Lula sugiere un “pacto global” que permita al Sur acceder a las grandes tecnologías

El mandatario brasileño intervino hoy en la segunda y última jornada de la cumbre del G77+China, que se desarrolla en el Palacio de las Convenciones, en La Habana.

Lula Da Silva durante la Cumbre del G77+China, en el salón plenario del Palacio de Convenciones, en La Habana. Foto: Ernesto Mastrascusa/EFE.

El presidente de Brasil, Luiz Inàcio Lula da Silva, resaltó este sábado durante la segunda y última jornada de la cumbre del G77+China en La Habana, que los países del Sur tienen “plenas condiciones para ocupar la vanguardia” en el ámbito científico, tecnológica y de innovación.

El mandatario brasileño llamó a un “pacto global” que permita a los pueblos subdesarrollados beneficiarse de las grandes tecnologías y también criticó a los países ricos por sus “compromisos no cumplidos”. Además, urgió a “actualizar nuestra visión del desarrollo sostenible en función de nuestra realidad de prioridades”.

Añadió que Brasil le concede un carácter especial a la cooperación científica-tecnológica entre los países subdesarrollados y adelantó que “daremos un nuevo impulso a los proyectos regionales a través de foros como la Celac o los BRICS”.

Colaboración con África

Lula mencionó la necesidad de la colaboración conjunta con África porque “demuestra que puede ayudarnos a dar un salto en la producción agrícola”.

Recordó que en la pasada cumbre de la Amazonía, en la ciudad brasileña de Belén, se adoptó una “amplia agenda de cooperación entre las comunidades amazónicas” con vistas a “aprovechar la industrialización sustentable, la inversión en energía renovable y la agricultura de bajo carbono”.

“Debemos aprovechar el patrimonio de nuestras universidades y la propiedad intelectual sobre nuestros recursos”, sostuvo el mandatario brasileño, que llegó ayer a La Habana para asistir a la cumbre.

Lula subrayó, para unos 30 jefes de Estado participantes en la cumbre, las “posibilidades” que trae la inteligencia artificial, pero criticó los “efectos colaterales” de la misma.

Atender causas que llevan a la “migración irregular”

Por su parte, entras las variadas intervenciones de la mañana, la canciller panameña, Janaina Tewaney, pidió a las delegaciones que sus Gobiernos atiendan “las causas” -como la violencia y el cambio climático- que llevan a la “migración irregular”, “desorganizada” y “no coordinada”.

“El resultado de esta crisis humanitaria es principalmente el sufrimiento humano y no debe ser ignorado (…) Para Panamá, los efectos de esta crisis se ven diario en nuestro Parque Nacional del Darién, fronterizo con Colombia, una densa selva donde encontramos todos los días a migrantes que mueren en su peligrosa travesía”, alertó.

“Por favor, Darién no es una ruta y no lo puede ser”, remarcó la canciller, quien dijo que este año Panamá prevé que entre 400 000 y 500 000 personas crucen el tapón en su trayecto hacia EEUU, y que, en lo que va de año, su país ha recibido cuatro veces más migrantes que en un periodo de cinco años.

Los países del sur buscan cerrar filas en cumbre de La Habana

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, pidió poco desúés que el grupo se comprometa a rechazar los “bloqueos económicos” y las medidas coercitivas unilaterales contra los países en vías de desarrollo.

Castro propuso un “nuevo orden mundial que incluya el desarrollo de mecanismos fuertes de negociación y debate para solucionar los problemas de los países subdesarrollados”.

“El mundo está fallando a las naciones en desarrollo”

Al inaugurar la cumbre, el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, elogió ayer los esfuerzos para apoyar al Sur Global en el ámbito internacional

Guterres dijo que una mayor igualdad internacional era esencial para construir el consenso necesario para abordar el cambio climático y la desigualdad. “El mundo está fallando a las naciones en desarrollo”, dijo, expresando la esperanza de que la reunión fortalezca la influencia de los participantes en una amplia gama de temas. 

Del mismo modo, Guterres se hizo eco de los defensores del clima que durante mucho tiempo han instado a las naciones desarrolladas, incluidos los principales contaminantes de gases de efecto invernadero como Estados Unidos, a pagar para mitigar el cambio climático y reducir el peso de la deuda externa.

Golpeados por el clima extremo, la pandemia, las tensiones internacionales y las dificultades económicas, los países en desarrollo están presionando para que las naciones desarrolladas reciban un trato justo en lo que respecta a las finanzas internacionales y el intercambio de tecnología.

Miguel Díaz-Canel, quien este año encabeza por Cuba el G77, la organización más grande de la ONU, citó estadísticas que muestran que 84 millones de niños corren el riesgo de no ir a la escuela para 2023 y más de 660 millones de personas carecen de electricidad, y agregó que estas disparidades ahora incluyen Internet y los avances en la tecnología digital.

“La ciencia, la tecnología y la innovación han alcanzado lo inimaginable”, afirmó, “que en condiciones de mayor igualdad y justicia podría asegurar vidas más dignas y cómodas para la población de casi todo el planeta”, afirmó Díaz-Canel.

Con información de Efe, Reuters y Prensa Latina.

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