Pilar Fernández, una empresaria española que apuesta por la inversión en Cuba

Pilar Fernández es una empresaria española que vive en Cuba hace 16 años. Se enamoró de esta tierra desde que la visitó por primera vez en 1995 para participar en la Feria Internacional de La Habana, el mismo año en que se aprobó la primera Ley de Inversión Extranjera. Actualmente reside de manera permanente en la isla donde trabaja como empresaria privada, cuentapropista prefiere decir. Es la propietaria de Bikos, un exclusivo restaurante que se encuentra donde la calle 19 se confunde con 12 en el Vedado capitalino.  Hasta su negocio llegamos para conversar con la emprendedora ibérica que se ha cubanizado al punto de no querer regresar a vivir a su país natal.

“Antes de establecerme definitivamente en Cuba venía mucho. Tenía una fábrica de mobiliario para hospitales en Asturias. Le vendí muebles al Frank País, al Cira García y al Hermanos Amejeiras. Entonces mi situación personal en España cambia, me divorcié y decidí tomarme un tiempo para pensar que hacía con mi vida. Tenía muy buenos amigos por lo que decidí radicarme aquí. Viviendo en esta ciudad me contrataron para poner en marcha una fábrica de leche con el Complejo Lácteo de La Habana. Ese fue mi primer trabajo que duró poco. Luego hice diferentes cosas con el apoyo de corporaciones extranjeras. Pasado el tiempo me casé en Cuba y decidí pasar a ser residente permanente pues no quería depender de empresas extranjeras que hoy pueden estar y mañana no, quise ser mi propia jefa, tomar la decisión del futuro de mi vida y tuve la oportunidad de tener el negocio que quiero, por lo que estoy muy feliz de vivir en un momento de aperturas y oportunidades económicas en Cuba.”

¿Cuál es el mayor desafío que enfrenta una empresaria española en la Cuba de hoy?

Ante todo un empresario extranjero cuando llega a un país a establecerse debe respetar las costumbres, tradiciones del lugar. No puede imponerse, simplemente debe poner a dialogar a ambas culturas para que se retroalimenten entre sí. Eso he tratado de hacer con mi negocio, lo que creo se ha logrado. Sin dudas, el mayor reto que tenemos todos los cuentapropistas que tienen negocios gastronómicos en Cuba, más allá de la burocracia lenta a la que me he tenido que enfrentar desde que empecé, es el abastecimiento de los productos para la elaboración del menú. A veces se pierde algún insumo y hay que recorrer toda la ciudad en su búsqueda. Se pierden horas y días en esto. Es inmenso el tiempo que se ahorraría si hubiera mercados específicos, bien surtidos que suministraran todo lo que necesitamos para nuestros negocios.

¿Qué implicaciones sociales cree que pueda tener la nueva ley de inversión extranjera y cómo considera que incidirá en la economía cubana?

Cuba tiene gran experiencia con empresas mixtas y sucursales extranjeras que han estado aquí por más de 20 años.  El país hoy tiene que pasar a un grado superior, más avanzado porque ya la experiencia que ha acumulado le sirve para saber cuáles son los errores que se han cometido y cuáles son las ventajas que han tenido.  Así podremos potenciar lo bueno y quitar lo que no funcionó.

Creo que Cuba tiene la suficiente madurez  hoy día para saber qué camino elegir y yo estoy segura de que lo va a elegir bien. También hay muchas empresas que conocen lo que es trabajar en Cuba y con este conocimiento les puede ir mejor, más aun cuando existan aperturas económicas. Deberían apoyarse unos en otros para poder traer nuevas y mejores inversiones. Los que llevan años con Cuba deben asesorar a quienes tienes perspectivas de invertir en la Isla y  así atraer las mejores inversiones posibles. También pueden fungir como ejemplo para otros empresarios y aclararle las dudas a los que empiezan desde sus perspectivas. Es vital  para los nuevos empresarios no guiarse solamente por lo que dice el Estado sino por las lecciones de los empresarios extranjeros que llevan en Cuba más de veinte años.

¿Qué ventajas cree que tendrá esta ley para el sector privado?

Pienso que esta ley para el sector privado al que represento nos apoyará a crecer, mientras más inversión haya, más empleos se crean y más producción habrá. Mientras más crezca económicamente Cuba mejor nos irá todos.

¿Qué perspectivas y expectativas tienen los empresarios extranjeros que viven en Cuba con esta ley?

Todos están en la expectativa sobre la nueva ley y siempre se hablan de dos preocupaciones fundamentales: la seguridad jurídica que es lo que más le preocupa a los empresarios y la libertad de contratación. Ambos  son temas que estoy muy segura de que el gobierno conoce y debe darle respuesta a estas inquietudes porque una seguridad jurídica es de primordial importancia para cualquiera que vaya a invertir una determinada cantidad de dinero. Luego la libertad de contratación es primordial en cuanto  a poder  tomar la decisión libremente de las personas a las que se van a contratar por su nivel académico y de formación y también el poder estimular y pagar a esas personas dentro de la mayor legalidad posible sin que haya que hacer nada por la izquierda, como decimos en Cuba lo que realmente no es una buena forma de empezar ningún negocio. Sería bueno tener todo por la derecha y de la manera legal es lo mejor que pueda suceder. Esas también son las mayores inquietudes de algunos empresarios españoles que conozco y que quieren invertir en este país por primera vez.

Si tuviera la oportunidad de agregar algún artículo a la ley ¿qué  no dudaría en poner?

A veces he escuchado a muchos cubanos quejarse porque no le permiten invertir, esta es una ley de inversión extranjera como las que existen en todos los países no obstante hay leyes que permiten a los cubanos hacer negocios en su propia patria a través de los lineamientos. Creo que son dos cosas muy diferentes con las que no debemos crear confusión. Muchos cubanos piensan que una ley de inversión extranjera debe ser igual y abierta para todos, no tendría sentido porque sería una ley de inversión a secas y no le haría honor a su apellido que se refiere a los extranjeros lo que sí creo es que hay muchos negocios que están representados dentro de los lineamientos pero faltan muchos otros que deben crearse para darle la oportunidad a todos los profesionales de ejercer todo lo que estudiaron para que no sea en vano ese  esfuerzo con que se graduaron de sus especialidades. Más allá de la ley de inversión  extranjera yo como empresaria privada, cuentapropista en Cuba, pido mejoras  y ampliaciones para nuestro sector.

¿Qué planes tiene para ser consecuente con esta apertura económica que experimentará el país con la nueva ley?

Abriré un nuevo negocio. Aun está en obras. Se llamará Casa Pilar y abrirá sus puertas en junio. Será un sitio diferente en Miramar, entre 1ra y 36. Será un restaurante con espacio para la música, estará abierto a los amigos músicos como un espacio propicio para compartir su  arte y descargar. Tendrá una oferta culinaria gourmet, de excelencia, cocina fusión con gran variedad de estilos, sabores y tendencia. Los platos se distinguirán por su diseño, aunque el sitio sea más informal, en que incluso se puedan degustar las elaboraciones con las manos y de pie. Habrá gran variedad de pinchos y de tapas, platos típicos de la cocina española que tanto está de moda hoy día.

Fotos: Gustavo Ávila

Pilar Fernádez, conversa con OnCuba
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