“Situación apremiante” en los círculos infantiles de La Habana

Las guarderías estatales de la capital cubana sufren el déficit de trabajadoras y el cierre de una treintena de instalaciones por "problemas constructivos".

Círculo Infantil (guardería estatal) "Amiguitos de Piong Yang" en La Habana. Foto: nodo50.org

Círculo Infantil (guardería estatal) "Amiguitos de Piong Yang" en La Habana. Foto: nodo50.org

Los círculos infantiles –guarderías estatales– de La Habana atraviesan una “situación apremiante”, por el déficit de trabajadoras y el cierre de una treintena de instalaciones por “problemas constructivos”, reconoce este viernes el periódico Granma.

Yoania Falcón, Directora Provincial de Educación, aseguró al diario que en la capital cubana existen 183 salones cerrados “por falta de personal”, debido al “déficit de 181 educadoras y 2,379 auxiliares pedagógicas” (plazas de quienes laboran en los círculos de acuerdo con su contenido de trabajo y especialización).

Esta situación ha provocado que en otras instalaciones “para que no ocurra lo mismo”, en la actualidad “se sobrepasa la relación docente-niño hasta donde es permisible, sin afectar el proceso educativo de los más pequeños”, lo que “conlleva un esfuerzo mayor de las trabajadoras, y la extensión de sus horarios para cumplir con las aperturas y cierres establecidos”.

A este hecho debe sumarse que de los 36 círculos infantiles que permanecen cerrados en Cuba “por problemas constructivos”, la gran mayoría (31) se localizan en La Habana, de acuerdo con Granma.

Con más de 2 millones de habitantes, la capital cubana cuenta con 363 guarderías estatales, alrededor del 33% de las 1,096 que funcionan actualmente en la Isla.

Idaimys Rodríguez, subdirectora provincial de la Primera Infancia en La Habana, aseguró que la capacidad actual resulta insuficiente ante las “poco más de 7 mil” solicitudes de madres habaneras para que sus hijos ingresen en los círculos infantiles.

Esta cantidad representa cerca de la séptima parte de las solicitudes reportadas hoy en toda Cuba (48 mil).

No obstante, Rodríguez dijo que la cifra –“e incluso más”– sería cubierta “cuando concluyan las reparaciones pendientes y cuenten con el personal necesario”, lo que, según sus cálculos, permitirá “poner de alta” más de 16 mil capacidades en los círculos habaneros.

“¿Dónde se forma una clase?”

Los círculos infantiles estatales fueron creados en 1961, con la intención de favorecer la inserción laboral de las mujeres y la educación preescolar de los niños cubanos. Actualmente pertenecen al Ministerio de Educación de la Isla (Mined) y albergan una matrícula superior a los 134 mil infantes, el 18,5% de la población infantil de uno a seis años.

Para recibir el beneficio de este programa gubernamental “resulta indispensable ser madre trabajadora activa” y presentar una solicitud que es valorada “teniendo en cuenta las disponibilidades” y prioridades establecidas en cada municipio, según recuerda Granma. Además, es necesario que “el infante camine y tenga como mínimo 11 meses cumplidos”.

Actualmente el programa prioriza a las madres con dos hijos o más, siguiendo “las exigencias de la política demográfica, a fin de contribuir a incentivar la maternidad”.

Aunque La Habana presenta la situación más compleja, las dificultades se extienden a todo el país y para paliarlas se lleva adelante un programa inversionista, destinado al mantenimiento, construcción y adaptación de otros inmuebles como guarderías estatales.

Como parte del mismo, de acuerdo con la publicación, a inicios del 2018 “se previó dar mantenimiento a 306 (círculos), de los cuales hasta octubre había 175 concluidos y 77 en diferentes fases de ejecución”.

También existe un programa para la formación de educadoras y auxiliares, en el cual “en estos momentos hay más de 3,700 estudiantes adiestrándose en escuelas pedagógicas”, explicó Mary Carmen Rojas, metodóloga del Mined.

Además, según Rojas, “las acciones trascienden el ámbito constructivo y de formación de recursos humanos”, e incluyen la compra de lavadoras –para que las madres no tengan que lavar los forros de los catres de los círculos en sus casas–, ollas de presión, batidoras y máquinas de moler para la preparación de alimentos, “así como otros medios destinados a la limpieza y avituallamiento de los niños y niñas, entre ellos, lencería, jarritos, bandejas, papel sanitario, cubos, orinales y cepillos dentales”.

Por otro lado, entre las actividades autorizadas para el trabajo privado en la Isla, se encuentra la de Asistente para la atención educativa y de cuidado de niños, aunque por sus precios –que pueden superar los 100 CUC (pesos convertibles equivalentes al dólar) en las guarderías más lujosas– resultan innaccesibles para buena parte de las madres trabajadoras que “no alcanzan” círculos infantiles.

Quienes la ejercen deben pagar una cuota mínima mensual de 80 pesos cubanos, pero deben cumplir con requisitos como adecuadas condiciones sanitarias y de iluminación, un máximo de seis niños por cuidador y que el local que sirve de guardería “debe contar, como mínimo, con dos metros cuadrados de capacidad por cada niño que se atienda”.

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