tras casi 30 años de trabajo con diversas instituciones nacionales en función del desarrollo resiliente desde lo local, informan medios oficiales en la Isla.
La salida obedece a una revisión global de su modelo en marcha desde hace dos años, que se vio acelerada por los efectos financieros derivados de la pandemia y las dificultades para recaudar fondos en muchos países a raíz de la COVID-19, detalló Elena Gentili, representante de Oxfam en Cuba, de acuerdo con un despacho de la agencia Prensa Latina (PL).
La directiva explicó que un equipo subordinado a la representación en Canadá permanecerá la Isla durante dos años para supervisar los compromisos asumidos antes de que fuese tomada la decisión de retirarse, refiere el reporte.
“Dejar la presencia en un país no significa que no se pueda continuar colaborando y apoyando organizaciones de la sociedad civil, tanto a nivel nacional como local”, dijo Gentili, citada por PL.
La ONG continuará implementando proyectos dedicados al desarrollo agroecológico, la resiliencia en ese entorno, el fortalecimiento de las cooperativas y otros temas relacionados con la soberanía alimentaria, subraya la agencia.
El equipo que permanecerá en la Isla impulsará, además, el fortalecimiento de capacidades de las mujeres rurales para cerrar brechas de género e impulsar su liderazgo en la agricultura.
La principal directiva de Oxfam en Cuba también anunció que la organización programó varias actividades de cierre (24 y 25 de marzo), entre ellas una jornada de reencuentro entre protagonistas y testigos de la historia de Oxfam en Cuba, en la cual se presentará el informe El valor de la cooperación: semillas que germinan.
El programa previsto repasará enfoques, metodologías, estrategias y prácticas relevantes de su cooperación en el país, que quedarán disponibles en una nueva plataforma virtual llamada Cuba resiliente, señala PL.
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Durante sus tres décadas de trabajo en el país caribeño, Oxfam trabajó junto a un centenar de instituciones cubanas. Como parte de esta labor, acompañó el diseño e implementación de políticas públicas como la Estrategia de Género del Sistema de la Agricultura, el Programa Nacional del Adelanto de las Mujeres, la Tarea Vida para el enfrentamiento al cambio climático y el Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, entre otros.
Además, trabajó en proyectos vinculados con la prevención y atención de las violencias contra las mujeres y los feminismos como concepción para abordar las labores de cuidados y la corresponsabilidad.