“Repudio el acto de repudio”, manifiestan cubanos en redes

Los actos de repudio, que tuvieron su clímax durante el éxodo del Mariel en la década de los 80 y han sido profundamente criticados por diversos sectores en la Isla, vuelven a provocar el rechazo de personas de los más variados credos políticos.s.

Imagen del muro de Facebook del realizador Alejandro Ramírez Anderson, 15 de noviembre de 2021.

Este lunes 15 de noviembre había anunciada en Cuba una marcha opositora que hasta el momento de la redacción de esta nota no había ocurrido. A pesar de reportes de prensa que afirman lo contrario, según ha podido constatar OnCuba las calles de La Habana han estado tranquilas y en aparente normalidad, en un día en que la Isla reabrió sus fronteras a gran escala y la enseñanza primaria reinició sus clases presenciales gracias a la mejoría epidemiológica y el avance de la vacunación anticovid.

En el día de hoy varios activistas y organizadores de la marcha han denunciado públicamente a través de las redes ser blanco desde horas muy tempranas de la mañana de “actos de repudio” con el objetivo de impedir que salgan de su vivienda. Se trata de un método empleado desde el triunfo de la Revolución cubana por simpatizantes del proceso, fundamentalmente en momentos de agudas crisis en la Isla, y que tuvo su clímax durante los días del éxodo del Mariel.

Desde hace muchos años los actos de repudio han sido criticados no solo por disidentes y opositores al gobierno de la Isla, sino también por personas de diverso signo e, incluso, por simpatizantes de las autoridades cubanas y el sistema socialista. Desde las mismas redes sociales en las que hoy se han publicado denuncias y videos de estos actos, cubanas y cubanos de dentro y fuera de la Isla han vuelto a manifestar su rechazo a esta manera de proceder frente a quienes piensan diferente y tienen una posición política contraria al gobierno.

Por ejemplo, la investigadora musical Rosa Marquetti escribió en Facebook: “Vergüenza debería darles a los que ordenan armar los actos de repudio. Vergüenza de compatriotas que se dejan arrastrar y participan en el linchamiento de sus iguales. Es que no se dan cuenta lo que nos están costando las décadas de odio que hemos vivido? Familias truncas, hermanos, padres, hijos separados. Una nación rota y dispersa por el mundo. Es acaso un país de odio el que queremos dejarle a nuestros hijos y nietos?”

Mientras, la profesora y periodista Milena Recio afirmó que “cada grito, cada insulto, cada amenaza, toda esa violencia frente a las casas de las personas es una herida de odio que jamás sana ni en los que la perpetran, ni en quienes la sufren, ni en quienes vemos los videos. No pueden hablar de paz y luego hacer esto; no pueden hablar de revolución y tratar de vejar a las personas.”

Por su parte, la académica y activista por los derechos de las mujeres, Ailynn Torres Santana, comentó, citando un post anterior, que “no es que los ‘actos de repudio’ inciten a la violencia: es que la afirman. Alimentan climas de intolerancia. Los ‘actos de repudio’ no buscan justicia alguna: producen injusticia”.

Y añadió más adelante: “Hay quienes leen los ‘actos de repudio’ como una política afirmativa de algo: de apoyo al sistema político, a liderazgos, a la Revolución. Pero son todo lo contrario. Los ‘actos de repudio’ son el inverso de su titular. (…) Los ‘actos de repudio’ son la política roída que drena y seca la política justa, democrática.”

El periodista Michel Hernández, parte de la redacción de OnCuba, apuntaba que “las personas convocadas por organizaciones han sido parte de otra escena de la vergüenza, han alimentado otra página más de odio y han abierto otro agujero en las grietas de un país que reclama inclusión, que pide a gritos, eso sí, un sitio para todos las personas piensen como piensen”. En su opinión, “nadie para defender una causa revolucionaria puede censurar al otro, impedirle que se manifieste y que diga lo que piense públicamente por duro que sea. Esa censura es lo más contrarrevolucionario sobre la tierra”. 

El también periodista, fotógrafo y columnista de OnCuba, Kaloian Santos Cabrera, reflexionaba desde Argentina: “los actos de repudio en Cuba son tan criminales como el bloqueo. Hacerse el chivo o chiva con tonteras sobre esos repudiables hechos mientras se sale hablar en nombre de la Paz y la defensa de la Revolución es de una hipocresía, vergüenza y contrarrevolución de la que no se vuelve (…) Más que bronca me da mucha pero mucha tristeza porque está nefasta película ya la vimos hace décadas y aún las heridas no sanan”.

Finalmente–no por ser el último de los post publicados este lunes sobre el tema– finalizamos con la declaración de María Santucho, quien ha vivido en Cuba exiliada de la dictadura argentina durante muchos años, productora y promotora cultural, con una larga labor por la cultura cubana desde el Centro Pablo de la Torriente Brau. María, a la vez que denunciaba el Bloqueo a Cuba, decía NO a los actos de repudio, y en un comentario aclaraba parafraseando al cantautor cubano Santiago Feliú “No vaya a ser que algún comemierda me acuse de contrarrevolucionaria“.

 

 

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