Paladares, negocio de familia

Mucho se comenta sobre el trabajo por cuenta propia. Por ejemplo, se dice que en buena parte de los emprendimientos la inversión proviene de familiares residentes fuera de Cuba. Mientras, por aquí las labores se reparten mayormente entre la pareja, hermanos, primos. Estas percepciones motivaron el estudio de la socióloga Denisse Delgado, acerca de cómo se entrelazan las remesas, el cuentapropismo y la dinámica familiar.

El proceso de investigación se centró en paladares del Vedado habanero, por ubicarse en el municipio con más negocios de este tipo en la ciudad y en el país, y a su vez pertenecer a la provincia mayor receptora de remesas. Según datos ofrecidos en agosto de este año por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la elaboración y venta de alimentos es una de las licencias más solicitadas, con un 13 porciento, lo cual indica una gran concentración en la esfera gastronómica.

En ese contexto, la investigadora da cuenta de cómo se refuerzan las relaciones entre los sujetos residentes en Cuba y sus seres queridos en el exterior, pues las remesas toman un significado distinto: ya no son solo para satisfacer necesidades básicas de consumo, sino que constituyen un impulso a los emprendimientos familiares.

Estas transferencias deben entenderse más allá del dinero: comprenden insumos y bienes, como equipos, alimentos, productos, incluso la recarga de teléfonos móviles. The Havana Consulting Group estima que en 2012 los envíos porvías formales hacia la Isla alcanzaron 2606 millones de dólares en efectivo, un notable incremento respecto a los 48 millones reportados en 1989.

Asimismo se da el caso de personas que viven en Cuba y mandan recursos a parientes en el exterior, a partir de los beneficios de su negocio. Vínculos así llevan al término “familia transnacional”, ya que los miembros participan en dos economías al mismo tiempo, y mantienen lazos sociales, políticos y culturales, por encima de la distancia entre países.

Delgado sostiene que los emigrantes mejor establecidos, que conservan su idioma, idiosincrasia y poseen mayor seguridad financiera, tienen más probabilidades de participar en empresas a través de las fronteras, de modo que no hay contradicciones entre integración y transnacionalismo.

Los correos electrónicos, llamadas, fotos, ayudan a que existan contactos  cada vez más frecuentes, y de esta manera se intercambian informaciones, experiencias, consejos, opiniones. Por esa vía no solamente se satisfacen necesidades afectivas y de apoyo, sino que también hay influencias en los proyectos y la toma de decisiones en cuanto al emprendimiento.

De hecho, en varios casos estudiados por la especialista, los familiares aquí envían informes sobre los resultados que van obteniendo, y devuelven la suma recibida al principio. Mientras, desde afuera continúa la capitalización de nuevas iniciativas que permitan crecer y mantenerse en el mercado.

“Se producen las dos cosas: algunos envían un dinero inicial solamente para que sus familiares se independicen de ellos, y no tener que sostenerlos económicamente durante toda la vida; pero otros lo ven más como una inversión a largo plazo”, explica Delgado. “De igual forma, hay quienes refieren que aunque siguen recibiendo ayudas, son capaces de sostener a su familia mediante la actividad por cuenta propia”.

Resulta interesante la noción de remesas culturales y sociales. Estas tienen que ver con ideas respecto al diseño y ambientación, la forma en que se ofrece el servicio, incluso el propio nombre del establecimiento, muchas veces escrito en inglés, francés o italiano.

En opinión del sociólogo Edel Fresneda, la migración cubana tiene un alto componente de personas formadas en el área de los servicios, donde además se insertan al llegar a la sociedad receptora. Ello genera una especie de recirculación, tanto en materia económica como en los valores, intereses, concepciones y maneras de hacer.

El fenómeno sustenta la hipótesis de que esas “redes de conocimiento” puedan fomentar una cultura de la pequeña y mediana empresa en Cuba, que implicaría estrategias de gestión, estilos de vida, formas más efectivas de promoción, etc. “La competencia y la variedad te obligan a ser mejor todo el tiempo –comentan Daylis y Michel, dueños del Bar Bohemio-, a atender mejor el cliente, estar pendiente de lo que necesita, ser más educado, dar un mejor servicio…”

De hecho, Delgado cuenta que ya existen alianzas entre cuentapropistas que llevan más tiempo en el sector, quienes mantienen comunicación acerca de temas afines, como dónde comprar determinado producto, o la solución a problemas similares.

“Paladar” era el nombre de un restaurante en una telenovela brasileña muy popular aquí. En muchas ocasiones, el local comparte espacio con la propia vivienda. Por un lado, dicha simultaneidad trae más confianza, se fortalece la unidad familiar y los esfuerzos por conseguir metas comunes.

En otro sentido, se afecta la privacidad, ocurren rupturas, conflictos, y tipos de relaciones más individuales, que privilegian la eficiencia y funcionalidad del negocio. Cuando los dos ámbitos están separados, pueden ocurrir distanciamientos entre padres e hijos, ausencia que suele compensarse acudiendo a espacios de consumo.

El hecho de que la mayoría de las paladares en La Habana se ubiquen en los municipios Plaza y Playa, conlleva a una desproporción en las ganancias, y por tanto a que se acentúen las desigualdades territoriales. “Se está produciendo un despegue del trabajo por cuenta propia justamente en las zonas que ya tenían las condiciones creadas, o sea, donde hay mayor dinamismo socioeconómico, donde están los hoteles, los comercios y existe más tránsito de personas”, apunta la experta.

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(Elaboración de la investigadora, a partir de datos de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, 2012)

Es notable la repercusión de los emprendimientos en el barrio, su aporte al crear nuevos empleos y mejorar el ornato público. Aunque no todos los entrevistados por la socióloga tienen ese vínculo tan directo con la comunidad, sí se aprecia el interés por integrarse y contribuir al entorno.

“Hemos tratado de incluir a nuestros vecinos en lo que podamos -afirman Daylis y Michel. La posibilidad de abrir negocios ha ayudado a mucha gente, no solo a los propietarios”.

Por otra parte, la articulación del cuentapropismo con las remesas familiares plantea un acercamiento de la Isla con su diáspora. A juicio de Fresneda, las regulaciones migratorias sugieren que los emigrantes cubanos comienzan a ser tenidos en cuenta como actores importantes para el desarrollo del país.

No obstante, Delgado precisa que el relanzamiento de la actividad privada es un fenómeno que está sucediendo en estos momentos, por lo cual es difícil estudiarlo y sacar conclusiones sobre su impacto.

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