Precios con “patica caliente”

Cuando un chofer corre mucho en Cuba le dicen que anda con “la patica caliente”. Igual impresión de andar acelerados generan los precios que se han conocido como oficiales en las agencias de autos importados, que desde hoy pueden vender ciclomotores de combustión interna, motocicletas, autos, autos rurales, paneles, camionetas y microbuses a cualquier cubano y extranjero residentes en el país.

Los valores establecidos (en niveles estratosféricos comparados con los ingresos de la mayoría de los ciudadanos) fueron dispuestos de manera semejante “a los que reconoce el mercado entre personas naturales”.

Así, por ejemplo, un Peugeot 206+ 2013 (nuevo) cuesta US$91.113

Hyundai Accent T/A 2011 US$45.000, Volkswagen Passat 2010 US$67.500 Peugeot 206 2008 US$85.228, y un Toyota Yaris 2003 US$25.000, según publica BBC Mundo.-

Los comentarios en las redes sociales no dudan en asombrarse del sobreprecio, en comparación con otros mercados internacionales. Desde Holanda, el cubano Juan Carlos Roque, comenta en su muro de facebook: “Parece un chiste pero no lo es: Peugeot 206+ 2013 (nuevo) US$91.113 (Igual al que compré en Holanda en unos US$15,000)”.

La apertura no aporta claridad sobre los privilegios otorgados a los miles de cubanos que tienen en sus manos las “cartas de autorización” previamente definidoras, quienes ahora, según el decreto, podrán adquirir autos primero que otros compradores.

La duda surge porque muchos de los colaboradores y médicos beneficiados con aquella restricción solo disponen del dinero hasta hace poco exigido para la compra, ahora más que insuficiente para conseguir su propósito.

Ese es el caso de Noemí, una profesora de la Universidad de Cienfuegos, quien comenta cómo acumularon en una cuenta bancaria por más de un año, sin poder tocar, los 9000 CUC que hasta entonces pedían en las agencias.

“No existe ningún acápite del contrato que firmamos cuando salimos de misión en el que diga que nos iban a dar un carro, pero era un acuerdo tácito. Misiones a Angola, Sudáfrica y otras pocas llegaban “con carro” y ahora con esta medida sencillamente lo incumplen”, considera.

Tampoco consigue mucha explicación la tremenda sobrevaluación de los vehículos, excesiva incluso para muchos que recibieron con beneplácito la decisión de crear un fondo para el desarrollo del transporte colectivo con las ganancias de las ventas.

Con el pie hasta el fondo del acelerador llega al mercado esta nueva esfera de relaciones comerciales en el archipiélago caribeño. Los autos importados serán vendidos ahora según una ley de oferta y demanda que en Cuba sigue marcada por la única oferta y la maniatada demanda.

OnCuba profundizará en este tema próximamente

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