Reducen a más de la mitad la producción de cemento en Sancti Spíritus por alto consumo energético de la fábrica

Como resultado, la producción de cemento en la provincia redujo a 20 mil toneladas su plan para este año, muy por debajo de las 47 mil alcanzadas en 2023.

Industria del cemento en Sancti Spíritus. Foto: Pastor Batista/Escambray.

La producción de cemento en Sancti Spíritus redujo a 20 mil toneladas su plan para este año, muy por debajo de las 47 mil alcanzadas en 2023, como consecuencia del “elevado consumo” de electricidad de la fábrica.

Miguel Antonio Morales Duany, especialista energético de la entidad ubicada en Siguaney, dijoEscambray que el consumo de energía asciende a unos 40 megawatts diarios cuando funciona en su totalidad. 

La planta, perteneciente a la localidad de Taguasco, aspira a lograr unas 18 mil toneladas de cemento gris y 2 mil toneladas de blanco, dijo a Escambray su director adjunto, Daniel Valdés Medina. Además, agregó, están panificadas unas 30 mil toneladas de mortero, material resultante de la producción, que se comercializa en la entidad a diversos actores económicos estatales y no estatales.

Aunque actualmente no suple la demanda, sí ofrece un aporte al balance nacional para minimizar la actual crisis de fabricación de cemento en la isla, indica el medio de prensa.

La fábrica atravesó un periodo de siete meses de inactividad en 2022, cuando presentó problemas en el horno, sumado al déficit energético agudizado ese año.

La fábrica de Siguaney, fundada en 1971, es una de las pocas que producen cemento en Cuba, donde no se importa este material. Su paro en en 2022 significó una notable presión para la industria nacional, inmersa en un proceso de modernización que se nició en 2018 y del cual el Gobierno no ha logrado los resultados que esperaba por atrasos en las obras.

La industria cementera cubana ha sido muy afectada por la obsolescencia tecnológica, que provoca continuas paralizaciones de sus plantas; la escasez de combustibles ante el alto consumo; la carencia de financiamiento para dar mantenimiento a los equipos y comprar nuevos; y la fluctuación laboral de sus recursos humanos.

Fábrica de cemento Siguaney reinicia producciones tras siete meses de inactividad

Por otro lado, el sistema eléctrico cubano se encuentra en una situación calamitosa, evidente en los frecuentes fallos y roturas de sus centrales terrestres debido a la falta de inversiones y combustible.

Según el parte de la Unión Eléctrica de este martes, varias termoeléctricas tienen unidades detenidas por “averías” o “mantenimientos”, mientras que “101 centrales de generación distribuida y la patana de Santiago de Cuba” estaban fuera por falta de combustible.

A las 07:00 de este martes, ya la disponibilidad del Sistema Electroenergético Nacional era 1910 MW frente a una demanda de 2240 MW, por lo que a las 05:20 comenzaron los cortes. La empresa estimaba una afectación en el horario diurno de 750 MW.

El panorama mejoró levemente a finales de 2023, pero a principios de 2024 se reanudaron los cortes en el servicio. Los apagones siguen siendo uno de los lastres para la economía y un infortunio para los cubanos.

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