Calles convertidas en ríos, un cielo cada vez más gris y el derrumbe de un edificio demolido por el impacto del agua: el viernes 29 de noviembre llovió tanto que, al día siguiente, el diario Granma comparó a La Habana con Macondo, el mojado pueblo ficticio de la novela Cien Años de Soledad, del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Ese día, cualquier cosa que se hizo en La Habana, ocurrió con las gotas de agua cayendo como banda sonora de fondo.
El cuarto frente frío de la actual temporada de invierno ha dejado tanta lluvia como un huracán, con vientos un tanto fuertes, de 63 kilómetros de hora. Las nubes han liberado su carga de agua sobre casi toda la parte occidental de Cuba, desde la provincia Artemisa hasta Ciego de Ávila, en el centro de la Isla.
“Estas lluvias están asociadas con el retroceso del frente casi estacionario que se ha mantenido durante el día con lento movimiento y ahora se encuentra sobre las provincias centrales debilitándose en su porción sur, unido a una vaguada superior en el este del golfo de México, la cual está causando inestabilidad atmosférica con fuertes y continuas lluvias”, explica el Centro de Pronosticos del Instituto de Meteorología.
Las inundaciones en las calles y avenidas de La Habana paralizaron el tránsito durante la tarde del viernes 29. Nada menos podía provocar un inusual día de lluvia que duró desde mañana al anochecer, con pequeños interludios de lloviznas. Los meteorólogos si parecen tener motivos para estar asombrados: en la estación meteorológica de Casa Blanca cayeron 72 milimetros en apenas tres horas.
Ya en la madrugada del sábado, las lluvias disminuyeron en La Habana, pero se incrementó en la provincia de Artemisa. El Instituto de Meteorología garantizó en la mañana del sábado 30 que habrían más lluvias y en efecto, sigue lloviendo.
Las lluvias han cobrado sus víctimas: un edificio en mal estado de Centro Habana se vino abajo a causa de dos derrumbes, que terminaron con la vida de dos personas. Fuera de la capital, ocurrió un derrumbe parcial en una vivienda de la localidad de Caimito, en la provincia de Artemisa, si bien no se reportaron víctimas.
La Habana parece ser alérgica a la lluvia. Cada vez que al cielo le da por arrojar un chapuzón, la ciudad tiembla y uno edificio se viene abajo. Así, una tormenta local severa puede ser tan letal como ciclón.
A los cubanos del occidente de la Isla solo les queda esperar que el frente frío pase de una vez, para ver salir el sol.
Fotos: Jorge Luis González y Orfilio Peláez
Según informa el Instituto de Metereología de Cuba:
Durante las últimas tres horas los reportes de las precipitaciones indican que las mismas han resultado fuertes e intensas específicamente en localidades de la costa norte de la región occidental en Bahía Honda, en la provincia de Artemisa el acumulado alcanzó el valor de 73.0 mm, sin embargo en Casa Blanca, La Habana 23.0 mm. En este lapso de tiempo se ha notado una ligera tendencia a reducirse la intensidad de las lluvias sobre la porción norte de la provincia de la Habana.
No obstante las condiciones en la atmósfera superior son favorables para que exista inestabilidad en la masa de aire, debido al poco movimiento que ha presentado el frente casi-estacionario, que se extiende sobre las proximidades de la costa norte de la región central y el sistema anticiclónico migratorio continúa trasladando, hacia zonas de la costa norte nublados bajos en el flujo del nordeste.
Estas condiciones darán lugar a que en las próximas horas se tenga como pronóstico: Persistencia de las lluvias y chubascos a intervalos que pueden ser fuertes e intensas en localidades de la costa norte de centro y occidente principalmente en esta última.
Un próximo Aviso Especial se emitirá al mediodía de hoy sábado.
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