Balsera y Zack: cubanoamericanos en la nueva embajada

Freddy Balsera y Stephen Zack. Foto: Alain L Gutiérrez Almeida

Freddy Balsera y Stephen Zack. Foto: Alain L Gutiérrez Almeida

Pertenecen a dos generaciones distintas y sus experiencias de vida son completamente diferentes. Pero los une desde hace mucho tiempo la voluntad de impulsar un cambio en las relaciones de Estados Unidos con el país de sus raíces: Cuba.

El asesor político Freddy Balsera, nacido en Estados Unidos de padres cubanos, y el abogado cubanoamericano Stephen Zack son dos de los invitados que han viajado a La Habana para participar en la ceremonia de reapertura de la embajada estadounidense en la capital cubana y mostrar, con su presencia, apoyo firme al camino abierto por la nueva política de la administración Obama.

Balsera condujo la campaña electoral del actual Presidente hacia el público hispano y ahora asume la de la candidata demócrata Hillary Clinton en la Florida. Zack fue entre 2010 y 2012 el primer presidente hispano del Colegio Nacional de Abogados de Estados Unidos, (American Bar Association, por sus siglas en inglés) y ahora continúa como socio en Florida de la firma de abogados Boies, Schiller & Flexner.

Citarse en Miami para verse en La Habana les parecía hasta hace poco una fantasía irrealizable, pero ahora es un hecho real. “Estoy viviendo un momento en que creo tenemos que pellizcarnos. La semana pasada le dije a alguien: ‘¡te veo en La Habana!’ y eso es algo que jamás en mi vida pensé que iba a escuchar”, confiesa Balsera a OnCuba sentado en un balcón frente a la ciudad y al malecón.

“El fracaso del embargo no es un secreto para nadie. Entre los cubanos del exilio todos reconocen que el embargo no ha producido el cambio que ellos esperaban. La división aparece entre aquellos que están dispuestos a buscar opciones nuevas y que tienen la valentía de decirlo, versus aquellos que por razones emocionales u otras creen que la política debe continuar por el camino de la presión”, asegura.

Zack también opina: “El presidente Obama me nombró el año pasado como delegado en las Naciones Unidas (una especie de vice-embajador) y viví en persona el escaso apoyo a la política del embargo, con solo tres países a favor (Estados Unidos, Israel y una isla, Palau). Había que cambiar también por el impacto internacional de la política que sosteníamos hacia Cuba”, reconoce.

Balsera es cubano “de segunda generación”, con la cultura muy cerca pero formado sin la vivencia de crecer en el archipiélago. Zack, aunque nació en Estados Unidos, vivió desde los dos meses hasta los 14 años en una mansión en Miramar construida por su abuelo, acaudalado inmigrante hebreo que marchó con su familia luego de la nacionalización de propiedades en 1961. El “reencuentro” de ambos con la isla de los recuerdos se produjo en momentos diferentes, pero no ha cesado.

“Toda la vida vas escuchando los cuentos de este lugar mitológico que se llama Cuba. Te enseñan fotos, te hablan de cómo fue…, pero no tuve el beneficio de mis amigos norteamericanos que podían regresar al pueblo donde se criaron sus padres. Esa historia personal mía era un hueco y por eso vine la primera vez en 2002”, recuerda Balsera.

“Vine en 2008 con un grupo de hebreos y regresé hace dos meses junto a muchos abogados de la Florida, para tener encuentros con abogados y jueces de aquí”, explica Zack.

Ahora es un evento político la causa del viaje.

Foto: Alain L Gutiérrez Almeida
Foto: Alain L Gutiérrez Almeida

“La política de Obama hacia Cuba es muy reversible”, considera Balsera interrogado sobre el futuro de esta sucesión de hechos que todavía sorprende. “Hay mucho en juego con la próxima elección y hay un enorme peligro, si gana un republicano, de que las cosas que el presidente Obama está haciendo se echen hacia atrás y se congelen.”

“Yo no estoy cien por cien de acuerdo”, riposta Zack. “Si escuchas los debates se dice que los republicanos van a cambiar la política de Obama hacia Irán o el Obamacare. Excepto Marco Rubio (que no va a ser Presidente) no escuchas a otro candidato que diga que va a revertir la política de Obama hacia Cuba. No creo que lo hagan porque en Estados Unidos el voto hispano está ganando cada vez más importancia”, sentencia.

“Stephen lo ve de una forma muy práctica, pero si lo vemos a nivel ‘granular’ se ve otro dato”, vuelve Balsera. “Todos los candidatos republicanos tienen que pasar por una elección primaria. Florida es un estado importantísimo para ganar en la primaria republicana, y vamos a ver, a medida que nos acerquemos a esa primaria, que todos los candidatos van a empezar a dar su opinión sobre Cuba. Cuando miramos al bloque de votantes republicanos cubanoamericanos (el grupo que más fuertemente se opone a la nueva política) vemos que no se puede ganar sin ellos. Por lo tanto, todos los candidatos republicanos van a tener un discurso y una retórica extremadamente agresiva sobre Cuba. Lo que va a pasar es que los candidatos que van a tener éxito tiene que cuadrar con los líderes cubanoamericanos del Congreso y buscar su apoyo. Y lo principal que le van a pedir esas personas es que anulen lo que ha hecho Obama”, insiste.

La esperanza para el asesor político está en la participación de los nuevos votantes que han emergido tras la incorporación al padrón electoral de las más recientes oleadas de emigrantes cubanos: “Hay diferentes microgrupos: tienes el exilio histórico, los que llegaron por el Mariel, los balseros de los noventa y también están los que han llegado por la lotería de visas y siguen llegando como nuevos balseros. Todas son personas con diferentes experiencias. La realidad de mi esposa, que nació y se crió en Cuba y tiene mucha familia aquí, es diferente a la mía, que no tengo a nadie. Y esas nuevas oleadas de personas con diferente experiencia a la del exilio histórico se están convirtiendo en votantes.”

“Y con Cuba, ¿cuáles son sus esperanzas?”, les preguntamos.

“Todo es muy complicado”, asegura Zack. “No creo que las cosas cambien del día a la noche”, solo se atreve a decir.

Balsera culmina: “Sería demasiado arrogante de mi parte que soy norteamericano, decirle a los cubanos qué es lo que va a pasar aquí. Yo vengo a visitar la tierra donde nacieron mis padres, vengo a manifestar mi solidaridad con el pueblo cubano, a participar en este momento histórico porque pienso que lo mejor para Cuba y lo mejor para Estados Unidos es un acercamiento entre los pueblos y creo que eso es lo que va a producir las condiciones para que las personas en Cuba alcancen todo lo que quieran alcanzar”.

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