La Corporación, una historia cubano-americana de dólares y sangre

Al centro, José Miguel Battle mientras era arrestado en Miami por asistir y apostar en peleas de gallos. Está rodeado de policías de Miami-Dade, que deseaban tirarse una foto con "El Padrino". Foto: Tomada de houstonpress.com.

Al centro, José Miguel Battle mientras era arrestado en Miami por asistir y apostar en peleas de gallos. Está rodeado de policías de Miami-Dade, que deseaban tirarse una foto con "El Padrino". Foto: Tomada de houstonpress.com.

Benicio del Toro y Leonardo DiCaprio participarán en una película sobre un capo mafioso cubanoamericano. Del Toro, como protagonista; DiCaprio, como coproductor.

Pero tras la novedad cinematográfica, hay una historia retorcida y a la vez seductora que tiene sus raíces en la Isla y ha unido en mismo proyecto a cineastas, policías retirados, un escritor de best seller y celebridades de Hollywood.

El filme tendrá como personaje principal a José Miguel Battle, un policía batistiano y miembro de la brigada 2506 que desembarcó en Bahía de Cochinos, convertido luego en líder mafioso en Estados Unidos.

Battle no fue un capo cualquiera, sino la cabeza de La Corporación, un grupo de criminales cubano-americanos involucrado en el juego ilegal y el comercio de drogas que movió millones de dólares y dejó tras de sí una estela de sangre y muerte.

Antes de llegar al cine, la historia del mafioso se convirtió en libro. Publicado la semana pasada y escrito en inglés por el historiador del crimen organizado T.J. English, The Corporation ha sido catalogado por El Nuevo Herald como “una extraordinaria crónica de aventuras reales en el bajo mundo cubano-americano de los años 1960, 1970 y 1980”.

Su autor, quien una década atrás escribió Havana Nocturne sobre los negocios de la mafia estadounidense en Cuba en los años 50, considera este libro una continuación de su exitoso volumen anterior.

T.J. English, autor de The Corporation y Havana Nocturne. Foto: irishamerica.com.
T.J. English, autor de The Corporation y Havana Nocturne. Foto: irishamerica.com

Según dijo English a WUSF News, Battle fue “más que solo un observador” del accionar de la mafia en La Habana. Como policía “entregó dinero desde los casinos hasta el palacio presidencial. E hizo las relaciones que sentaron las bases de lo que iba a hacer en los Estados Unidos”.

El escritor le supone vínculos a su personaje con la CIA y ve en “la humillación y también el encarcelamiento en Cuba” después de la derrota de Bahía de Cochinos, la clave para entender a Battle y los que formaron La Corporación con él.

“La necesidad psicológica de venganza está en el centro de esta empresa criminal”, asegura.

Descubriendo a Battle

La historia de José Miguel Battle y su organización criminal llegó a T.J. English de la mano de José Daniel Freixas.

Fue Freixas, un cubano-americano graduado de la Escuela de Cine de la Universidad de Miami, quien imaginó que la historia del capo se convirtiera en libro y película.

En 2007, leyó en El Miami Herald el obituario de Battle, quien murió como consecuencia de una insuficiencia hepática, y dese entonces comenzó a unir los hilos de esta historia.

Primero buscó y convenció a David Shanks, un policía de Miami ya retirado que le siguió la pista al mafioso durante casi 20 años, para que escribiera una detallada descripción policial, basada principalmente en transcripciones de grabaciones y testimonios en los tribunales.

Luego le presentó este material a English con el temor de que no aceptara convertirlo en un libro. Pero el escritor, quien ya había escuchado sobre La Corporación cuando investigaba sobre el crimen organizado en Cuba, tardó apenas dos segundos en decir que sí, según contó al Herald.

“Quería escribir un libro sobre eso, pero no tenía las fuentes”, afirma.

La mafia cubano-americana en Hollywood

Durante su investigación, English entrevistó a unos 40 mafiosos para ofrecer una imagen más completa de Battle y su grupo criminal, en encuentros en los que también participaron Shanks, Freixas y el también cubano-americano Tony González, socio del cineasta y como él coproductor de la futura película junto a DiCaprio y Jennifer Davisson.

Freixas, además, llegó a colarse en una fiesta exclusiva de Hollywood para proponerle el argumento a Benicio del Toro, cuando aún no tenía una investigación ni un libro que mostrar. Pero su empeño rindió dividendos.

De acuerdo con la prensa de Hollywood, citada por el Herald, las ofertas de los estudios de cine por la historia llegaron a superar el millón de dólares hasta que que DiCaprio y Paramount obtuvieron la licitación para filmar la película.

José Daniel Freixas (derecha) y Tony González, junto a un cartel de la portal del libro de T.J. English. Foto: Pedro Portal / el Nuevo Herald.
José Daniel Freixas (derecha) y Tony González, junto a un cartel de la portal del libro de T.J. English. Foto: Pedro Portal / el Nuevo Herald.

El Padrino cubano-americano

Desde que descubrió su obituario, Freixas quedó cautivado por la cinematográfica vida del mafioso. “Es el Padrino cubanoamericano”, dice.

Battle ciertamente fue un personaje sorprendente. De policía deshonesto en la Cuba prerrevolucionaria y veterano de Bahía de Cochinos, donde –según El Nuevo Herald– salvó milagrosamente la vida, pasó a ser un zar del narcotráfico y de la lotería ilegal de origen cubano conocida en la Isla como “la bolita”.

Su imperio no se limitó a la Florida sino que alcanzó Nueva York, con cuya mafia –afirma English– estuvo asociado.

Además, a decir del autor de The Corporation “fue un ejemplo de un jefe de la mafia que se ensuciaba las manos y se involucraba”.

Cruel y ambicioso, lo mismo podía apostar hasta un millón de dólares en una pelea de gallos que liquidar de propia mano a sus enemigos. Se dice que llegó a dispararle a la misma víctima 10 veces para asegurarse de que estuviera muerta y que solía sentarse en su sofá, con una escopeta sobre las piernas, a mirar las películas de El Padrino.

Cuando uno de sus subordinados, Ernesto Torres asesinó a alguien que le debía dinero a Battle, el capo se enfureció no porque hubiese matado al hombre ni porque lo hiciese en plena ciudad sino porque la muerte del deudor lo privaba de una fuente de ingresos.

Luego, él mismo se encargó de dar el tiro de gracia a Torres cuando este se salió de control. Lo persiguió personalmente hasta un apartamento en Opa-locka, donde lo ultimó con un balazo en la frente.

La policía le calculó millones en ganancias, aunque de acuerdo con el Herald, finalmente “lo perdió todo en una orgía de avaricia y arrogancia”. Murió en un hospital de Carolina del Sur, con una condena de 20 años aplazada por su estado de salud luego de que se declarase culpable de crimen organizado en 2006.

Pero a pesar de su truculenta historia, o precisamente por eso, Battle se convertirá finalmente en un personaje de Holywood.

Freixas y González no temen que con ello se venda una imagen esterotipada de los cubano-americanos.

“Hay que ser ignorante, muy ignorante, para pensar que los personajes en The Corporation son representativos de toda la comunidad cubanoamericana”, afirmó González. “Estamos contando una historia específica, y como cualquier otro grupo, hay gente buena, gente mala y otros que quedan en el medio. Esta es la historia de los malos”.

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