El sábado 13 de enero, a las cuatro de la tarde y en la explanada de La Piragua, en La Habana, se realizará el quinto megaensayo de la “Rueda de Casino más grande del Mundo”, con la que Cuba aspira a un récord en el libro Guinness.
Los participantes deben vestir pulóver blanco y pantalón azul, según nota de prensa divulgada por los organizadores de esta experiencia danzaria que acompaña el Proyecto Internacional Retomando el Son Bailando Casino, de la mano de Luis Llamo Castillo, director de producción de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem).
En la gigantesca coreografía intervienen bailadores de academias de casino de La Habana y de varias provincias de la isla, entre ellas Santiago de Cuba, bajo la coordinación del proyecto Retomando el Son y de Jorge Luna, director de Casino All-Star de la urbe santiaguera, apunta el comunicado.
Los organizadores del evento, en el que una gran rueda de Casino integrada por más de mil 600 personas testimoniará las espléndidas capacidades coreográficas y plásticas del baile, recomendaron a los inscriptos en el proyecto consultar el tutorial colocado en el canal de YouTube Retomando el Son Bailando Casino, el cual también puede ser obtenido en los Joven Club.
Adalberto Álvarez, el hombre clave
La propuesta del proyecto internacional Retomando el Son, Bailando Casino, de casas de cultura de Cuba, fue presentado el pasado año como parte de la celebración por el Día Nacional del Son, fijado el 8 de mayo, en homenaje a esa expresión músico-danzaria y al legado de sus grandes exponentes, Miguel Matamoros y Miguelito Cuní.
La iniciativa es también un tributo al fallecido maestro Adalberto Álvarez, impulsor de esa manifestación bailable y justamente conocido como el Caballero del Son.
A raíz del Guinness implantado en Venezuela en 2022 surgió la iniciativa de insertar a Cuba en el circuito casinero, tomando en cuenta experiencias validadas por el libro irlandés de récords en países como Grecia (2014) y España, específicamente, en Tenerife (2019).
El casino. Origen
Según la investigadora Bárbara Balbuena, “el Casino es en cierta manera una dinamización del son habanero, iniciada por las influencias del jive y rock and roll”, bailes de moda en los años 50 del pasado siglo.
Su nombre proviene de uno de los templos del público bailador de dicha época: el Club Casino Deportivo de La Habana, renombrado con la Revolución como Círculo Social Obrero Cristino Naranjo, ubicado en el litoral noroeste capitalino.
Los bailadores hallaron idóneo el diseño circular de la pista para idear una coreografía tan excitante como espectacular en sus combinaciones de pareja y sus juegos de brazos y piernas, conocidos como pasillos.
“Luego de prender en el gusto de los casineros, se corrió la voz por el resto de los clubes náuticos del litoral habanero, quedando finalmente como la Rueda del Casino o el Casino. Más tarde se extendió como pólvora por las sociedades de la capital y finalmente, a través de la televisión y otros medios, al resto del país”, escribe Balbuena.