¿Pueden los cubanos comprarle dólares al gobierno?

En teoría, la respuesta a esta pregunta es sí, tanto ahora como una vez que inicie en enero el ordenamiento monetario, pero en la práctica, al menos por el momento, la realidad es otra, mientras en las calles el precio de la divisa estadounidense se dispara.

Varias personas hacen cola en una oficina de CADECA en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez / Archivo.

Varias personas hacen cola en una oficina de CADECA en La Habana. Foto: Otmaro Rodríguez / Archivo.

La pregunta que da título a esta nota preocupa desde hace meses a los cubanos de dentro y fuera de la Isla, y esa duda ha vuelto a reactivarse tras el anuncio del ordenamiento monetario en el país a partir del próximo 1ro de enero.

En teoría, la respuesta es sí, tanto ahora como una vez que inicie el ordenamiento, pero en la práctica, al menos por el momento, la realidad es otra, mientras en las calles el precio de la divisa estadounidense se dispara. 

Un reciente reporte publicado en Radio Habana Cuba daba cuenta que las casas de cambio en Cuba no tienen dólares para vender, y por el momento sólo comercializan esa divisa a los viajeros que salen de la Isla, según explicó Joaquín Alonso, presidente de la entidad oficial conocida como CADECA, la cual cuenta con una red de 172 oficinas a lo largo del país, incluidos los aeropuertos y polos turísticos.

“No vendemos divisas hoy en ninguna casa de cambio en las ciudades, solamente en los aeropuertos y únicamente a los pasajeros que salen del país, con un límite máximo de 300 CUC (pesos cubanos convertibles, que dejarán de circular con el ordenamiento monetario), porque no hay más disponibilidad actualmente”, subrayó el directivo.

Alonso confirmó que no existe ninguna prohibición para la venta de divisas en los establecimientos de su entidad, pero hacerlo depende de la cantidad que llegue a las casas de cambio. Sobre el asunto, ofreció la misma respuesta que diera el Banco Central de la Isla a esta pregunta un año atrás: “Cuba no es emisora de Moneda Libremente Convertible (MLC), dependemos de la que entra al país”.

Banco Central de Cuba: se puede extraer efectivo de cuentas en dólares… cuando haya dólares

El presidente de CADECA explicó que la disminución del turismo en 2019, y el cierre de las fronteras de la Isla a causa de la pandemia de la COVID-19 causaron la interrupción de la entrada de visitantes extranjeros, por lo que tuvieron que adoptar medidas de restricción, lo que se une a los efectos del embargo estadounidense. Una explicación semejante también ofrecieron Marino Murillo, jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, y Marta Wilson, ministra presidenta del Banco Central de Cuba (BCC), en una reciente Mesa Redonda.

La apertura de tiendas en MLC en Cuba como parte de la estrategia gubernamental para paliar la actual crisis económica aumentó la demanda de divisas en los consumidores y ha hecho crecer su precio en el mercado informal –y con tendencia a seguir aumentado cada vez más por encima de la tasa de cambio oficial–, aunque la política del gobierno contempla la disminución de la circulación de efectivo y persigue, fundamentalmente, captar dólares de remesas así como también evitar la fuga de esos capitales. 

Al respecto, la ministra presidenta del BCC explicó que las cuentas en MLC habilitadas para las compras en ese tipo de tiendas no tienen ningún cambio con la política de ordenamiento monetario. Los saldos de esas cuentas bancarias se mantienen en MLC y “si los titulares necesitaran extraer dinero lo sacarían en pesos cubanos (CUP)” o si lo desean, convertirlas a la moneda nacional cubana, afirmó Wilson.

En cuanto a la posible compra al gobierno según el tipo de cambio oficial fijado para el dólar estadounidense (1 X 24 pesos cubanos), la titular reiteró que es posible, pero objetó que “en este momento por la situación que ya explicamos los bancos y CADECAS no tienen la disponibilidad de MLC para vender a la población esas monedas. Por tanto, hoy no hay un acceso libre a las MLC aunque se establece que el cambio es 1×24”.

Además, aclaró que los cajeros automáticos “hoy no dispensan en MLC” y a partir del primero de enero del 2021 tampoco lo harán. “Lo único que dispensarán es CUP que es la moneda de circulación nacional. En el caso de las personas que tengan cuentas en MLC que necesiten adquirir estas divisas, deben ir a las sucursales bancarias y si existe disponibilidad se lo puede vender”, detalló.

Wilson y Murillo también explicaron la posibilidad de que las actuales cuentas en CUC puedan convertirse en cuentas en dólares o euros a partir de la implementación del ordenamiento. Solo que en esos casos, según lo normado por el BCC, “el banco emite un certificado de depósito en esas monedas, según las condiciones que se establezcan para este nuevo producto” y el titular de la cuenta “no puede incrementar su saldo, extraer efectivo en estas monedas, ni transferirlos hacia otros productos bancarios en moneda extranjera”.

Además, “no será posible desde esa cuenta sacar dólares, la economía no dispone de esa liquidez”, dijo Murillo, quien confirmó que en esos casos el saldo se congela, con un interés mínimo, “porque también hay un dinero que no se podrá respaldar” y dijo que los montos de esas cuentas solo serán respaldados “cuando las condiciones de la economía mejoren” y que “no es nada sensato hacer compromisos de tiempo”.

Para el economista cubano Pedro Monreal, la “opción” de cambiar los fondos de cuentas en CUC a certificados de depósitos en divisas, es una modalidad de “corralito”, que él define como la limitación gubernamental a la libertad para disponer de fondos depositados en entidades financieras.

En su cuenta de Twitter, Monreal opinó igualmente que con esa variante, “al titular de la cuenta –a quien se le reconoce, en principio, la libertad de convertir sus CUC en divisas– en la práctica se le limita su capacidad para mover su dinero en la moneda de su elección”.

“Es una forma de impago temporal”, señaló al tiempo que dijo que “la imposibilidad –hasta nuevo aviso– de comprar divisas con CUP en bancos y CADECA es una modalidad de ‘cepo’ cambiario, algo que en general se asocia con las restricciones a la compra de divisas”.

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